Las industrias del tabaco y la nicotina tienen un largo y preocupante historial de marketing agresivo de productos nocivos, especialmente dirigidos a niños y jóvenes. Este problema es especialmente importante dado su impacto negativo en la salud y el futuro de nuestros hijos. Estas industrias se aprovechan de los jóvenes, conduciéndolos a la adicción con sabores dulces, empaques llamativos y mensajes engañosos. Estas tácticas pueden aumentar las ganancias, pero tienen un costo devastador para la salud humana. Debemos actuar con urgencia y decisión para detenerlas.
El consumo de tabaco mata a millones de personas cada año, y la introducción de nuevos productos con nicotina ha generado nuevas amenazas, especialmente para los jóvenes, que se exponen a la nicotina de formas insidiosas. El tema del Día Mundial Sin Tabaco de este año es “Desenmascarando el atractivo: Exponiendo las tácticas de la industria con respecto a los productos de tabaco y nicotina”. No podría ser más oportuno. Refleja un creciente reconocimiento de que estos productos no son alternativas inocuas al consumo tradicional de tabaco. Están diseñados para causar adicción y atraer deliberadamente a los jóvenes.
Los sabores como puerta de entrada a la adicción
Una de las tácticas más efectivas y peligrosas de la industria tabacalera es el uso de sabores. Desde el mentol hasta el mango, los sabores atraen a nuevos consumidores de nicotina, especialmente a los adolescentes, y enmascaran la aspereza del tabaco, facilitando el inicio y la continuidad del consumo de productos de tabaco y nicotina. Las investigaciones han demostrado sistemáticamente que los productos saborizados aumentan el atractivo del tabaco, especialmente entre los jóvenes, y contribuyen tanto a la iniciación como al consumo a largo plazo.
Ya en 2010, las Partes en el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconocieron los graves riesgos asociados a esta estrategia. Al adoptar las Directrices Parciales para la Aplicación de los Artículos 9 y 10 en el marco del Convenio, se recomendó prohibir o restringir los ingredientes utilizados para aumentar el atractivo y la palatabilidad de los productos, como los edulcorantes y los aromas. En consonancia con estas recomendaciones, el Grupo de Estudio de la OMS sobre la Reglamentación de los Productos de Tabaco publicó en 2016 una nota consultiva sobre el mentol, que consolidaba la evidencia reciente sobre su prevalencia y sus efectos en la salud. La conclusión fue clara: el mentol, así como sus análogos, derivados y precursores, debían prohibirse.
El Informe de Progreso Mundial del CMCT de la OMS de 2023 refuerza aún más esta conclusión. Como se señala en el informe, “una estrategia clave de la industria tabacalera para atraer a la gente al consumo de tabaco es enmascarar la aspereza del tabaco con aromas, lo que contribuye a la promoción y al consumo sostenido de productos de tabaco”. El informe también destaca que, a pesar de las claras recomendaciones, muchas Partes en el Convenio aún enfrentan dificultades para aplicar plenamente los artículos 9 y 10 del tratado, en particular en relación con los productos aromatizados.
Esta brecha en la implementación crea una peligrosa laguna legal que la industria está ansiosa por explotar. Incluso en países que prohíben los productos saborizados, las empresas han introducido accesorios de sabor, como cápsulas de sabor o tarjetas de aroma adicionales, para eludir las regulaciones. Esto subraya la importancia no solo de establecer prohibiciones, sino también de cerrar todas las brechas regulatorias para evitar la elusión por parte de la industria tabacalera.
El llamado a la acción: Prohibir los productos de tabaco saborizados para proteger a los jóvenes
La urgente necesidad de prohibir el tabaco saborizado y los productos con nicotina no se limita a regular los sabores, sino que también busca proteger a los niños de la adicción permanente y de enfermedades prevenibles. La evidencia demuestra que los jóvenes tienen mayor probabilidad de comenzar a consumir tabaco o productos con nicotina cuando están saborizados. Una vez adictos, es más probable que se conviertan en consumidores a largo plazo, un hecho bien conocido por la industria.
Puede que los productos hayan cambiado desde cigarrillos a elegantes vaporizadores, pero el objetivo de la industria sigue siendo el mismo: atraer a nuevos usuarios rápidamente y conservarlos de por vida.
