2 de junio de 2021

El mercado mundial de bicicletas está experimentando un fuerte crecimiento. Ya antes de la pandemia de COVID-19 marchaba bien, pero ahora su ritmo es mayor que nunca: las personas están empezando a comprender el verdadero poder de las bicicletas. En el Día Mundial de la Bicicleta 2021, celebramos esta mayor utilización de las bicicletas y la idea de que las personas que circulan sobre dos ruedas pueden cambiar el mundo. 

Los datos de Strava Metro y Google muestran un considerable aumento de la práctica del ciclismo en casi todos los rincones del mundo. El número de búsquedas de direcciones para andar en bicicleta en Google creció un 69 % a escala mundial entre febrero y junio de 2020. Las medidas planificadas y ya ejecutadas para el fomento del ciclismo están transformando nuestro entorno, puesto que muchas personas, pero también autoridades nacionales y regionales, han optado por la bicicleta como la solución de movilidad más segura durante la pandemia. La bicicleta es el medio de transporte más saludable y más respetuoso con el medio ambiente, además de ser el más inclusivo y el más eficaz en función de los costos. 

En un momento en que los proveedores de bicicletas se esfuerzan por seguir el ritmo de la demanda, las ciudades rediseñan sus calles y los economistas calculan las cuotas de mercado potenciales, nuestra organización, World Bicycle Relief, ha visto confirmada la validez de su misión: empoderar a la población y a comunidades enteras mediante la movilidad en bicicleta para poner fin a la pobreza generacional crónica en las zonas rurales de manera escalable y sostenible. 

A nuestro juicio, los programas de fomento del ciclismo a gran escala en ecosistemas favorables a la práctica de este deporte tienen el potencial de generar cambios positivos y de contribuir de forma significativa al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a nivel mundial. Para ello es necesario reconocer el papel crucial que desempeñan las soluciones de transporte sostenible en la mejora del crecimiento inclusivo, la ampliación del acceso a los servicios esenciales, el aumento de la igualdad de género y la lucha contra el cambio climático. 

Las bicicletas como solución de transporte

En las regiones rurales en desarrollo, donde la mayoría de la población carece de acceso a servicios de transporte seguros, asequibles y fiables, y la mayoría de las personas solo pueden desplazarse a pie o pagando minibuses atestados, las bicicletas pueden suponer un cambio radical. World Bicycle Relief proporciona bicicletas y programas de apoyo específicamente diseñados para las zonas rurales en desarrollo. Las bicicletas Buffalo, de montaje local, se caracterizan por su gran solidez y ofrecen una capacidad de transporte de 100 kg. Son eficaces en función de los costos y fáciles de mantener. Los ecosistemas de movilidad en bicicleta gestionados por la comunidad garantizan la disponibilidad de piezas de repuesto y mecánicos capacitados, así como de las competencias y el conocimiento necesarios para reparar las bicicletas y prestar servicio a los usuarios. 

A lo largo del año pasado, la demanda de bicicletas creció en los países de África Subsahariana a los que servimos y en Colombia, al igual que en el resto del mundo. El precio de los billetes de autobús aumentó como consecuencia de la reducción del número de usuarios del transporte público, y la normativa gubernamental limitó las opciones disponibles. La pandemia forzó el cierre de grandes mercados, obligando a las empresas a adaptarse a la nueva situación con las ventas a domicilio. Las personas que viven en zonas remotas tuvieron especiales dificultades para obtener alimento y tuvieron que desplazarse a mercados lejanos debido a la interrupción de las cadenas de suministro. Allí donde la gente tenía ya problemas antes de la pandemia, la profundización de la brecha de transporte no ha hecho sino empeorar las cosas. El valor de la bicicleta nunca había sido tan evidente; así lo ilustra el hecho de que, en la mayoría de los países, las empresas dedicadas al negocio de las bicicletas obtuvieron rápidamente el estatus de “servicios esenciales”.

