El término "refugiado" se aplicará a toda persona:

"Que debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera del país de su nacionalidad y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país; o que, careciendo de nacionalidad y hallándose, a consecuencia de tales acontecimientos, fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera regresar a él".

A finales de junio de 2023, 110 millones de personas en todo el mundo habían sido desplazadas de sus hogares por la fuerza debido a persecución, conflictos, violencia, violaciones de sus derechos humanos y acontecimientos que perturbaron gravemente el orden público.

Entre esas personas, 36,4 millones eran refugiados: 30,5 millones bajo el mandato del ACNUR y 5,94 millones de refugiados palestinos bajo el de UNRWA. También había 62,1 millones de desplazados internos, 6,08 millones de solicitantes de asilo y 5,6 millones de refugiados venezolanos que necesitaban protección internacional. A esto hay que anadir millones de apátridas a quienes se les ha negado una nacionalidad y el acceso a derechos básicos como la educación, la atención médica, el empleo y la libertad de movimiento.

Durante la primera mitad de 2023, aproximadamente el 90%  de las personas recientemente desplazadas a nivel mundial se encontraban en siete contextos de desplazamiento. Situaciones de conflictos y crisis humanitarias tanto actuales como nuevas en Afganistán, la República Democrática del Congo (DRC), naciones de América Latina y el Caribe, Myanmar, Somalia, Sudán y Ucrania.

El informe de ACNUR Tendencias Globales señala que han disminuido las posibilidades para las personas refugiadas de encontrar una solución rápida a su difícil situación. En la década de 1990, un promedio de 1,5 millones de refugiados pudieron regresar a sus hogares cada año. Durante la última década, ese número se ha reducido a alrededor de 385.000 personas, lo que significa que el aumento en el desplazamiento hoy supera ampliamente las soluciones.

ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados

Durante miles de años, las personas que huían de persecuciones y conflictos han encontrado asilo en países extranjeros. La agencia de la ONU que ayuda a los refugiados es ACNUR (también conocida como la Agencia de la ONU para los Refugiados), que surgió a raíz de la Segunda Guerra Mundial para ayudar a los europeos desplazados por aquel conflicto.

La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció ACNUR el 14 de diciembre de 1950, con un mandato inicial de tres años para cumplir su tarea, y con la inicial intención de que después se disolvería. Al año siguiente, el 28 de julio, se adoptó la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados, la base jurídica para la ayuda a los refugiados y el estatuto principal que regiría el trabajo de ACNUR. Así que, en lugar de concluir su labor a los tres años, ACNUR ha continuado trabajando desde entonces para ayudar a los refugiados.

En los años 60, la descolonización de África provocó la primera de muchas crisis de refugiados en ese continente que necesitarían de la intervención de ACNUR. Durante las dos décadas siguientes, esta agencia de la ONU ha ayudado en crisis de desplazamientos en Asia y América Latina. Al final de siglo, había nuevos problemas de refugiados en África y, cerrando el círculo, nuevas oleadas de refugiados en Europa a causa de las guerras en los Balcanes.

ACNUR sobre el terreno

La Agencia de la ONU para los Refugiados tiene su Sede en Ginebra, aunque el 90% de su personal trabajan sobre el terreno.  A 31 de mayo de 2020, una plantilla de más de 18.000 personas en 135 países proporciona protección y asistencia a millones de refugiados, repatriados, desplazados internos y apátridas. A finales de 20120, 82 millones de personas estaban desplazadas debido a la persecución, los conflictos, la violencia o las violaciones a los derechos humanos. La mayor parte del personal de ACNUR está en países de Asia y África, los continentes que alojan y generan a la mayoría de los refugiados y desplazados internos.

A mediados de 2023, los cinco principales países de origen de refugiados e individuos que necesitan protección internacional son Siria (6,5 millones), Afganistán (6,1 millones), Ucrania (6 millones), Venezuela (5,6 millones) y Sudán del Sur. (2,2 millones).

Premio Nansen para los Refugiados

El Premio Nansen para los Refugiados del ACNUR se otorga a personas, grupos y organizaciones que demuestran un compromiso excepcional con la protección de los refugiados, desplazados y apátridas.

El premio se estableció en 1954 para honrar el legado de Fridtjof Nansen, un ciudadano noruego que fue científico, explorador polar, diplomático y primer Alto Comisionado para los Refugiados de la Liga de Naciones.

El primer Premio Nansen para los Refugiados se entregó en 1954 a Eleanor Roosevelt, la primera Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y Primera Dama de los Estados Unidos.

