Una tarea inacabada
Las mujeres y las niñas constituyen la mitad de la población mundial y por consiguiente la mitad de su potencial. La igualdad de género, además de ser un derecho humano fundamental, es imprescindible para lograr sociedades pacíficas, con pleno potencial humano y capaces de desarrollarse de forma sostenible. Además, está demostrado que el empoderamiento de las mujeres estimula la productividad y el crecimiento económico.
Desafortunadamente, aún queda mucho recorrido para alcanzar la plena igualdad de derechos y oportunidades entre hombres y mujeres, advierte ONU Mujeres. Por ello es de primordial importancia acabar con las múltiples formas de violencia de género y que el acceso a la educación y a la salud de calidad, a los recursos económicos y a la participación en la vida política sea igualitario tanto para mujeres y niñas como para hombres y niños. También es fundamental lograr tanto la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo como a posiciones de liderazgo y la toma de decisiones a todos los niveles.
Conseguir la igualdad de género y empoderar a las mujeres y las niñas son tareas pendientes de nuestra época y constituyen el mayor desafío en materia de derechos humanos del mundo.
La igualdad de género es más importante que nunca, un elemento esencial para generar economías prósperas y un planeta más sostenible. Sin embargo, nos enfrentamos a un desafío crítico: precisamos 360.000 millones de dólares adicionales por año para cerrar la brecha de género para 2030.
Para revertir esta tendencia, el Secretario General de las Naciones Unidas identifica cinco áreas clave que tenemos que afrontar de manera conjunta: 1) invertir más en las mujeres; 2) poner fin a la pobreza; 3) implementar financiamiento con perspectiva de género; 4) pasar a una economía y una sociedad del cuidado verdes; y 5) apoyar a las feministas creadoras de cambios.
Las Naciones Unidas y la mujer
Las Naciones Unidas han apoyado los derechos de las mujeres ya desde la adopción de su Carta fundacional. Entre sus propósitos, la ONU declaró en el artículo 1 de su Carta “Realizar la cooperación internacional [...] en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión”.
Durante el primer año de vida de las Naciones Unidas, el Consejo Económico y Social fundó la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, como el principal organismo internacional para la creación de políticas dedicadas exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. Entre sus primeros logros, asegurar el uso neutro de la lengua en cuanto al género en la redacción de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Los derechos de la mujer son derechos humanos
La igualdad de género se incorporó a las Normas Internacionales de los derechos humanos mediante la Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General el 10 de diciembre de 1948. Ese documento que marca un hito en la historia de los derechos humanos reconoció que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos” y que “toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, [...] nacimiento o cualquier otra condición.”
Gracias a que el movimiento feminista internacional comenzó a ganar fuerza durante los años 70, la Asamblea General declaró 1975 como el Año Internacional de la Mujer y organizó la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, que tuvo lugar en Ciudad de México. A instancias de esta Conferencia, se declaró posteriormente el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer(1976-1985) y se creó el Fondo de Contribuciones Voluntarias para el Decenio.
En 1979, la Asamblea General aprobó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) que a menudo se describe como una Carta Internacional de Derechos Humanos para las mujeres. En sus 30 artículos, esta Convención define explícitamente la discriminación contra las mujeres y establece una hoja de ruta de acción nacional para poner fin a tal forma de discriminación. Esta Convención se centra en la cultura y la tradición como fuerzas influyentes que dan forma a los roles de género y a las relaciones familiares. Además, es el primer tratado de derechos humanos que ratifica los derechos reproductivos de las mujeres.
En 1980, cinco años después de la conferencia de Ciudad de México, se celebró una Segunda Conferencia Mundial sobre la Mujer en Copenhague. El Programa de Acción resultante requería la adopción de medidas nacionales más rigurosas para asegurar que las mujeres tuvieran la posesión y el control de la propiedad, así como mejoras en los derechos de estas con respecto a la herencia, la custodia de los hijos y la pérdida de la nacionalidad.
El nacimiento del feminismo mundial
En 1985, tuvo lugar en Nairobi la Conferencia Mundial para el Examen y la Evaluación de los Logros del Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz. Un evento que se convocó en un momento en el que el movimiento por la igualdad de género finalmente había ganado verdadero reconocimiento mundial; al mismo tiempo, 15.000 representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) participaron en un Foro de ONG.
