REUNIÓN INTERNACIONAL DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LA CUESTIÓN DE PALESTINA (Madrid) – Press release

REUNIÓN INTERNACIONAL DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE LA CUESTIÓN DE PALESTINA
Tema: “El camino hacia la paz israelí-palestina”
Madrid, 17 y 18 de julio de 2001

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PAL/2

17 de julio de 2001

EXPERTOS EN MADRID DISCUTEN ESFUERZOS

DE PAZ ISRAELÍ-PALESTINOS

Madrid, 17 de julio—Ninguna de las partes puede imponer una solución unilateral, dijo el miembro del Parlamento de Israel, Yossi Katz, en sus palabras centrales a la Reunión Internacional de las Naciones Unidas sobre la Cuestión de Palestina. Tan sólo cuando haya un alto el fuego bilateral podrán los partidarios de la paz en Israel exigir al Primer Ministro Ariel Sharon que muestre sus intenciones respecto de un acuerdo final.

Afirmo que aunque una mayoría de los israelíes considere que los asentamientos dificultan la consecución de la paz y deberían de ser evacuados, por la fuerza si fuese necesario, cada ataque en las calles lleva a que aumente la solidaridad con los colonos y a que disminuya la confianza en el proceso de paz. El cese de la violencia podría forzar al Primer Ministro a mostrar sus intenciones en la mesa de negociación y permitir que los israelíes juzguen si se ha aprovechado de la intifada para sus intereses políticos. Una tarea importante es aplicar las recomendaciones del Informe Mitchell sin ningún tipo de excusas.

Un miembro del Parlamento español, Manuel Marín, afirmó que bajo los Gobiernos Laboristas se han incrementado las opciones para la paz pero que los acuerdos internacionales han de ser respetados independientemente de que partido este en el poder. Los acuerdos son responsabilidad del Estado, no de los partidos. Continuó diciendo que la violencia es el principal adversario de la Autoridad Palestina. Es inútil tratar de individualizar quién tiene mayor responsabilidad.

El Ministro de Información, Cultura e Artes de la Autoridad Palestina, Yasser Abed Rabbo, dijo que no hay mejor oportunidad para aquellos que aman la paz en ambos lados para expresar sus propias ideas. Nadie sufre más la violencia que los palestinos y no hay nadie más deseoso de acabar con ella. Afirmó comprender la necesidad de seguridad por parte de Israel. Sin un arreglo político del tema de los asentamientos no hay manera de lidiar con la violencia. Las exigencias israelíes de que haya siete días consecutivos sin violencia es una precondición irrealista y un intento de acabar con el plan Mitchell.

La reunión de dos días en Madrid, organizada por el Comité para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino, se volverá a reunir mañana por la mañana para escuchar las exposiciones de los expertos sobre la situación en el territorio palestino ocupado. Bajo esta gran rúbrica, los expertos repasarán la situación de seguridad desde septiembre de 2000; la necesidad de protección internacional del pueblo palestino, incluida la aplicación de la Cuarta Convención de Ginebra de 1949; los esfuerzos internacionales orientados a poner fin a la crisis y reactivar el proceso de paz; el tema de los asentamientos; y el estado de la economía palestina.

También pronunciaron discursos Valerian Chouvaev, Jefe de la División para Palestina e Israel, Departamento del Oriente Medio y el África Septentrional, Ministerio de Relaciones Exteriores, Moscú; y Ignacio Alvarez-Ossorio, Profesor de Estudios Árabes y Islámicos, Universidad de Alicante.

Previamente a las exposiciones de los expertos, los representantes de la República Dominicana y Méjico expusieron sus consideraciones. Asimismo, participaron los representantes de la Comisión Económica y Social para el Africa Occidental (ESCWA) y del Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (HABITAT).

Discursos

El representante de la República Dominicana dijo que su gobierno siempre ha sido un firme valedor de las Naciones Unidas y de la comunidad internacional y las resoluciones 242 (1967) y 338 (1973) del Consejo de Seguridad. Asimismo apoya las pautas de la conferencia de Madrid de 1991. Condenó todo tipo de violencia y terror afirmando que sólo hay un camino hacia la paz entre Israel y Palestina, el dialogo y la negociación. A pesar de que el suyo es un país pequeño, tanto los países más grandes como los más pequeños deben de cooperar en este tema. Instó a que se intensifiquen los esfuerzos hacia el restablecimiento de la tan deseada paz.

