Según se va acercando el trigésimo aniversario del Día Internacional de la Familia (1994), que se celebrará en 2024, la División de Desarrollo Social Inclusivo del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DDSI/DAES) ha empezado a explorar megatendencias, como los cambios en las tecnologías, la migración y la urbanización, así como las transformaciones demográficas y el cambio climático, para analizar su impacto sobre las familias y recomendar políticas responsables y familiares. La formación de familias y la convivencia familiar exigen una urbanización sostenible y el acceso a una vivienda asequible, tal como marca el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 11, pues afectan a la salud y el bienestar de sus miembros. En este contexto, la celebración de 2022 del Día Internacional de la Familia el próximo 15 de mayo se centrará en la urbanización, con el objetivo de concienciar sobre la importancia de hacer las ciudades inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles para las familias.
Retos
De acuerdo con el informe del DAES World Urbanization Prospects: The 2018 Revision (Perspectivas de la urbanización mundial: la revisión de 2018), la mitad de la población mundial vive en áreas urbanas. De aquí a 2050, dos tercios de los habitantes de la Tierra residirán en ciudades. El movimiento de personas hacia zonas urbanas se ha visto impulsado por unas mejores perspectivas laborales y educativas, así como por las mayores oportunidades culturales y de ocio. No obstante, una urbanización rápida y no sostenible suele resultar en un aumento desproporcionado de la pobreza en las ciudades que afecta a familias y niños. En los casos extremos, se estima que 300 millones de habitantes de barrios marginales son niños. A menudo, las familias no se pueden permitir acceder a la educación, la alimentación y los servicios sanitarios, particularmente las que viven en la pobreza o que cuentan con ancianos o personas con discapacidad entre sus miembros, pues la mayoría trabajan en la economía informal sin redes de protección social. A pesar de los esfuerzos realizados a nivel local y nacional, las viviendas asequibles se están volviendo cada vez menos accesibles para familias de ingresos medios y bajos. A nivel mundial, se estima que el 70 % de los hogares vive con propiedades precarias. Y es que, más que un derecho humano, la vivienda es ahora un producto.
Soluciones que incluyan acciones de las Naciones Unidas y que destaquen el papel de la DDSI
El Día Internacional de la Familia de este año nos recuerda que debemos colaborar y centrarnos en la urbanización sostenible, de forma que las familias puedan permitirse acceder a una vivienda digna y disfrutar de espacios públicos en los que todas las generaciones puedan interactuar. ¿No ayudaría contar con una perspectiva de familia a la hora de diseñar las ciudades para residentes de todas las edades y de contemplar sus necesidades? Las familias necesitan acceder a una vivienda adecuada, agua potable, saneamiento, entornos de vida libres de contaminación, transporte público, sanidad, educación, cultura, seguridad y espacios verdes públicos.

El sistema de las Naciones Unidas promueve un desarrollo urbano sostenible que beneficia a las familias de todo el mundo. El Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) está trabajando por un mejor futuro urbano. Su misión es fomentar el desarrollo de asentamientos humanos social y medioambientalmente sostenibles y el logro de una vivienda digna para todos. La Estrategia a nivel de todo el sistema de las Naciones Unidas sobre el desarrollo urbano sostenible busca asistir a los Estados Miembros en la inversión en desarrollo urbano sostenible con el fin de cumplir la Agenda 2030 mediante una implementación colaborativa de la Nueva Agenda Urbana, un documento orientado a la acción que moviliza a los Estados Miembros y otros colaboradores para impulsar el desarrollo urbano sostenible a nivel local. Concibe ciudades y asentamientos humanos participativos, que fomenten el compromiso civil y que prioricen los espacios públicos verdes y de calidad que sean adecuados para familias y promuevan la cohesión social.