El acontecimiento fue descrito por muchos como «el nacimiento del feminismo a nivel mundial». Al darse cuenta de que los objetivos de la Conferencia de Ciudad de México no se habían alcanzado adecuadamente, los 157 gobiernos participantes aprobaron las Estrategias de Nairobi orientadas hacia el futuro para el año 2000. El documento sentó nuevas bases al declarar que todos los asuntos afectaban a las mujeres.
Conferencia de Beijing sobre la mujer
La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, fue más allá que la de Nairobi. La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing reivindicó los derechos de la mujer como derechos humanos y se comprometió a llevar a cabo acciones específicas para asegurar el respeto de estos derechos.
En 2025, la declaración celebró su 30º aniversario con la publicación de un nuevo informe en el que se evalúan los avances logrados y se marcan las prioridades para futuras acciones, especialmente considerando que en 2024 casi una cuarta parte de los gobiernos en todo el mundo notificaron un retroceso en los derechos de las mujeres.
Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer
La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) es el principal órgano internacional intergubernamental dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. Esta Comisión desempeña una labor crucial en la promoción de los derechos de la mujer. Por ejemplo documenta la realidad que viven las mujeres en todo el mundo y elabora normas internacionales en materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres.
Durante el periodo anual de sesiones de la Comisión, los representantes de los Estados Miembros de las Naciones Unidas, la sociedad civil y las entidades de las Naciones Unidas se reúnen, durante dos semanas en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York para debatir sobre los avances y las brechas sobre igualdad de género. Los Estados Miembros acuerdan medidas para acelerar los avances en esta materia y promover el disfrute de los derechos de las mujeres en los ámbitos político, económico y social.
Una organización para las mujeres y el apoyo del resto de agencias de la ONU
El 2 de julio de 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas votó unánimemente la creación de un único organismo de la ONU encargado de acelerar el progreso sobre la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. La nueva entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, ONU Mujeres, fusionó cuatro instituciones y organismos internacionales: el Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), la División para el Adelanto de la Mujer (DAM), la Oficina del Asesor Especial en Cuestiones de Género y el Instituto Internacional de Investigaciones y Capacitación para la Promoción de la Mujer.
ONU Mujeres se centra en cuatro áreas principales: 1) la promoción del liderazgo y la participación política de las mujeres; 2) su empoderamiento económico; 3) promover el fin de la violencia contra las mujeres; y 4) apoyar su participación plena e igualitaria en los procesos de paz y los esfuerzos de seguridad.
Además de ONU Mujeres, las Naciones Unidas cuentan con la participación activa y el apoyo de otras agencias como el Fondo de Población, UNICEF, la FAO y el PNUD, entre otras. Estas agencias contribuyen significativamente a la sensibilización sobre problemas sociales críticos como el matrimonio infantil, la necesidad imperiosa de erradicar la mutilación genital femenina, la importancia de garantizar embarazos saludables y, finalmente, la promoción del papel de la mujer en las economías locales y nacionales. Juntas, conforman un sistema integral y colaborativo comprometido con la promoción de los derechos, la salud y el empoderamiento de las mujeres y las niñas en todo el mundo.
Proyectos en marcha
Las mujeres en los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Las Naciones Unidas centran ahora su labor de desarrollo a nivel mundial en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Las mujeres desarrollan un papel esencial en todos los ODS. Estos recogen numerosas metas que se centran en el reconocimiento de la igualdad y del empoderamiento de la mujer como un objetivo y como parte de la solución.
Al Objetivo 5, que busca «lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas», se lo conoce como un objetivo enteramente de género en sí mismo. Es preciso contar con cambios profundos a nivel jurídico y legislativo para garantizar los derechos de las mujeres del mundo, especialmente si se tiene en cuenta que el 54% de los países aún carecen de leyes en todas las áreas clave de la igualdad de género, incluyendo algunas altamente básicas como la igualdad de derechos para contraer matrimonio e iniciar un divorcio.
Aún subsiste una marcada disparidad entre los géneros en la esfera jurídica y social. Pese a que se ha conseguido un cierto progreso a lo largo de las últimas décadas, las mujeres trabajadoras siguen ganando de media un 20% menos que los hombres a nivel mundial. En 2024, las mujeres ocupaban apenas el 27% de los escaños parlamentarios nacionales y el 35,5% de los escaños en los gobiernos locales, y 107 países nunca han tenido una mujer como jefa de Estado.
