Nicole Beckeractivista climática argentina, es cofundadora de Jóvenes por el Clima, un movimiento político y social que aboga por una acción climática con medidas concretas a través de políticas públicas justas y equitativas. En 2019, Jóvenes por el Clima organizó la primera huelga climática multitudinaria en Argentina.

 

 

 

“Cuando empecé a comprender que la crisis climática estaba relacionada con una violación de los derechos humanos básicos, como el derecho a la salud, a disponer de agua potable, a la vivienda, e incluso a la vida, mi mente hizo clic", afirma Nicole, que se está preparando para ser abogada en Buenos Aires. 

"Comencé a leer las proyecciones sobre cómo iba a ser el futuro que iba a heredar mi generación pero que, al mismo tiempo, no habíamos recibido. Un poco de esa angustia que sentí fue la que me empujó a convertir esa rabia y esa preocupación en acciones, y creo que convertir esa rabia en una acción colectiva ha sido una de las mejores decisiones de mi vida".

"Lo que sucedió fue lo siguiente: en Instagram, vi un vídeo de Greta [Thunberg] y otros jóvenes de Europa llamando a la primera movilización internacional que tuvo lugar el 15 de marzo de 2019". Cuando vi ese vídeo pensé 'bueno, ¿por qué yo no sé nada acerca de esto? y ¿por qué ese movimiento que se estaba produciendo en Europa no existía aquí en Argentina, donde vivo?'. De hecho, esa pregunta y esa curiosidad me llevaron a empezar a investigar sobre el tema; cuando busqué "cambio climático", el primer sitio que apareció fue el de Naciones Unidas y el titular decía "la crisis climática es una cuestión de derechos humanos". 

Ese mismo año, debido al cambio climático Argentina afrontó temperaturas excepcionalmente altas e importantes inundaciones en algunas zonas del país. De hecho, los cálculos anuales de riesgos y pérdidas financieras derivadas de los fenómenos meteorológicos mostraron que las mortíferas inundaciones en Argentina y Uruguay de enero de 2019 fueron uno de los 40 desastres mundiales más destructivos y costosos del año.

En la actualidad, Argentina continúa enfrentándose a niveles récord de retroceso de los glaciares, sequías y olas de calor devastadoras, problemas que también se producen en todo el mundo. A medida que continúa el aumento de la temperatura del planeta, los efectos del cambio climático son cada vez más fuertes, se sienten con mayor frecuencia y afectan a más ecosistemas y países. Sin embargo, según UNICEF, los países considerados de ‘riesgo extremadamente elevado’ en cuanto a amenazas climáticas y medioambientales, como la contaminación del aire, las inundaciones y las olas de calor, son los que menos emiten. 

Para reconocer el derecho de todos a un medio ambiente saludable, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó en 2021 una resolución histórica que establece el derecho a un medio ambiente limpio, saludable y sostenible como derecho humano fundamental. En julio de 2022, el organismo con mayor poder de convocatoria de las Naciones Unidas, la Asamblea General, siguió sus pasos.

“Todos los derechos humanos dependen de un medio ambiente saludable; no podemos estar sanos, comer alimentos adecuados y nutritivos, beber agua limpia y respirar aire puro sin ello", declaró Michelle Bachelet, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el Diálogo sobre Derechos Humanos de Glion, que se celebró en mayo de 2022. 

Como activista climática motivada para impulsar el cambio, Nicole es optimista en cuanto a que conseguir un mundo mejor es posible y afirma que "a veces, nos olvidamos de que podemos conseguir otro mundo". “Mi consejo sería: no olvides que otro mundo es posible; otro mundo más justo desde el punto de vista social y medioambiental”.

"Por encima de todo, siento que lo que más deseo es que haya un consenso y un acuerdo sobre 'cuál es el camino que debemos seguir' y que todos nos pongamos de acuerdo en cómo emprenderlo, y que en unos años seamos realmente capaces de detenerlo [el cambio climático]. Creo que la única manera de detener la crisis climática es con la acción colectiva, y eso también está relacionado con los acuerdos entre los gobiernos, los países y el sector privado. Considero que la situación está clara: si no actuamos ya, el futuro que nos espera no va a ser muy agradable, pero pienso que es importante que nos pongamos de acuerdo sobre cuál es el camino que debemos emprender y que este camino sea más justo desde el punto de vista social y medioambiental".