El Departamento de Asuntos Políticos (DAP) administra una serie de misiones políticas especiales sobre el terreno, algunas de las cuales operan en entornos de seguridad muy difíciles. Muchas de esas misiones tienen mandatos complejos, en particular en esferas como el fortalecimiento de los sistemas nacionales de justicia, policía y penitenciarios; los derechos humanos y la justicia de transición, que suelen tener consecuencias sobre el estado de derecho, tanto directa como indirectamente. Las misiones con mandatos en materia de estado de derecho incluyen misiones en el Afganistán, Guinea-Bissau y Somalia. Las oficinas regionales de las Naciones Unidas dirigidas por el Departamento de Asuntos Políticos, por ejemplo, la Oficina de las Naciones Unidas para África Occidental, también pueden tener mandatos relativos al estado de derecho.
El Departamento también participa activamente en muchas zonas del mundo azotadas por conflictos actualmente o que se recuperan de un conflicto, y utiliza los buenos oficios y la mediación por conducto de una red de oficinas de enlace político, los Representantes Especiales y los Enviados del Secretario General. Las iniciativas de establecimiento de la paz pueden incluir negociaciones sobre acuerdos de paz, que, en la mayoría de los casos, contienen elementos relativos al estado de derecho, como la justicia de transición, las disposiciones constitucionales, y la reforma judicial y del sector de la seguridad.
Con frecuencia, el Departamento de Asuntos Políticos se basará en otras entidades de las Naciones Unidas (por ejemplo, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en las esferas de la policía, la justicia y el sistema penitenciario) para prestar servicios especializados en algunas de las esferas de los mandatos pertinentes.