12 diciembre 2024

¿Puedes nombrar a algún compositor ucraniano? Hay una razón por la que probablemente no puedas hacerlo, incluso si eres un amante de la música y un visitante habitual de las salas de conciertos. Y esa razón no es que la música clásica ucraniana no exista.

La guerra en curso tiene un objetivo estratégico general, además de la mezquina conquista territorial: la destrucción de la identidad nacional ucraniana. No es la primera vez que Ucrania sufre un intento de este tipo. Durante siglos de su trágica historia colonial bajo diferentes regímenes políticos, Ucrania ha sufrido no solo la apropiación cultural, sino también la prohibición del uso del idioma ucraniano, la destrucción de objetos culturales y la persecución y eliminación física de artistas, intelectuales y figuras culturales ucranianos.

Esto está sucediendo de nuevo en nuestros días. Según el Ministerio de Cultura y Comunicaciones Estratégicas de Ucrania, del 22 de febrero de 2022 a octubre de 2024, más de 130 personalidades del ámbito cultural, entre compositores, intérpretes, cantantes de ópera, directores y representantes musicales, fueron asesinadas en Ucrania. Al menos 2.109 obras de infraestructura cultural resultaron dañadas y otras 368 fueron destruidas, entre ellas teatros de ópera, salas de conciertos e instituciones de enseñanza musical. Por supuesto, las cifras reales son aún mayores, dado que la guerra comenzó en febrero de 2014.

Como la música vive de ser escuchada, los espacios de actuación son esenciales para dar “voz” al repertorio ucraniano.

En la actualidad, diversas instituciones estatales, iniciativas privadas y activistas individuales se dedican a preservar y promover la música clásica ucraniana, tanto en Ucrania como en el mundo entero. A petición de la Crónica ONU, compartiré aquí mi experiencia personal como profesional de la música en este sentido.

La música está amenazada

La amenaza que la guerra supone para la cultura musical tiene varias dimensiones. Una de ellas es el riesgo de daño, pérdida o destrucción de la música en su forma física: las partituras musicales. La búsqueda de partituras, su sistematización, digitalización y posterior publicación y distribución a la comunidad de intérpretes e investigadores es fundamental para la supervivencia de la música ucraniana. Es necesaria para todos los pasos posteriores, desde el uso en la educación hasta ser interpreta por los músicos de todo el mundo. El aspecto "físico" de la práctica musical también incluye la disponibilidad de instituciones musicales y de instrumentos musicales. Todo esto corre actualmente el riesgo de destrucción, lo que pone en peligro tanto las actividades profesionales de los músicos de hoy como el futuro de la cultura musical representada por las escuelas de música.

Como la música vive de ser escuchada, los espacios de actuación son esenciales para dar “voz” al repertorio ucraniano. Los conciertos en Ucrania se celebran bajo la constante amenaza de destrucción, lo que obliga a las instituciones a celebrar los eventos en el metro o en refugios especiales, cuando no se cancelan por completo. Los eventos que sí se celebran suelen verse interrumpidos por apagones o alarmas antiaéreas, ya que los intérpretes y el público tienen que desplazarse a refugios antiaéreos. Músicos, representantes, investigadores y críticos musicales luchan en primera línea y, con frecuencia, resultan heridos o dan la vida por la libertad de su país. Para miles de ucranianos en Ucrania cuyas vidas han sido trastocadas y que cada día se enfrentan a la amenaza de muerte, trabajar para mantener la vida cultural del país en tiempos de guerra es un auténtico acto de resistencia.

Fuera de Ucrania, el sonido de la música ucraniana suele transmitir mensajes directos o indirectos sobre la guerra en curso o sobre la necesidad de apoyo militar y humanitario. Los programas de conciertos con música ucraniana también desempeñan un papel educativo fundamental, ya que, por desgracia, el mundo aún conoce muy poco sobre la historia y la cultura de Ucrania. Sin embargo, para que la música ucraniana tenga un lugar sostenible en el repertorio mundial, su representación debe ir más allá del contexto militar, los proyectos benéficos y la dependencia directa de las tendencias políticas y sociales.

Mi experiencia en la promoción del patrimonio musical ucraniano

Es evidente que los propios ucranianos deberían ser los principales embajadores de la música ucraniana en el mundo. En abril y mayo de 2022, la Orquesta Sinfónica de Kiev, de la que entonces fui la directora ejecutiva, realizó una gira europea denominada “La voz de Ucrania”, cuyo programa incluía obras de Maksym Berezovsky, Mykola Lysenko, Borys Lyatoshynsky y Myroslav Skoryk, además de música de Europa occidental. Pocos de nuestros colegas occidentales conocían siquiera estos nombres, aunque Borys Lyatoshynsky fue uno de los sinfonistas más importantes del siglo XX. Por eso era aún más importante interpretar esta música en prestigiosas salas de conciertos, como la Filarmónica Nacional de Varsovia (Polonia), la Filarmónica de Berlín y la Filarmónica del Elba (Hamburgo, Alemania). Desde entonces, varios conjuntos sinfónicos y de cámara ucranianos han cumplido una misión cultural a ambos lados del Atlántico.

Muchas familias cuyos hijos estudian música perdieron sus instrumentos cuando sus casas fueron destruidas en ataques aéreos, combates terrestres u ocupación.