El representante de Méjico dijo que su gobierno estaba profundamente preocupado por la rápida degradación de la situación en el Oriente Medio. El excesivo uso de la fuerza sólo exacerbará los sentimientos negativos entre ambas partes. El informe Mitchell debería arrojar nueva luz sobre la situación y ayudar a las partes a retornar al dialogo. Apoyó el reconocimiento total del derecho de los pueblos a la autodeterminación. Una solución política es el único camino hacia la paz.

El representante de la Comisión Económica y Social para Asia Occidental (ESCWA) afirmó que, tras diez años, el proceso de paz ha terminado en violencia y ruptura. El estancado proceso de paz ha estado acompañado de continuas privaciones para los palestinos, siendo los asentamientos israelíes el mayor obstáculo hacia la paz. En la mayor parte de los casos los asentamientos rodean comunidades palestinas o enormes áreas de tierra palestina son confiscadas para futuros asentamientos. Las perspectivas de una soberanía palestina se ven comprometidas por los acuerdos de seguridad israelíes. Un informe de ESCWA examinó los actos impuestos por las fuerzas israelíes y cómo afectaban a las vidas de los palestinos. El informe relata las repercusiones negativas de la ocupación israelí y indica que la creciente expansión de los asentamientos ha continuado afectando negativamente al proceso de paz. De acuerdo con el informe, el agua y el medio ambiente continúan siendo los temas clave. La deforestación del terreno contribuye aun más al deterioro.

El informe también revela que la ocupación israelí inhibe la inversión y el crecimiento, afirmó. La restricción sobre la circulación de bienes y personas contribuyen a la pérdida de ingresos y  la retención de los ingresos públicos por parte de Israel acentúa los problemas. ESCWA no es una agencia donante pero está preocupada por la situación en esta área. En la actualidad busca fondos para intensificar su asistencia a los territorios palestinos. La expansión de los asentamientos sigue minando los numerosos acuerdos bilaterales. Resaltó que el informe Mitchell y el principio de paz por territorios no han sido aplicados aún.

El representante del Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (HABITAT) afirmó que su agencia es el organismo de Naciones Unidas que tiene como cometidos principales proporcionar una vivienda adecuada para todos y unos  asentamientos humanos sostenibles. En relación con la cuestión de Palestina, el Centro tiene el mandato de aplicar su resolución titulada “Los Asentamientos israelíes ilegales en los territorios palestinos ocupados”. La resolución pide a las autoridades israelíes que apliquen una serie de medidas para permitir que el pueblo palestino en los territorios ocupados tenga aseguradas sus necesidades de vivienda, incluyendo el fin de la confiscación de las tierras palestinas y el establecimiento de asentamientos. Asimismo pide a las autoridades israelíes que devuelvan las tierras ocupadas que han sido alteradas antes y durante las recientes acciones ilegales a su estado original; que se abstengan de aplicar políticas que impidan o dificulten la emisión de permisos de construcción a los palestinos en los territorio ocupado, incluyendo Jerusalén; y que acepten la aplicación de jure de la Convención de Ginebra relativa a la protección de civiles en tiempo de guerra para las personas en el territorio palestino ocupado.

Asimismo afirmó que, sobre la base de esta resolución, se ha realizado una petición al Director Ejecutivo de HABITAT para que organice una reunión sobre la creación de un fondo para asentamientos humanos para el pueblo palestino en el territorio palestino ocupado. Así, invitó a los participantes a  tomar parte en la organización del encuentro ayudando política y/o financieramente a la preparación de los estudios necesarios para la creación del fondo durante la reunión internacional.