Por su parte, la DDSI apoya la Nueva Agenda Urbana y aboga por la inclusión de una perspectiva intergeneracional en el diseño de ciudades adaptadas a las familias. Los niños y los jóvenes necesitan entornos urbanos donde se encuentren a salvo para ir a la escuela de manera segura y acceder a lugares de juego y oportunidades de ocio que no entrañen riesgos, como instalaciones deportivas. Todas las generaciones, desde las personas de edad, pasando por los jóvenes y las personas con discapacidad, hasta las familias con niños, necesitan medios de transporte accesibles y movilidad. En el campo de la planificación urbana, han ido ganando terreno los nuevos enfoques intergeneracionales, en base a los cuales los planificadores urbanísticos, respaldados por las comunidades locales, están diseñando lugares intergeneracionales, como escuelas y residencias de ancianos cercanas las unas de las otras, de tal manera que las generaciones pueden interactuar y sentirse parte de una comunidad más amplia.
También destacamos la importancia de los esfuerzos comunitarios, especialmente las iniciativas localmente sostenibles. En este caso, los presupuestos participativos son esenciales, pues permiten a los residentes urbanos votar por proyectos que mejoran la vida en la ciudad, como la construcción de parques infantiles, bibliotecas públicas e infraestructuras de utilidad pública. Resulta alentador que, hasta ahora, 96 ciudades hayan aplicado metodologías de planificación participativas y hayan recopilado datos espaciales para mejorar la cohesión social entre migrantes, desplazados y comunidades anfitrionas.

La División que dirijo promueve la investigación y ofrece recomendaciones sobre políticas en apoyo de la Nueva Agenda Urbana. Durante la celebración de este año del Día Internacional de la Familia, lanzaremos un documento de información titulado "Migration, Urbanization, and the Family Dimension" ("Migración, urbanización y dimensión familiar"), que ofrecerá una perspectiva familiar de la urbanización junto con recomendaciones de políticas. El documento esgrime que las familias deberían situarse en el centro de las políticas en materia de vivienda. Las soluciones a largo plazo para la crisis de la vivienda asequible para familias deben poner el foco en el aumento de las oportunidades de alojamientos para familias de ingresos bajos, la revitalización de barrios desfavorecidos y el fomento de las oportunidades laborales.
La DDSI también apoya iniciativas de la sociedad civil, como la Declaración de Venecia sobre ciudades inclusivas para familias sostenibles, cuyo objetivo es movilizar proyectos locales y llamar, entre otros, al desarrollo de modalidades de convivencia intergeneracionales con servicios compartidos y a la atención de las necesidades de los más vulnerables, como las familias monoparentales, las familias numerosas y las familias de migrantes. Los firmantes se comprometieron a enviar un informe de supervisión con información sobre el progreso en la implementación de la Declaración. Desde el lanzamiento del proyecto en 2018, 86 ciudades y 42 regiones y territorios se han unido a él.
Conclusión
Una recuperación sostenible, inclusiva y verde es el camino para salir de las consecuencias negativas de la pandemia de COVID-19. Las Naciones Unidas, a través de su Nueva Agenda Urbana, visualiza ciudades con espacios públicos verdes y de calidad adecuados para familias y que promuevan la interacción social e intergeneracional. Las familias tal como las definen las comunidades indígenas, así como el impacto de la urbanización en su estilo de vida y sus territorios, son temas a los que la DDSI presta una atención especial. La División seguirá apoyando esta amplia visión del sistema de las Naciones Unidas y seguirá concienciando al público y a los responsables de políticas para que no pierdan de vista las necesidades de las familias y las personas de todas las generaciones en el desarrollo urbano sostenible. En el Día Internacional de la Familia, hacemos un llamamiento a la acción para hacer las ciudades más habitables, más verdes y más sostenibles para todas las generaciones. Para ello, también exigimos colaboraciones a largo plazo entre el sector público y el privado para invertir en vivienda asequible, infraestructuras y espacios públicos verdes para las familias urbanas de todo el mundo.
La Crónica ONU no constituye un registro oficial. Tiene el privilegio de acoger a los altos funcionarios de las Naciones Unidas, así como a distinguidos colaboradores de fuera del sistema de las Naciones Unidas cuyas opiniones no son necesariamente las de las Naciones Unidas. Del mismo modo, las fronteras y los nombres que se muestran y las designaciones utilizadas en los mapas o en los artículos no implican necesariamente un apoyo o una aceptación por parte de las Naciones Unidas.