El Convenio Marco para el Control del Tabaco: una herramienta poderosa para abordar las tácticas de la industria
CMCT es el primer tratado de salud pública negociado bajo los auspicios de la OMS. Reafirma el derecho de todas las personas al más alto nivel posible de salud y proporciona un marco jurídicamente vinculante para el control del tabaco. Proporciona a los países herramientas concretas para combatir las tácticas de la industria. Cuatro artículos del Convenio son especialmente contundentes en este sentido:
- Artículo 9 – Reglamentación del contenido de los productos de tabaco: Este artículo faculta a los gobiernos para regular los ingredientes, incluidos los aromas, que aumentan la palatabilidad y la adicción del tabaco. Es un mecanismo crucial para eliminar aditivos nocivos y atractivos, y evitar que se enmascaren los efectos nocivos del tabaco.
- Artículo 10 – Reglamentación de la divulgación de información sobre productos de tabaco: Al exigir la divulgación completa de los ingredientes, este artículo promueve la transparencia. Los consumidores merecen saber qué contienen los productos que usan, y los gobiernos necesitan esta información para aplicar regulaciones eficaces.
- Artículo 13 – Publicidad, promoción y patrocinio del tabaco: Este artículo exige la prohibición total de la publicidad, incluso en plataformas digitales y medios de entretenimiento, que se han convertido en importantes espacios de promoción dirigidos a los jóvenes. Las directrices para la implementación del artículo 13 también abordan la publicidad y la representación transfronteriza en medios de comunicación y redes sociales, áreas clave que la industria está explotando.
- Artículo 16 – Ventas a menores y por menores: Este artículo establece restricciones al acceso de los jóvenes, incluyendo límites de edad, licencias para vendedores y la prohibición de ventas cerca de escuelas. Estas restricciones son esenciales para reducir la accesibilidad y la visibilidad de los productos de tabaco entre los menores.

El poder combinado de las medidas de la Convención y las decisiones de los órganos rectores de las Partes en la Convención proporciona a los países una base jurídica sólida para prohibir o controlar los productos de tabaco y nicotina aromatizados, especialmente para proteger a los jóvenes de iniciar su uso y desarrollar adicción.
Este problema va más allá de las políticas públicas; se trata de proteger a nuestros niños, nuestras familias y nuestras comunidades de productos diseñados para provocar adicción y matar.
Proteger la salud pública: más que solo regulación
La regulación por sí sola no basta. Las industrias del tabaco y la nicotina se adaptan incansablemente a los nuevos marcos legales. Por ello, el artículo 5.3 del Convenio, que aborda la interferencia de la industria, es transversal y, por lo tanto, tan esencial. Exige a las Partes en el Convenio que protejan las políticas de salud pública de los intereses comerciales de la industria tabacalera. Esto implica rechazar las alianzas, resistir el lobby y mantener los espacios de toma de decisiones libres de la influencia de la industria. Además, los gobiernos deberían:
- prohibir los sabores en todos los productos de tabaco y nicotina, incluidos los accesorios que permiten agregar sabores después de la venta;
- insistir en el empaquetado sencillo de los productos de tabaco y limitar los elementos de diseño de los productos que atraen a los jóvenes;
- hacer cumplir las prohibiciones de publicidad que se extienden a las redes sociales, el marketing de los influencers y el entretenimiento;
- garantizar espacios públicos libres de tabaco y nicotina para proteger a los no consumidores y desnormalizar el uso de estos productos; y
- fortalecer la aplicación de las restricciones de edad y regular las ventas y entregas en línea.
El progreso mundial y el camino a seguir
Muchos países ya han tomado medidas audaces, pero el progreso sigue siendo desigual y las tácticas de la industria siguen evolucionando. Algunos países carecen de regulaciones integrales, mientras que otros tienen dificultades para aplicarlas. La cooperación internacional es vital en este sentido. Al compartir las mejores prácticas, fortalecer la capacidad regulatoria y unirse contra la manipulación de la industria, la comunidad global puede acelerar el progreso.
Este problema va más allá de las políticas públicas; se trata de proteger a nuestros niños, nuestras familias y nuestras comunidades de productos diseñados para provocar adicción y matar. Las tácticas de la industria pueden estar evolucionando, pero nuestra determinación debe mantenerse firme.
El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco y las decisiones de su órgano rector ofrecen una hoja de ruta. Nos brindan las herramientas para desenmascarar el atractivo de la industria tabacalera, frenar sus tácticas y priorizar la salud sobre las ganancias. Pero será necesario que todos —gobiernos, legisladores, defensores, padres y jóvenes— hagamos realidad esta visión.
Debemos actuar ahora. Por nuestros hijos. Por nuestro futuro. Por un mundo libre de adicción al tabaco y la nicotina.
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