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Mantener la riqueza del agua en las Montañas Pamir

Narración

El río Panj serpentea por la cordillera del Pamir Oriental, creando una frontera entre Tayikistán y Afganistán.

El pueblo tayiko de Ishkashim es conocido por su colorido mercado transfronterizo, donde los afganos y tayikos intercambian mercancías y dinero gracias a un puente que vincula a los dos países.

Pero para la gente de Ishkashim, el comercio no es la principal fuente de ingreso. // La mayoría son campesinos que trabajan en un terreno montañoso y seco.

El agua es abundante aquí. Fluye desde las cimas nevadas de las montañas que alimentan el poderoso río Panj.

Y el reto ha sido llevar agua a la tierras de cultivo. // Gracias a una red de canales construidos gradualmente, Ishkashim ha sido desde hace mucho tiempo un oasis de campos verdes y huertos en medio de las áridas montañas que lo rodean.

Pero recientemente, el acceso al agua se ha convertido en un serio problema para campesinos como Anvar Alidodov.

«Con el paso del tiempo, debido al gran flujo de agua, el cemento se debilitó y se desmoronó. Estaba claro que la gente de aquí tenía que repararlo. De lo contrario, perderíamos nuestras tierras.»

Este canal fue construido hace varias décadas, cuando Tayikistán era parte de la Unión Soviética.

Al derrumbarse el canal, Anvar y los otros campesinos ya no podían irrigar sus tierras. Pero carecían de recursos y coordinación para repararlo.

Un equipo de expertos tayikos e internacionales y de funcionarios ha estado visitando Ishkashim durante varios años como parte del proyecto de Gestión Sostenible de Tierra del Alto-Pamir y Pamir-Alai, conocido como PALM.

«Nuestro objetivo es usar esta tierra de manera sostenible para reducir el nivel de pobreza en la región.»

Respaldado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, PALM es un proyecto implementado por el Programa de la ONU para el Medio Ambiente y la Universidad de Naciones Unidas. El equipo estudia el uso de las tierras por los habitantes de las Montañas Pamir usa.

«Gran parte de la infraestructura de irrigación en la región no funciona bien en la actualidad. Muy poca agua llega a las tierras de cultivo donde se necesita”.

Los aldeanos discutieron sus problemas con los investigadores y decidieron actuar.

Con el respaldo técnico y financiero necesario, Anvar se unió a sus vecinos para reparar el canal.

«Con el respaldo del proyecto PALM pudimos reconstruir más de 2.600 metros del canal, mejorar sus tramos peligrosos y reforzar el dique.»

Los aldeanos también han establecido un fondo para pagar el mantenimiento en el futuro.

Con el el Rio Panj que vuelve a fluir en el canal, la gente en esta región montañosa puede ahora irrigar sus campos y tener alimentos todo el año.

Este reportaje fue producido por Luis Patrón para las Naciones Unidas.

2 de julio de 2013

El agua del río Panj, a su paso entre las montañas Pamir, en Tayikistán, es abundante, pero las canalizaciones construidas hace décadas para la agricultura se están desmoronando. La ONU contribuye a reparar estas arterias que dan vida y riqueza.

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