Los actos de piratería amenazan la seguridad marítima al poner en peligro, en particular, el bienestar de la gente de mar y la seguridad de la navegación y el comercio. Esos actos delictivos pueden dar lugar a la pérdida de vidas, daños físicos o toma de rehenes entre la gente de mar, perturbaciones importantes para el comercio y la navegación, pérdidas financieras a los propietarios de buques, un aumento de las primas de seguros y los gastos de seguridad, mayores costos para los consumidores y los productores, y daños al medio marino. Los ataques de los piratas pueden tener ramificaciones generalizadas, entre ellas prevenir la asistencia humanitaria y aumentar los costos de futuros envíos a las zonas afectadas.

La Secretaría de las Naciones Unidas, entre otras cosas, presta asistencia a los Estados en la aplicación uniforme y coherente del marco jurídico internacional para luchar contra los actos de piratería, como se refleja en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982 Disponible en inglés, complementada por otros instrumentos jurídicos internacionales pertinentes. Las actividades pertinentes incluyen el apoyo y la asistencia técnica a los Estados.

El marco jurídico internacional se complementa también con una serie de resoluciones del Consejo de Seguridad. Las Naciones Unidas también participan en la labor del Grupo de Contacto sobre la Piratería frente a las Costas de Somalia, que facilita el debate y la coordinación de medidas entre los Estados y las organizaciones para reprimir la piratería frente a las costas de Somalia, de conformidad con lo dispuesto en las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad. La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Somalia coordina esas actividades.

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