
Las Naciones Unidas han reconocido que la explotación y el abuso sexuales constituyen un auténtico reto para todo el sistema que exige una respuesta unificada. En consonancia con esta nueva estrategia, el Secretario General instó a todos los organismos, fondos y programas a intensificar sus esfuerzos, adoptando medidas más enérgicas para prevenir, detectar, denunciar y tomar medidas decisivas contra quienes cometen estos actos abominables.