El clima y el agua están relacionados inextricablemente. El agua de la superficie del planeta se evapora y va a parar a la atmósfera, donde se condensa en nubes que se mueven por todo el planeta. Las nubes liberan lluvia y nieve que devuelven agua dulce a la tierra, los ríos, los lagos y los glaciares de la Tierra. Esto es lo que sostiene la vida en nuestro planeta. El clima marca el ciclo hidrológico, que, a su vez, define nuestro clima.
Este ciclo se suele dar por sentado. Sin embargo, es indispensable para muchos de nuestros objetivos mundiales de desarrollo sostenible, desde la erradicación del hambre hasta la salud y el bienestar, pasando por el favorecimiento de las industrias productivas, el mantenimiento de la prosperidad de las comunidades y el aprovechamiento del potencial de la energía asequible y limpia para todos.
El cambio climático está trastornando nuestro ciclo hidrológico y redistribuyendo el agua disponible en todo el mundo, lo que conlleva más inundaciones para algunos y sequías más prolongadas para otros. Nuestro planeta ya se enfrenta a grandes retos hidrológicos derivados del uso insostenible, y más de la mitad de la población mundial se enfrenta a una grave escasez de agua durante al menos un mes al año. Teniendo en cuenta el continuo aumento de la demanda hídrica mundial, nos enfrentamos a una grave crisis del agua.
Por eso, este año, el Día Meteorológico Mundial y el Día Mundial del Agua comparten el tema del clima y el agua. Debemos gestionar el clima y el agua de una manera más coordinada y sostenible para abordar la necesidad urgente de mejorar la previsión, la vigilancia y la gestión de los suministros hídricos y afrontar el problema del exceso o la escasez de agua o su contaminación. No podemos gestionar lo que no medimos. La mejora de la vigilancia y la previsión hidrológicas es fundamental para respaldar la eficacia de las políticas de gestión del agua y de los servicios de alerta temprana de inundaciones y sequías.
Celebremos el Día Meteorológico Mundial de este año apreciando la relación inextricable entre el clima y el agua y la importancia de nuestro ciclo hidrológico. Intensifiquemos nuestros esfuerzos para apoyar a nuestras comunidades de expertos en meteorología e hidrología a fin de promover la gestión eficaz de los recursos hídricos. Contemos cada gota, porque cada gota cuenta.