Mientras el mundo se enfrenta al COVID-19, las Naciones Unidas fortalecen su preparación y capacidad para hacer frente a la propagación del coronavirus dentro de su propia plantilla. Todo ello con el fin de garantizar que la Organización pueda seguir cumpliendo su mandato de salvar vidas en todo el mundo.
En una reciente reunión, el Secretario General, António Guterres, rindió homenaje al personal sanitario de las Naciones Unidas que trabaja para garantizar el bienestar del personal de la ONU durante la crisis de COVID-19.
A fecha de marzo de 2020, las Naciones Unidas cuentan con 763 funcionarios sanitarios que trabajan en diversas instalaciones médicas por todo el mundo, incluyendo las sedes y las oficinas de campo que prestan servicios para apoyar al personal de las Naciones Unidas en su indispensable labor.
«Se enfrentan a una enorme dificultad... Haré lo que esté en mi mano para ayudarles siempre que lo necesiten», dijo Guterres en la reunión. Además, añadió que, aunque aprecia su noble labor, también se preocupa por su salud y bienestar. Esta fue una ocasión histórica, ya que fue el primer foro global de asistencia sanitaria al que acudía un Secretario General.
Haré lo que esté en mi mano para ayudarles siempre que lo necesiten - Secretario General António Guterres
La reunión general tenía por objeto proporcionar información al personal sanitario del sistema de las Naciones Unidas sobre los instrumentos de los que disponen durante la crisis del COVID-19, incluidos los planes de autoasistencia centrados en la salud mental y el bienestar; al igual que una oportunidad para examinar las cuestiones médicas emergentes y más importantes. Fue organizada por la División de Gestión de la Atención de la Salud y de la Seguridad y Salud Ocupacionales (DHMOS) del Departamento de apoyo Operacional, y asistieron miembros de las oficinas médicas, hospitales y clínicas de las Naciones Unidas en todo el mundo.

El Secretario General dijo que, como cualquier otro profesional de la salud fuera de la Organización, los miembros del personal sanitario de la ONU son «los más valientes guerreros en esta batalla». Quiso hacer especial hincapié en que aseguran que el organismo mundial siga siendo capaz de llevar a cabo su trabajo durante la actual crisis de COVID-19.
Guterres expresó su continuo respaldo a sus esfuerzos y destacó: «Tenéis todo mi apoyo».
A fecha del 2 de abril, había 111 casos confirmados entre el personal de las Naciones Unidas en todo el mundo.
El personal sanitario de las Naciones Unidas suele prestar atención primaria, servicios de seguridad y salud en el trabajo. Durante semanas, la DHMOSH ha estado colaborando con los servicios médicos de las Naciones Unidas en todo el mundo para garantizar la preparación y la capacidad de respuesta ante el brote. Muchos lugares de destino tienen acuerdos con hospitales locales o regionales para atender las necesidades de atención que no puede asistir el respectivo servicio médico de las Naciones Unidas.
Se han llevado a cabo, en colaboración con los lugares de destino, encuestas mundiales sobre la capacidad de respuesta para llenar los posibles vacíos y se han elaborado documentos orientativos para aumentar la capacidad de respuesta individual.
Según Jillann Farmer, Directora Médica de las Naciones Unidas, los desafíos actuales están relacionados con el establecimiento local de una capacidad de respuesta apropiada y que incluye las evacuaciones médicas. La mayoría de las operaciones de las Naciones Unidas sobre el terreno se llevan a cabo en países con una capacidad médica local limitada. Por lo general, los lugares de destino locales tienen menos personal médico y de enfermería, especialistas y personal sanitario en general.

Dijo que la presión que se ejerce sobre la plantilla de personal sanitario global continúa intensificándose y dicha presión toma dos formas: la primera es la carga abrumadora de las enfermedades que tensa la capacidad del sistema sanitario; la segunda, son los efectos adversos para el personal sanitario, incluido el riesgo de infección.
Debido a la pandemia de COVID-19, los sistemas sanitarios de todo el mundo podrían estar funcionando por encima de su capacidad máxima durante muchos meses. A diferencia de los ventiladores o las salas de los hospitales, el personal sanitario «no puede fabricarse con urgencia» o «hacer que funcione al 100% de ocupación durante largos períodos», subrayó. Es vital que la Organización vea al personal sanitario «no simplemente como peones que deben ser desplegados, sino como individuos que deben ser protegidos».
Si bien el personal sanitario suele aceptar el aumento del riesgo de infección como consecuencia de su profesión, a menudo suele mostrar preocupación por la transmisión en la familia, señaló Farmer. Además, añadió que esta preocupación crece especialmente por los miembros más mayores de la familia, los que están inmunocomprometidos o los que padecen una afección médica crónica.
Además, como muchos de los funcionarios de las Naciones Unidas desplegados sobre el terreno y viviendo lejos de sus países de origen, se enfrentan al aislamiento y a la soledad, mientras siguen cuidando del personal de las Naciones Unidas y a sus familias.
El personal sanitario de las Naciones Unidas, incluido el personal de apoyo y la administración, se verá afectado por los desafíos que supone una respuesta prolongada al COVID-19. Por eso es importante el cuidado de uno mismo como centro de respuesta.

Bajo el Departamento de Apoyo Operacional (DOS), la DHMOSH ha estado colaborando con todos los servicios médicos de las Naciones Unidas. El DOS ha intensificado sus esfuerzos y ha proporcionado un grupo de trabajo dedicado a la evacuación médica y ha aumentado sus servicios de ambulancias aéreas. La Oficina de Gestión de la Cadena de Suministros (OSCM), junto con la DHMOSH, está evaluando las opciones de prueba de COVID-19. Además, ha emprendido la adquisición centralizada de equipo, incluido el de protección personal (EPP) y su distribución a las operaciones sobre el terreno.
La DHMOSH aconseja y alienta encarecidamente al personal sanitario de las Naciones Unidas a que trabajen, en su lugar de destino, en estrecha colaboración con el Ministerio de Salud del país anfitrión, así como con los representantes locales de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los documentos orientativos para personal sanitario están disponibles aquí.