El impacto de una bicicleta
Antes de la pandemia, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) estimaba que aproximadamente 132 millones de niñas se encontraban ya fuera de la escuela en todo el mundo. En la actualidad hay otros 11 millones en riesgo de no regresar a las escuelas cuando reanuden su actividad. La movilidad en bicicleta está ampliando el acceso a la educación y puede ser clave para mantener a las niñas escolarizadas, como lo demuestra un estudio controlado aleatorizado de Innovations for Poverty Action (IPA) de 2019. El estudio realizado en el marco del Programa BEEP (“Bicycles for Educational Empowerment Program”) de World Bicycle Relief reveló que el acceso a las bicicletas mejora los niveles de educación y empoderamiento de las niñas en las zonas rurales de Zambia. Las niñas que disponían de bicicletas se perdían un 28 % menos de días de escuela frente a las que carecían de ellas. Al cabo de dos años de utilización de bicicletas, las niñas que contaban con este medio de transporte tenían un 19 % menos de probabilidad de abandonar la escuela que las niñas que no tenían bicicleta.

Una evaluación del impacto de los productores de leche en la Zambia rural constató que la disponibilidad de bicicletas fiables había ayudado a los ganaderos a proporcionar más leche y de mayor calidad a los centros de recogida. De hecho, su productividad y sus ingresos mensuales aumentaron un 23 % frente al suministro a pie. Esto implica una mejora de la seguridad alimentaria y de los medios de vida para familias enteras.

Las bicicletas podrían ser de gran ayuda para cerca de 1.000 millones de personas que viven en zonas rurales y corren el riesgo de quedarse atrás por la sencilla razón de que la educación, la atención sanitaria, los mercados y otros servicios cruciales están fuera de su alcance.

World Bicycle Relief se apoya en una innovadora combinación de modelos con y sin fines de lucro. Los ingresos que obtiene Buffalo Bicycles Ltd., una empresa social con fines de lucro íntegramente participada por nuestra organización y que se dedica a la venta de bicicletas Buffalo y piezas de repuesto a socios y particulares, contribuyen a financiar los programas comunitarios de World Bicycle Relief, dirigidos a personas que no disponen de recursos para adquirir una bicicleta. El éxito logrado por estos programas influye en otros y los inspira para incorporar la movilidad rural en sus políticas, programas y presupuestos. 

Ya en 2021 hemos suministrado más de 550.000 bicicletas, proporcionado capacitación a más de 2.500 mecánicos de bicicletas y abierto 35 tiendas para la venta al por menor de bicicletas con el fin de crear puestos de trabajo y garantizar la disponibilidad de piezas de repuesto y de conocimientos sobre mantenimiento.

Objetivo: que nadie se quede atrás

La visión de World Bicycle Relief es la de un mundo en el que el sector privado, los Gobiernos, las organizaciones no gubernamentales y los organismos financiadores se comprometan a desarrollar sistemas, programas y políticas inclusivos. El acceso rural es la chispa que se necesita para una reacción en cadena que impulsará nuestros objetivos globales de construir un mundo más justo y sostenible. Cuando todos los habitantes de las comunidades rurales, incluidas las mujeres y los niños, disfrutan de oportunidades, pueden unirse, crear economías prósperas e impulsar un crecimiento económico inclusivo.

Para hacer realidad esta visión estamos poniendo en marcha un debate a escala mundial y trabajando para abordar y resolver las causas fundamentales de los problemas de accesibilidad en las zonas rurales. La bicicleta es una herramienta transversal capaz de ofrecer una solución asequible y equitativa, siguiendo el principio general de los ODS: que nadie se quede atrás. 

Entre el mundo en que vivimos y el mundo al que aspiramos hay un largo camino lleno de baches. El ciclismo y los sistemas que lo apoyan ayudarán a superar esa brecha. World Bicycle Day brinda la oportunidad de celebrar que la bicicleta es una herramienta para el desarrollo y no solamente un medio de transporte, sino también de acceso. 

El boom actual de la bicicleta no debería sorprender a nadie. La humanidad lleva más de dos siglos desplazándose sobre dos ruedas, y así seguirá siendo durante generaciones.

 

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