Eliminación de la violencia contra la mujer
El sistema de las Naciones Unidas continúa prestando especial atención al problema de la violencia contra la mujer. En 1993, la Declaración de la Asamblea General sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer recogía “una definición clara y completa de la violencia contra la mujer, [y] una formulación clara de los derechos que han de aplicarse a fin de lograr la eliminación de la violencia contra la mujer en todas sus formas”. Supuso “un compromiso por parte de los Estados de asumir sus responsabilidades, y un compromiso de la comunidad internacional para eliminar la violencia contra la mujer”.
La violencia contra las mujeres es una pandemia que afecta a todos los países, incluso a aquellos que han logrado importantes progresos en otras áreas. En todo el mundo, cada 10 minutos una mujer muere a manos de su pareja o de un familiar y 736 millones de mujeres –casi una de cada tres– han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja.
Con el fin de crear conciencia de este largo problema se puso en marcha la campaña ÚNETE, un esfuerzo plurianual para prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y niñas en todo el mundo.
La iniciativa se lanzó en 2008 bajo el liderazgo del Secretario General de las Naciones Unidas a fin de apoyar 16 días de activismo contra la violencia de género con la sociedad civil a nivel mundial.
Gestionada por ONU Mujeres, la iniciativa ÚNETE hace un llamado a los gobiernos, la sociedad civil, las organizaciones de mujeres, la juventud, el sector privado, los medios de comunicación y el sistema de las Naciones Unidas de modo que unan sus fuerzas para hacer frente a la pandemia mundial de violencia contra las mujeres y las niñas.
A ella se suma otra gran propuesta. En septiembre de 2017, la Unión Europea y la ONU unieron fuerzas para lanzar la Iniciativa Spotlight. Una iniciativa global y plurianual orientada a eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas.
Además, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se celebra el 25 de noviembre.
Día Internacional de la mujer y otras celebraciones
El Día Internacional de la Mujer se conmemora cada año el 8 de marzo. La idea de un Día Internacional de la Mujer surgió, a principios del siglo XX, a partir de las actividades de los movimientos obreros en América del Norte y en toda Europa. Se trata de un día que se celebra en muchos países del mundo y en el que se reconocen los logros de las mujeres sin tener en cuenta sus diferencias, sean estas nacionales, étnicas, lingüísticas, culturales, económicas o políticas.
Además de los mencionados Día internacional de la Mujer y Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la ONU conmemora otros días internacionales dedicados a dar a conocer diferentes aspectos de la lucha por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. El 25 de enero se celebra el Día Internacional de las Mujeres en el Multilateralismo; 6 de febrero pertenece al Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina , el 11 de febrero el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el 10 de marzo el Día Internacional de las Juezas, el 19 de junio el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, el 23 de junio el Día Internacional de las Viudas, el 24 de junio el Día Internacional de las Mujeres en la Diplomacia, el 11 de octubre el Día Internacional de la Niña y el 15 de octubre el Día Internacional de las Mujeres Rurales.
Igualdad de género en la ONU: lenguaje inclusivo y un Plan de Aceleración de la Igualdad de Género
Dado que el lenguaje es uno de los factores clave que determinan las actitudes culturales y sociales, emplear un lenguaje inclusivo en cuanto al género es una forma sumamente importante de promover la igualdad de género y combatir los prejuicios de género.
Por “lenguaje inclusivo en cuanto al género” se entiende la manera de expresarse oralmente y por escrito sin discriminar a un sexo, género social o identidad de género en particular y sin perpetuar estereotipos de género.
De ahí que la ONU lanzara una serie de recursos y orientaciones con la finalidad de ayudar al personal de las Naciones Unidas en el empleo de un lenguaje inclusivo en cuanto al género en todo tipo de situación comunicativa (oral o escrita, formal o informal) y sirven como punto de partida útil para cualquier persona.
Además, los últimos esfuerzos internos de la ONU han llevado al lanzamiento en marzo de 2024 del Plan de Aceleración de la Igualdad de Género (GEAP, por sus siglas en inglés). El GEAP es una iniciativa emblemática liderada por el Secretario General de las Naciones Unidas para acelerar el progreso en materia de igualdad de género en todo el sistema.