El Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, que se celebra cada año el 15 de julio, es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia estratégica de dotar a los jóvenes de competencias para el empleo, el trabajo decente y el espíritu empresarial. La Universidad de Tecnologías de la Información, Ingeniería y  Ciencias de la Administracion de Baluchistán - BUITEMS (Pakistán), Centro de la iniciativa Impacto Académico de las Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en inglés) para el Objetivo de Desarrollo Sostenible 8: Trabajo decente y crecimiento económico, es un centro de innovación fundamental para fomentar las metas de este Objetivo, en particular la meta 8.6: Reducir considerablemente la proporción de jóvenes que no están empleados y no cursan estudios ni reciben capacitación. En este artículo, los expertos de BUITEMS examinan esta cuestión desde varias perspectivas:

 

Preparar a los jóvenes para mejorar la economía digital y física

Por Faisal Khan, Vicerrector de BUITEMS, y Muhammad Nadeem, Profesor Adjunto del Departamento de Ingeniería Informática de BUITEMS

Con la pandemia de COVID‑19 se ha puesto en entredicho la integración social y económica de los jóvenes. Además, la repercusión en ellos es muy profunda y sistémica. Los jóvenes de todo el mundo ya se enfrentaban a la dificultad del mercado laboral incluso antes de la COVID‑19. En la actualidad, el retroceso económico se ha traducido en un mayor desempleo para este grupo en particular, situación que se ha deteriorado debido al cierre de escuelas, universidades y centros de formación en muchos países.

La COVID‑19 ha afectado a las personas y a las empresas de una manera para la que el mundo no estaba preparado. En concreto, cuando comenzaron los confinamientos y se interrumpieron las actividades presenciales, la carga de trabajo se trasladó a la industria de las tecnologías de la información. Sus aplicaciones se convirtieron en imprescindibles en la enseñanza y la formación técnica y profesional, la educación, la sanidad, los poderes públicos, la banca, así como en las empresas del sector público y privado.

Esto trajo consigo una verdadera necesidad de contar con plataformas de trabajo en línea apropiadas y seguras que permitiesen a las empresas, instituciones y organizaciones, además de los hospitales y centros médicos de cualquier tipo, acceder a las redes globales de información y a los recursos necesarios para combatir las adversidades provocadas por el virus. Además, tal y como se indica en el informe Educación durante la COVID-19 y más allá, esta pandemia mundial ha cambiado la manera de funcionar de todo el planeta.

Como ejemplos están las restricciones en una serie de sistemas existentes, así como la exigencia de reexaminar el papel de las tecnologías de la información en la productividad y el crecimiento económicos. De hecho, en los países se han establecido restricciones a la movilidad que han interrumpido el funcionamiento normal de la sociedad y la economía. Esto ha alterado la forma en la que las comunidades, empresas y personas se conectan y transfieren el conocimiento.

En consecuencia, tenemos que hacer posible que los jóvenes contribuyan a la mejora de la economía digital. Los aspectos clave son la privacidad digital, la ciberseguridad y la mitigación de las vulnerabilidades. En BUITEMS se ofrece orientación y apoyo, además de fomentar la concientización sobre la ciberseguridad, de forma conjunta con partes interesadas como la Digital Rights Foundation (Fundación de Derechos Digitales). Dada la importancia de la ciberseguridad en la economía digital, la formación de los jóvenes en estas cuestiones resulta fundamental para el mundo actual.

 

De la innovación al impacto y más allá: Preparar a los creadores de empleo del mañana

Por Muhammad Shah Khan, Director del Centro Nacional de Incubación - Quetta (NIC, por sus siglas en inglés), BUITEMS

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el próximo año la cifra de desempleo mundial superará los 200 millones de personas, además que los más afectados serán las mujeres y los jóvenes trabajadores. La actual pandemia de COVID‑19 contribuirá aún más a esta crisis. Es posible que los mecanismos tradicionales para crear empleo resulten insuficientes para abordar esta problemática. Se trata de un problema sistémico y, por tanto, necesita una solución sistémica.

En las instituciones de educación superior de todo el mundo, se puede formar a los estudiantes para que se conviertan en empresarios y se gradúen como creadores de empleo, en lugar de como buscadores de éste. Pakistán es uno de los países jóvenes más grandes del mundo, con un 63% de la población entre 15 y 30 años de edad. Pero la tasa de desempleo en este grupo es del 8,5%, una de las más altas de la región. Además, habría que generar más de un millón de puestos de trabajo al año para mejorar las tasas de participación en la fuerza laboral.

La única manera de crear este gran número de puestos de trabajo es aumentar la innovación y la actividad empresarial. Se ha demostrado que al aumentar la innovación y la actividad empresarial en una economía, crecen de manera considerable los clústeres industriales, la inversión y la creación de empleo. El Centro Nacional de Incubación - Quetta (NIC) en BUITEMS se concibió con el fin de impulsar el espíritu empresarial y la innovación como actitud.

En el NIC Quetta - BUITEMS el propósito es apoyar a hombres y mujeres jóvenes para que desarrollen empresas emergentes sostenibles y con impacto, con el fin de crear puestos de trabajo, revitalizar la comunidad, comercializar nuevas tecnologías, así como fortalecer la economía local y nacional. El NIC Quetta ya está dando resultados. En el centro se han creado 42 empresas emergentes, que han generado un total de 662 puestos de trabajo y han producido unos ingresos acumulados de unos 650 mil dólares estadounidenses.

