Capítulo III: Fortalecimiento de la Organización

Las banderas de los Estados miembros de la ONU Guatemala, Guinea y Guinea-Bissau ondean en la sede de la ONU en Nueva York. Foto: ONU/Manuel Elias

Para ejecutar la ambiciosa agenda de reformas de la Organización, nuestros esfuerzos deben dirigirse a racionalizar los procedimientos, descentralizar la adopción de decisiones y procurar aumentar más la transparencia y reforzar la rendición de cuentas. La Organización necesita sistemas, políticas y procedimientos que acerquen más la adopción de decisiones a los lugares en que se aplicarán y empoderen a los cuadros directivos superiores para que cumplan los objetivos de sus programas. Para impulsar este cambio de paradigma, puse en marcha una serie de procesos basados en la acción para fortalecer la gestión de la Organización.

En abril de 2017, establecí un equipo de examen interno sobre la reforma de la gestión que, bajo la dirección general de la Jefa de Gabinete, quedó encargado de:

  • Definir las medidas internas que la Secretaría podría adoptar para racionalizar los procedimientos, reducir las demoras y mejorar la ejecución de los mandatos, algunas de las cuales ya están en proceso de aplicación;
  • Determinar las propuestas que apoyarían y promoverían una agenda más amplia de reforma de la Organización.

Las consultas han sido fundamentales en este proceso de reformas. En los meses de mayo y junio, celebramos una serie de sesiones oficiosas de intercambio de ideas con los Estados Miembros y recibimos observaciones de los departamentos, fondos y programas. En julio, durante un retiro celebrado con los Estados Miembros, presenté las primeras ideas del equipo de examen interno sobre la reforma de la gestión. La Secretaría preparará mi informe sobre la reforma de la gestión que será sometido a la consideración de la Asamblea General en su septuagésimo segundo período de sesiones.

El sistema Umoja de planificación y operaciones se implantó para modernizar la forma en que la Secretaría gestionaba a nivel mundial los procesos institucionales y de tecnología de la información. La asimilación del sistema Umoja ha sido lenta, y ha resultado difícil eliminar sus defectos, pero las entidades de la Secretaría están aprovechando cada vez más las capacidades del sistema para hacer que sus operaciones sean más eficientes. En cuanto a la responsabilidad ambiental, la Secretaría predica con el ejemplo y procura ecologizar más las operaciones de las Naciones Unidas mediante la aplicación de sistemas de gestión ambiental.

La Organización necesita sistemas, políticas y procedimientos que acerquen más la adopción de decisiones a los lugares en que se aplicarán y empoderen al personal directivo superior para que cumplan los objetivos de sus programas