Sin embargo, la interpretación de música ucraniana por parte de músicos predominantemente ucranianos, en conciertos individuales o en proyectos de corta duración organizados por personalidades ucranianas o por instituciones occidentales como gesto de solidaridad, ocupa un lugar marginal en la planificación a largo plazo de las instituciones musicales del mundo. Por este motivo, mis colegas y yo estamos trabajando para hacer que esta música sea atractiva y accesible para los profesionales de la música clásica de todo el mundo.

A finales de febrero de 2022, junto con mi colega Liubov Morozova del Club Lyatoshynsky y nuestros colegas del proyecto Ukrainian Live y del Instituto Ucraniano, pusimos en marcha un proyecto para recopilar partituras ucranianas en un archivo en línea a gran escala. Muchas de estas partituras nunca se han publicado y, a menudo, ni siquiera los músicos ucranianos tienen acceso directo a ellas. Esta colección sigue creciendo y cada vez más entusiastas (musicólogos, curadores, directores e intérpretes) se suman al movimiento. Buscamos partituras en archivos públicos y privados y nos ponemos en contacto con solistas y conjuntos que hayan interpretado obras específicas con anterioridad y que, por tanto, aún puedan tener acceso a determinadas partituras. Tras reunir rápidamente una colección inicial, empezamos a ponernos en contacto con instituciones y músicos individuales de todo el mundo que se ofrecían a interpretar música ucraniana. Contraté a la Filarmónica de París y a la Orquesta de París, que me pidieron que comisariara un programa sinfónico. La investigación y la asistencia curatorial para descubrir el repertorio ucraniano son realmente importantes, ya que es desconocido fuera de Ucrania, incluso para los profesionales de la música clásica. Gracias a la solidaridad de la Filarmónica de París, también hemos organizado ayuda directa para músicos de orquestas ucranianas que se encuentran en situaciones difíciles en su país o en el extranjero. A través de un proyecto de misión específico, ayudamos a decenas de músicos ucranianos a conseguir contratos temporales con orquestas de nivel nacional en Francia, brindándoles la oportunidad de seguir actuando y representar a Ucrania a nivel profesional en las principales instituciones europeas.

En este aspecto humanitario del apoyo a la música ucraniana, también cabe mencionar la importancia de la ayuda a las escuelas de música y a las familias de los jóvenes músicos afectados por la guerra. Muchas escuelas que sobrevivieron a la ocupación o a los ataques a civiles han resultado dañadas o destruidas, incluyendo, a menudo, la destrucción de los instrumentos musicales y otros equipos que los estudiantes necesitan para sus estudios. Muchas familias cuyos hijos estudian música perdieron sus instrumentos cuando sus casas fueron destruidas en ataques aéreos, combates terrestres u ocupación. Para ayudar a los jóvenes músicos a seguir practicando la música, yo, junto con la activista Iryna Gorkun-Silén de la Asociación Ucraniana en Finlandia, hemos coordinado un esfuerzo para recoger y enviar instrumentos musicales y equipos a las escuelas y familias afectadas. En la temporada 2023/2024, esta iniciativa formó parte del proyecto de misión de la Filarmónica de París.

En mayo de 2023, fundé en París el Proyecto 1991, dedicado íntegramente a la popularización de la música ucraniana. Gracias al apoyo del Centro Global de Columbia en París y del Instituto de Ideas e Imaginación, así como del Instituto Harriman de la Universidad de Columbia, organizamos regularmente conciertos de cámara, con una política de repertorio que incluye obras de compositores ucranianos con música de compositores de diferentes países. Nuestros programas están diseñados para demostrar la incorporación de la música ucraniana desde la era clásica hasta la actualidad en las tendencias culturales globales. Poco a poco, además de los músicos ucranianos, en su mayoría miembros del proyecto de misión ucraniana de la Filarmónica de París, hemos comenzado a invitar a famosos intérpretes occidentales a participar en nuestros conciertos. Esto permite a los músicos no ucranianos enriquecer su repertorio con obras ucranianas, al mismo tiempo que aprovechan su fama para convertirse en “embajadores de la música ucraniana” que animan al público internacional a investigar este repertorio. El Proyecto 1991 también ofrece partituras de obras ucranianas raramente interpretadas a orquestas y conjuntos, como la Orquesta Nacional de Île -de-France y la Orquesta Colonne, y a solistas como Jean-Guihen Queiras.

Qué puedes hacer

Nadie sabe cuándo ni cómo terminará la guerra. Nadie sabe cuántas personalidades del ámbito culturales ucranianas más morirán en el campo de batalla o en sus hogares durante los ataques con misiles, ni cuántos teatros, archivos, museos y escuelas serán destruidos. Pero para que Ucrania sobreviva, su cultura y su identidad deben preservarse. Cualquiera puede ayudar. Los aficionados a la música pueden pedir a las instituciones y orquestas que incluyan música ucraniana en su programación. Los amantes de la música pueden asistir a conciertos con música ucraniana en el programa y escuchar a compositores ucranianos en cualquier plataforma que utilicen. Cualquiera puede encontrar y sumarse a iniciativas para ayudar a la música o a los músicos ucranianos: cualquier ayuda es importante. Ucrania tiene mucho que ofrecer al mundo. Ucrania tiene una voz que merece ser escuchada.

 

 

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