Además de su programa de empresas emergentes, en el NIC Quetta se ha formado a 58 microempresarios, el 76% de los cuales son mujeres, a través de su programa de microempresas. Desde el Centro se han comprometido a proponer enfoques innovadores para influir en las personas y elevar el nivel de vida. Es necesario desarrollar más plataformas colaborativas para fomentar la mentalidad empresarial y promover la cultura emprendedora si queremos hacer frente a las alarmantes tasas de desempleo juvenil en el mundo. Esta es la única manera de avanzar.

 

El papel de la educación internacional en la lucha contra la pandemia

Por Sahar Faiz Khan y Muhammad Jawad Khan, Profesores Adjuntos del Departamento de Economía de BUITEMS

La sobrevivencia de una comunidad sana depende de varias formas de capital: social, cultural, natural, financiero, político, material y humano. Durante una pandemia, el desarrollo del capital humano, al ser uno de los pilares que necesitan las economías, es el que mayor atención recibe. El capital invertido en los seres humanos es el más valioso. Y la educación es, sin duda, la clave para alcanzar niveles de vida más altos, sobre todo en el mundo en desarrollo.

La formación del capital humano es resultado indudable de la educación. Los resultados de la educación pueden traducirse en un aumento de la participación de la población activa y mejores ingresos. Además, una mano de obra cualificada recibe mayores beneficios económicos. Mientras la educación cambia el destino de muchos, es la calidad de la educación la que permite a los trabajadores estar más capacitados a nivel internacional y puede suponer un cambio radical en los niveles de ingresos.

En cuanto a la meta 8.6, es fundamental el papel del sistema de escolarización internacional en el desarrollo de las competencias, y sin duda puede dar lugar a salarios más altos. En un estudio realizado por Sahar Faiz Khan y Muhammad Jawad Khan, se comparó a los graduados de dos sistemas educativos en Pakistán y se evidenció una brecha salarial mensual en los profesionales de la medicina basada en los certificados locales e internacionales en los niveles de educación secundaria.

Sobre la base de los resultados de este estudio se deberían diseñar estrategias para fomentar la resiliencia frente a los retos de estos tiempos y dotar a los jóvenes de una educación de primera clase para que puedan adaptarse a cualquier circunstancia. En la actualidad, el mundo espera que los jóvenes participen en las actividades de recuperación. La educación internacional para el desarrollo del capital humano puede utilizarse como una herramienta fundamental para ayudar a los jóvenes a recuperarse del impacto de la COVID‑19.

Es necesario mejorar el nivel de los sistemas educativos locales mediante la adaptación de los planes de estudios avanzados y los programas de formación del profesorado. Un esfuerzo colectivo y combinado de los sectores público y privado puede provocar un cambio radical en la estructura educativa de países como Pakistán, y abrir nuevas alternativas para que las mentes brillantes puedan deslumbrar a nivel internacional. En un contexto de globalización y graves dificultades, esta crisis es una oportunidad para mejorar.

 

Formación profesional para jóvenes trabajadores informales

Por Ikram Ullah, Profesor del Departamento de Economía de BUITEMS

En el mundo actual, la proporción de trabajadores en la economía informal supera en un 50% a la del empleo agrícola, y en un 82% a la del empleo no agrícola. La tendencia es creciente, a pesar de las previsiones de disminución de la economía informal. Aun así, los trabajadores informales, y los jóvenes en particular, no solo están expuestos a la amenaza de las crisis económicas, sino que su capacidad para recuperarse depende de su resiliencia. 

Un factor importante que influye en esta resiliencia es la formación profesional. Es una herramienta esencial que aumenta las perspectivas de empleo del aprendiz en la economía informal, a la vez que conlleva una mejora de los ingresos. Las políticas para este fin deben formularse a largo plazo, teniendo en cuenta la combinación de diversas leyes reguladoras e intervenciones estatales destinadas a lograr una mayor eficiencia productiva y la capacidad de crear recursos económicos sostenibles.

El primer paso hacia la formalización es reducir el déficit de trabajo decente. Resulta sorprendente que la ausencia de protección social en la economía informal no solo no haya frenado su crecimiento, sino que en algunos países se haya producido lo contrario. Los países en desarrollo, entre ellos Pakistán, están experimentando un cambio estructural y esta transición se está produciendo en gran medida en la economía informal urbana, donde abundan los empleos de baja productividad, poco cualificados y con bajos salarios.

Por lo tanto, es necesario centrarse en la formación profesional, cuyo resultado será una mejora en el perfil general de las habilidades: el aumento de la productividad y la eficiencia de un trabajador informal conduce a una economía fortalecida. En esta línea, desde el gobierno de Pakistán se puso en marcha una iniciativa de desarrollo de competencias denominada Programa de Desarrollo Juvenil Kayaab Jawan, de la que se han beneficiado miles de jóvenes pakistaníes que trabajan en la economía informal.

Solo si el plan de estudios se ha diseñado correctamente se podrán obtener los beneficios de los proyectos de desarrollo de competencias. Asimismo, hay factores que los hacen menos eficaces, como la duración, las creencias culturales, los factores financieros y la distancia o lejanía respecto de los centros de formación. A pesar de estas variables, un futuro económico próspero depende, en gran medida, de las oportunidades que se ofrezcan a los jóvenes de la economía informal, mediante una formación profesional moderna.