Un grupo de niños practicando cómo lavarse las manos correctamente

Respuesta de las Naciones Unidas frente al COVID-19

La pandemia del COVID-19 va más allá de una emergencia sanitaria. Es también una crisis económica, humanitaria, de seguridad y de derechos humanos. Ha puesto de manifiesto fragilidades y desigualdades muy graves entre países y dentro de ellos. Para salir de esta crisis será necesario un enfoque que incluya de manera integral a sociedades, gobiernos y al mundo entero en general, impulsado por la compasión y la solidaridad.

Imagen de la portada del informe

El Secretario General ha lanzado la nueva actualización 2021 del informe Respuesta Integral de las Naciones Unidas frente al COVID-19  (en inglés) con el objetivo de salvar vidas, proteger la sociedad y facilitar una recuperación que nos lleve a un lugar mejor. El documento ofrece nuevas y actualizadas aportaciones a su primeray  segunda edición, publicadas en junio y septiembre de 2020, respectivamente.

La Respuesta establece lo que podemos y debemos hacer:

  • Dar una respuesta global que no deje a nadie atrás.
  • Reducir nuestra vulnerabilidad a futuras pandemias.
  • Crear resistencia frente a futuras crisis, sobre todo al cambio climático.
  • Superar las graves desigualdades sistémicas expuestas por la pandemia.

La Respuesta promueve tres líneas de funcionamiento:

  • Dar una respuesta sanitaria a gran escala, coordinada e integral.
  • Adopción de políticas que hagan frente a los devastadores efectos socioeconómicos, humanitarios y de derechos humanos causados por la crisis.
  • Un proceso de recuperación en el que construyamos un mundo mejor.

El Secretario General publica informes sobre políticas, dirigidos a los gobiernos, con ideas sobre cómo abordar las consecuencias de esta crisis.

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Financiación de la respuesta

Las Naciones Unidas buscan financiación a través de tres planes principales:

  • Plan Estratégico de Preparación y Respuesta, para atender las necesidades sanitarias inmediatas.
    Este plan, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus asociados, establece las prioridades de la respuesta mundial a la pandemia. En él se especifican las medidas de salud pública que todos los países deben adoptar para prepararse y responder frente al COVID-19. Se financia con cargo a los presupuestos gubernamentales, el Fondo Central de las Naciones Unidas para la Acción en Casos de Emergencia, y el Fondo de Respuesta Solidaria de la OMS, que está abierto a empresas y particulares.
  • Plan Mundial de Respuesta Humanitaria, para mitigar los efectos en los 50 países más vulnerables.
    Este plan establece las prioridades en la respuesta frente a la pandemia en países pobres y vulnerables, y es el vehículo principal de movilizar recursos para hacer frente a las necesidades inminentes de salud y de otros sectores en más de 50 países. Está coordinado por OCHA y sus asociados del Comité Permanente entre Organismos, que incluye el Programa Mundial de Alimentos (PMA), Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Internacional para la MIgraciones (OIM), el Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de las Naciones para la Población (UNFPA), ONU-Hábitat, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y colabora con los llamamientos del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y de otras organizaciones no gubernamentales.
  • Marco de las Naciones Unidas para la respuesta socioeconómica inmediata, con el fin de lograr una rápida recuperación 

    Es el Marco de referencia que lideró las acciones del Sistema de las Naciones Unidas durante los primeros 12-18 meses con el objetivo de ayudar a la recuperación social y económica en los países de ingresos medianos y bajos. Si bien una proporción importante de la financiación de los programas de desarrollo sostenible de las entidades de la ONU, que asciende a 17.800 millones de dólares, iba dirigido al COVID-19, se necesitaron fondos adicionales a través del Fondo Fiduciario: "Recuperación hacia un mundo mejor", el cual ofrece ayuda a países de ingresos bajos y medios. .


     

Para conocer más sobre los esfuerzos de financiación relacionados con COVID-19, visite el Portal de datos de COVID-19.

Statistics on the UN-response to COVID-19: 1.9 million health and community workers trained; 45 million children, parents and caregivers provided with mental health support; 155 million children helped with learning; 28 million reached with critical water, sanitation and hygiene supplies; over 540,000 healthcare workers provided with personal protective equipment; 100 emergency medical teams deployed.