Un mayor nivel de seguridad en materia de tenencia de la tierra y propiedades puede contribuir de forma decisiva a lograr avances sociales y económicos en los entornos rural y urbano, apoyar la reducción de la pobreza e impulsar la igualdad entre los géneros y la paz y la seguridad. La tenencia de la tierra, incluido un conjunto de tipos de tenencia adecuados a las condiciones y necesidades locales, como los derechos de propiedad comunitaria y la protección del patrimonio común, crea certidumbre acerca de lo que se puede hacer con la tierra o la propiedad y su utilización, y puede aumentar las oportunidades y beneficios económicos mediante la inversión.

La aplicación del estado de derecho en la explotación de los recursos naturales es esencial para asegurar un crecimiento y desarrollo económico inclusivo y sostenible, y para respetar, proteger y hacer efectivos los derechos humanos de las personas. Los recursos naturales gestionados de forma sostenible y transparente, de conformidad con los principios del derecho ambiental internacional, pueden ser el motor para el bienestar económico y servir de base para sociedades estables y pacíficas. Por otra parte, el daño causado por la la caza furtiva y el tráfico tiene repercusiones directas en las actividades de conservación, el estado de derecho, la gobernanza y el desarrollo económico. La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres de 1973, constituye el marco para la represión del tráfico ilícito de especies silvestres.