Panorama general de los esfuerzos de paz israelíes y palestinos

Exposiciones de los expertos

YOSSI KATZ, miembro del parlamento israelí (Knesset) por el Partido Laborista desde 1992 afirmó que, a pesar de que la era dorada de la cultura judía tuvo lugar en España bajo la dominación árabe, los judíos fueron expulsados de España en 1492. Como alguien que luchó por el proceso de paz, afirmo querer asegurarse de que Israel no expulse a otro pueblo de su tierra. El programa político que esbozó en Camp David el anterior Primer Ministro, Ehud Barak, habrá, con  leves retoques, de ser la base para los acuerdos de paz entre Israel y los palestinos. Afirmó no dudar que se ha acabado el proceso de paz. La única duda es cuántas muertes de gente inocente prepararán el camino hacia la paz. Los acuerdos llamarían a la creación de un Estado de Palestina independiente y a la creación de uno o dos grupos de asentamientos judíos dentro de las fronteras de 1967. El resto de los asentamientos serían evacuados. El Estado de Palestina recibiría tierras en compensación y el derecho de paso a cambio de las tierras que cediese.

Bajo estos acuerdos, tal y como él los vislumbra, el Estado de Israel pasaría a integrarse en los amplios esfuerzos internacionales tendentes a solucionar el problema de los refugiados palestinos, ayudando a aquellos Estados que acojan a refugiados palestinos, en especial al Estado de Palestina. Israel absorbería unos cien mil refugiados dentro de la línea verde. Jerusalén pasaría a dividirse de tal forma que a Israel  se le reconociese soberanía sobre la parte oeste, incluyendo Givaat Zee, Maale Adumin y otros cuantos nuevos barrios creados con posterioridad a 1967. El Al-Quds palestino incluiría los barrios de Jerusalén Este y los pueblos de los alrededores. El estatus de los Santos Lugares se trataría en un acuerdo distinto. La Ciudad Vieja estaría bajo un régimen especial y su estatus habría de ser fijado en diez o veinte años.

Afirmó que ninguna de las partes podrá hacer valer una solución unilateral. La demolición de viviendas palestinas fue un acto disparatado que él y algunos de sus colegas han condenado. Cualquier israelí que ha utilizado un lenguaje brutal y falto de respeto contra Yasser Arafat está cometiendo una grave equivocación. En cambio, se ha alentar a los líderes palestinos a que tomen todas las medidas necesarias para prevenir las actividades terroristas. El ex Primer Ministro, Shimon Peres, entró a formar parte del actual gobierno porque considero que es ahí donde podría hacer avanzar la paz y volver a llevar a las partes a la mesa de negociación. De cualquier manera, para que eso ocurra, la violencia ha de detenerse. Los líderes palestinos han de encontrar soluciones comprometidas. Tan sólo cuando se alcance un cese del fuego bilateral podrán los partidarios de la paz en Israel pedir al Primer Ministro Ariel Sharon que muestre todas sus cartas respecto a un acuerdo permanente.

Continuó diciendo que el apoyo de la opinión pública israelí al proceso de paz ha disminuido drásticamente. Aunque una mayoría de los israelíes considere que los asentamientos dificultan la consecución de la paz y deberían de ser evacuados, por la fuerza si fuese necesario, cada ataque en las calles hace que aumente la solidaridad con los colonos y  que disminuya la confianza en el proceso de paz. El cese de la violencia podría forzar al Primer Ministro a mostrar sus intenciones en la mesa de negociación y permitir que los israelíes juzguen si se ha aprovechado de la intifada para sus intereses políticos.

Dijo asimismo que la tarea más inmediata e importante es aplicar las recomendaciones del informe Mitchell sin ningún tipo de excusas. Sólo su total aplicación podría hacer regresar a las partes al proceso.

VALERIAN CHOUVAEV, Jefe de la División para Palestina e Israel, Departamento del Oriente Medio y el África Septentrional, Ministerio de Relaciones Exteriores, Moscú, dijo que el prominente lugar que el Medio Oriente ocupa en el mundo hace que la situación esté cargada de consecuencias para la paz y la seguridad internacionales. En los últimos tiempos, la tensión había disminuido levemente pero incidentes como que el que tuvo lugar ayer podrían dar al traste con estos progresos.

Afirmó que el informe Mitchell es primordial, principalmente porque las dos partes y la comunidad internacional lo han aceptado. El primer paso hacia la consecución del plan Mitchell es que ambas partes deben aplicar el acuerdo de alto el fuego. Es esencial que demuestren flexibilidad y voluntad de compromiso. El plan es como un acuerdo de conjunto y los elementos políticos se dirigen a la reanudación de las negociaciones sustanciales. Resaltó que es imposible garantizar la seguridad sin el regreso de las partes a la mesa de negociación. Mientras que es difícil decir que pasará en el futuro, uno de los puntos a debate se refiere a la puesta en práctica de medidas para el periodo transitorio. El problema ahora es convencer a los círculos políticos y al público para que den cuerpo a las recomendaciones.