Desde entonces, más de 60 personas, organizaciones o grupos han sido honrados con el premio por su excepcional trabajo y servicio hacia las personas que se ven obligadas a abandonar sus hogares.

Pacto mundial sobre refugiados

El 17 de diciembre de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el Pacto Mundial sobre los Refugiados, un marco para una distribución previsible y equitativa de la carga y la responsabilidad, reconociendo que una solución sostenible a las situaciones de refugiados no se puede lograr sin la cooperación internacional.

Los cuatro objetivos clave del Pacto Mundial son:

  • Aliviar presiones sobre los países anfitriones.
  • Mejorar la autosuficiencia de los refugiados.
  • Ampliar el acceso a soluciones de terceros países.
  • Apoyar a los países de origen para el retorno en condiciones de seguridad y dignidad.

El último Foro Mundial sobre Refugiados -la reunión internacional más grande del mundo sobre refugiados, un evento diseñado para apoyar la implementación práctica de estos cuatro objetivos- resultó en más de 1.600 compromisos en apoyo a los refugiados y sus comunidades de acogida, incluidos 43 compromisos de múltiples socios liderados por gobiernos.

Los Estados y otros actores anunciaron nuevos compromisos financieros por valor de $2.200 millones, mientras que el sector privado prometió otros $250 millones. Compromisos que son una fuente de esperanza para los más de 36 millones de refugiados desplazados en todo el mundo.

UNRWA

En 1949, el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA) recibió de la Asamblea General el mandato de prestar servicios a los refugiados de Palestina inscritos que vivían en el Oriente Medio. Cuando inició sus operaciones, en 1950, atendía las necesidades de alrededor de 750.000 refugiados de Palestina. El Organismo es proveedor de servicios básicos, proporciona educación primaria y secundaria, asistencia sanitaria, servicios sociales y de socorro, infraestructura para los campamentos y servicios para mejorarlos, microfinanciación y asistencia para situaciones de emergencia a los refugiados de Palestina, que actualmente suman un total de casi 6 millones de personas, en las cinco zonas de operaciones del Organismo previstas en el mandato: la Franja de Gaza, la Ribera Occidental, incluida Jerusalén Oriental, Jordania, el Líbano y la República Árabe Siria.

Mandato del UNRWA

La definición del término “refugiado” que figura en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y la del término “refugiado de Palestina” elaborada por la Asamblea General son complementarias.

Respecto al mandato del Organismo, “refugiados de Palestina” hace referencia a las personas cuyo lugar habitual de residencia entre el 1 de junio de 1946 y el 15 de mayo de 1948 fuera Palestina y que perdieron tanto su hogar como sus medios de subsistencia como consecuencia del conflicto de 1948. Los refugiados de Palestina y sus descendientes pueden inscribirse en el UNRWA para recibir servicios en las zonas de operaciones previstas en el mandato.

Los Estados Miembros de las Naciones Unidas, a traves de la Asamblea General, han encomendado a el UNWRA la tarea de prestar asistencia y protección a los refugiados de Palestina hasta que se encuentre una solución política justa y duradera que resuelva su difícil situación.

Secuelas del ataque del 7 de octubre de 2023

Desde el comienzo de la operación militar israelí en Gaza en respuesta al ataque contra Israel por parte de grupos armados palestinos, más de un millón de personas han sido desplazadas internamente en Gaza y más del 60% de las viviendas han sido destruidas o parcialmente dañadas, lo que ha impedido que la población regrese a casa.

Tras las acusaciones de que 12 miembros del personal de la UNRWA estaban involucrados en los ataques, el Secretario General abrió una  investigación. La decisión de varios Estados miembros de suspender la financiación a la UNRWA por las acusaciones provocó una declaración de los jefes del Comité Permanente entre Organismos –el foro de coordinación humanitaria de más alto nivel del sistema de las Naciones Unidas- advirtiendo que "pausar los fondos de la UNRWA tendrá consecuencias catastróficas para el pueblo de Gaza”.

Los descendientes de los refugiados conservan la condición de refugiados

En virtud del derecho internacional y del principio de la unidad familiar, los hijos de los refugiados y sus descendientes también se consideran refugiados hasta que se encuentre una solución duradera. Por ese motivo, tanto el UNRWA como el ACNUR reconocen a los descendientes como refugiados, práctica que acepta ampliamente la comunidad internacional, incluidos tanto los donantes como los países de acogida de refugiados. 