Explicó que la postura de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad sobre el principio de paz por territorios no debería ser dejado de lado u olvidado. Apuntó que el proceso de paz iniciado en Madrid ha atravesado un largo camino pero que sigue siendo frágil y ha de ser preservado de peligrosos reveses. Todas las partes involucradas han de fomentar un discurso y unas actividades positivas. La violencia no lleva a nada: continuar con la violencia no contribuyó a la seguridad de los israelíes o a la consecución de los derechos del pueblo palestino. En el contexto de las relaciones internacionales, el Oriente Medio ha jugado un papel especial y ha tenido una posición estratégica. La tarea de redactar acuerdos concretos quedó principalmente para las partes involucradas pero en ocasiones ha sido difícil deshacer el nudo de los problemas que se habían acumulado. Sólo trazando un camino con la participación de las dos partes y los copatrocinadores se puede alcanzar la paz. Diez años después de la conferencia de Madrid no han  pasado en vano. Rusia hará todo lo posible para que el objetivo último de la paz en el Medio Oriente sea alcanzado.

MANUEL MARÍN, Miembro del Parlamento español, Madrid, dijo que prácticamente ya no existe proceso de paz al que se le había prestado tanta atención como a la conferencia de Madrid y los consiguientes acuerdos y entendimientos. No puso en duda los derechos inalienables del pueblo palestino o el derecho de los israelíes a la seguridad. Los acuerdos internacionales han de ser respetados. Cuando ha habido Gobiernos Laboristas se han incrementado las opciones para la paz. Bajo los gobiernos conservadores, las posibilidades para la paz disminuyeron. . De cualquier manera, los acuerdos internacionales han de ser respetados independientemente del partido que esté en el poder. Los acuerdos son responsabilidad del Estado, no de los partidos.

Continuó diciendo que la violencia es el principal adversario de la Autoridad Palestina. Es inútil tratar de individualizar quién tiene mayor responsabilidad. Uno de los problemas relacionados con el proceso de paz es que la diplomacia internacional lo puso en una cápsula. Cada vez que se hablaba de que iba a haber una guerra, ésta no tenía lugar. El proceso de paz ha durado demasiado. El cumplimiento de los acuerdos existentes es imperativo. La carga de la prueba recae sobre Sharon y  por ello se muestra pesimista. Si el partido laborista estuviese en el poder, las perspectivas serían mejores.

IGNACIO ÁLVAREZ-OSSORIO, Profesor de Estudios Árabes y Islámicos, Universidad de Alicante, dijo que es importante mirar hacia atrás, hacia el comienzo del proceso de paz. El marco de las negociaciones en Madrid tenía tantas limitaciones que cualquier observador podría haber previsto las dificultades. El proceso de paz tuvo un principio incierto. Desde que se inició, mucho antes de Madrid, con la adopción de la resolución 242 (1967), otros actores fueron marginados. El marco establecido por los Estados Unidos chocaba con las resoluciones de Naciones Unidas y mostraba sospechosas similitudes con las propuestas negociadoras israelíes, las cuales también marginaban a otros actores internacionales. Desde el principio, la voluntad de los Estados Unidos fue manifiesta. Se dio un papel de comparsa a la Unión Soviética a pesar de ser un copatrocinador. Las resoluciones del Consejo 242 (1967) y 338 (1973) debían guiar el proceso.

La administración de George Bush presentó una declaración de principios de la que ciertas líneas no podían ser tachadas. No se favorecía la creación de un estado palestino independiente. Al mismo tiempo, los palestinos se aseguraban el apoyo de los Estados Unidos a la continuación de la política de asentamientos de Israel. Aunque no se excluía una confederación jordano-palestina. La administración Bush había tratado de mantener una posición igualitaria ante las partes. A pesar de que llevó a los israelíes y a los palestinos a la mesa de negociación, sus limitaciones se hicieron patente finalmente.