La situación de los refugiados de Palestina no es distinta de otras situaciones de presencia prolongada de población refugiada, como las del Afganistán o Somalia, en las que hay varias generaciones de refugiados, y los refugiados de Palestina son considerados como refugiados por el ACNUR y como tales reciben apoyo. Las situaciones de presencia prolongada de población refugiada se deben a que no se ha encontrado una solución política para resolver las crisis políticas subyacentes.

Apoyo para los campamentos de refugiados

Las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU suelen encargarse de proteger los campamentos en los que tienen que vivir los refugiados. En el momento en el que no pueden satisfacer sus necesidades básicas, como la alimentación, el agua o el saneamiento, la familia de la ONU se las proporciona. Gran parte de este apoyo se presta a través del mecanismo de acción humanitaria de las Naciones Unidas. El Comité Permanente entre Organismos, mediante un enfoque de gestión por grupos, aúna a las principales organizaciones humanitarias, dentro y fuera del sistema de las Naciones Unidas, para coordinar sus acciones. 

ACNUR es el organismo encargada de la protección de los refugiados y los desplazados internos. Comparte la gestión y la coordinación de los campamentos con la Organización Internacional para la Migraciones (OIM), y la de los albergues de emergencia con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.

La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados ha recibido en dos ocasiones el Premio Nobel de la Paz; una en 1954 y otra en 1981.

Cambio climático, desastres naturales y desplazamientos

En el siglo XXI, los desastres naturales (en ocasiones debidos al cambio climático), además de las persecuciones y los conflictos, también pueden forzar a las personas a buscar refugio en otros países. Estos desastres —inundaciones, terremotos, huracanes, corrimientos de tierra— suceden cada vez con mayor frecuencia e intensidad. A pesar de que la mayoría de los desplazamientos causados por estos desastres son internos, también pueden provocar que las personas crucen fronteras. Sin embargo, ninguna institución internacional o regional se encarga específicamente del sufrimiento de esas personas.

Por otro lado, los desplazamientos ocasionados por los efectos de la evolución lenta del cambio climático también son mayoritariamente internos. Además, el cambio climático también acelera la sequía, la desertificación, la salinización de aguas subterráneas y de las tierras o el aumento del nivel del mar, lo que contribuye al desplazamiento de personas a través de fronteras internacionales. 

Otras catástrofes, como las graves privaciones socioeconómicas, también pueden hacer que las personas huyan a otros países. Mientras que algunos escapan de persecuciones, la mayoría lo hace porque no tienen ninguna razón de peso para quedarse. Por separado, la falta de alimento, agua, sanidad o sustento no sería suficiente para respaldar una solicitud de refugiado según la Convención de 1951. A pesar de todo, algunas de estas personas siguen necesitando algún tipo de protección.

Todas estas circunstancias (conflictos, desastres naturales y cambio climático) plantean retos gigantescos para la comunidad humanitaria internacional. 

Cambio climático y conflicto: dos vasos cada vez más comunicantes

Actualmente, un número creciente de personas huye de la persecución, la violencia y las violaciones de derechos humanos relacionadas con los efectos del cambio climático y los desastres naturales que requieren asistencia internacional.

En 2022, el 84% de los refugiados y solicitantes de asilo huyeron de países altamente vulnerables al cambio climático; en 2010 esta cifra fue mucho menor, el 61%. La posibilidad de encontrar soluciones a largo plazo para estos refugiados es cada vez más limitada. En 2020, solo el 1% de los refugiados pudo regresar a sus hogares. Se trata de una tendencia muy preocupante, ya que el impacto del cambio climático empeora las condiciones de vida y las oportunidades de desarrollo en sus países de origen.

Además, un porcentaje considerable de las personas desplazadas por la fuerza y los ​​apátridas vive actualmente en los entornos más vulnerables a los efectos adversos del clima. Personas, que junto a sus comunidades de acogida, carecen de los recursos y la resiliencia necesarios para hacer frente a los impactos del cambio climático.

Las mujeres, las niñas y otros grupos con necesidades particulares a menudo enfrentan a mayores desafíos y cargas generadas por este cambio climático, asi como a normas, roles y responsabilidades culturales existentes.

Actos

Como proclamó la Asamblea General, el Día Mundial de los Refugiados se celebra anualmente el 20 junio.

La Asamblea General de las Naciones Unidas celebró una reunión de alto nivel el 19 de septiembre de 2016 para abordar los enormes movimientos de refugiados y migrantes, con el objetivo de acercar a los países en torno a un enfoque más humano y coordinado.

Recursos