Continuó diciendo que Israel tiene poder militar y económico. El proceso de paz perpetuará la asimetría. Una vez que la Declaración de Principios se firmó, era obvio que el criterio israelí de separar paz y territorios prevalecía sobre las opiniones palestinas. Durante los cinco años intermedios Israel tuvo vía libre para expandir sus asentamientos. Los palestinos tuvieron que ceder o posponer sus reclamaciones de alcanzar un estado soberano. Las tácticas tendentes a dilatar el proceso por parte de los sucesivos gobiernos israelíes han dado lugar a nuevas situaciones. La demografía de Jerusalén y Gaza se ha alterado por la expropiación de tierras y la modificación, por medio de la cantonalización, dividieron a los palestinos en tres zonas separadas. El principal inconveniente es que no se basaba en principios acordados por las partes.

En Madrid, continuó, se evitaron algunos asuntos. Los refugiados palestinos fueron apenas mencionados a pesar de que 4 millones de personas se veían afectadas por ello. Otro aspecto fundamental fue el hecho de que Israel ocupaba territorios árabes desde 1967. Otro asunto que no se consideró convenientemente fue el establecimiento de un estado palestino independiente. Cualquier acuerdo de este tipo hubiese estado abocado al fracaso desde el principio.

YASSER ABED RABBO, Ministro de Información, Cultura y Artes, Autoridad Palestina, Representante de Palestina, dijo que la principal preocupación del gobierno israelí es demostrar que se ha llegado a una situación de estancamiento y que no tiene un interlocutor palestino. Entre los palestinos hay una gran decepción, tal vez basada en su experiencia a lo largo de los años. La cuestión es, si Sharon no estaba interesado en el proceso de paz, ¿qué futuro nos espera?

Afirmó que la situación es más compleja de lo que era cuando no se encontraba bloqueada. No hay mejor oportunidad para aquellos que desean la paz en ambos lados para expresar sus propias ideas. En la actual atmósfera de enfrentamiento, el extremismo ha florecido. Los medios políticos no han sido empleados para tratar las causas del extremismo. En este asunto, la razón está en la ocupación. Nadie sufre más la violencia que los palestinos y no hay nadie más deseoso de acabar con ella. Más de 3.250.000 personas viven bajo la ocupación y sufren la violencia a diario. Afirmó comprender la necesidad de seguridad por parte de Israel. Los palestinos también necesitan unas condiciones de vida normales. Los israelíes pueden tener seguridad sin tener que lograrla a expensas de unas condiciones de vida mínimas para los palestinos. Ese mínimo incluye la autodeterminación.

Continuando, expresó que no puede haber diferencias cuando el asunto de los asentamientos pasa a formar parte de la cuestión de la seguridad. Esto conllevaría una extensión de la seguridad más allá de la línea verde, las fronteras establecidas en 1967. Sin un arreglo político de ese asunto no hay manera de lidiar con la violencia. Israel ha aceptado tan sólo las partes del informe Mitchell que hacen referencia a la seguridad exigiendo que, antes de aplicar las recomendaciones del informe, ha de haber siete días consecutivos sin violencia. Esta  precondición no realista es un intento de acabar con el plan Mitchell. Cuando los americanos aceptaron esta garantía, Sharon añadió otra, que él fuese el encargado de decidir cuándo había habido siete días sin violencia.

Señaló que los ataques contra el Presidente Arafat y otros, incluyendo los insultos y los asesinatos, han alcanzado niveles desconocidos desde el final de la guerra fría. Los extremistas en Israel han afirmado que el Presidente había rechazado la generosa oferta de paz pero de hecho, fueron ellos quienes rechazaron la paz. Hace dos días en una entrevista, el ex Primer Ministro Ehud Barak se unió a las voces de aquellos que hacen responsable al Presidente Arafat. Pero cuando los palestinos fueron a Camp David estuvieron sentados solos durante dos semanas. Barak rehusó reunirse con Arafat excepto para ir a dar un paseo y charlar sobre el tiempo y una cena en la que alabaron la cocina americana. Arafat no rechazó una generosa oferta de paz en Camp David. La oferta que se le presentó no alcanzaba el mínimo imprescindible, el derecho a la autodeterminación. Resaltó de nuevo que la intifada no ha sido una elección de los palestinos. Su única elección es la paz

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2019-03-12T20:24:50-04:00

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