Millennium Campus Network (MCN) y la iniciativa Impacto Académico de las Naciones Unidas (UNAI) se complacen en presentar el Programa de Becas del Milenio de 2022, un ambicioso proyecto que pretende contribuir a hacer realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los principios de la UNAI. Los participantes en el Programa de 2022 han sido seleccionados entre 31.397 aspirantes de más de 2.417 universidades de 140 naciones, una cifra que no tiene precedentes.

Cuando lanzó la Estrategia y Plan de Acción Contra el Discurso de Odio de la ONU en junio de 2019, el Secretario General António Guterres dijo que el discurso de odio “es en sí un ataque a la tolerancia, inclusión, diversidad, y a la mera esencia de nuestros derechos humanos, normas y principios. A grandes rasgos, quebranta la cohesión social, corroe los valores compartidos, y puede sentar precedente para la violencia, afectando a los objetivos de paz, estabilidad, desarrollo sostenible, y al cumplimiento de derechos humanos para todos.”

Este artículo, en el marco del Día Internacional de la Juventud el 12 de agosto, fue escrito por Sam Vaghar (@samvaghar), cofundador y director ejecutivo de la Millennium Campus Network (MCN). MCN y el Impacto Académico de las Naciones Unidas se asocian para presentar la Millenium Fellowship cada año para estudiantes universitarios que promueven los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

“Las Universidades son lugares que nutren la incubación, el intercambio, la innovación, y el análisis interdisciplinario, marcando el camino hacia el cambio”, dijo Amina J. Mohammed, vicesecretaria general de la ONU en un video mensaje en abril de este año. “Las universidades son la intersección del conocimiento y la acción”, agregó. Ciertamente, la significativa contribución de las instituciones de educación superior a nivel mundial y su investigación, no puede ser desestimada.

La comida que consumimos afecta tanto nuestra salud como la del medio ambiente. La inseguridad alimentaria, la baja nutrición y el cambio climático son algunos de los principales retos globales. Por ejemplo, la malnutrición, que incluye la deficiencia de micronutrientes y la obesidad, tiene un efecto devastador en la salud.

De acuerdo con el Banco Mundial, más de 1.3 mil millones de personas en el mundo dependen de la producción ganadera a pequeña escala para su sustento y nutrición. En Botswana, un país meridional de África sin litoral donde la producción de ganado comprende el 80 por ciento del producto interno bruto agrícola, la fiebre aftosa ha impactado negativamente al ganado y la vida silvestre desde finales de la década de 1950, cuando la exportación de carne de vaca se expandió durante la época colonial.

Durante más de una década, la Universidad Lehigh, una institución miembro de la Iniciativa Impacto Académico de Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en inglés), ha colaborado con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para crear una serie de oportunidades educativas basadas en la experiencia para sus estudiantes, profesorado y personal no docente. Sin embargo, debido a los problemáticos efectos de la presente pandemia de COVID-19, hubo una significativa transformación en el modo en que estas oportunidades podían llevarse a cabo.

Imani Khumalo, una estudiante recién graduada en una Universidad de Johannesburgo (Sudáfrica), todavía recuerda la terrible sensación que experimentó durante una clase de filosofía en el segundo curso de carrera.

La educación superior puede transformar el panorama de los reasentamientos de refugiados. Las personas refugiadas enfrentan muchas barreras al buscar servicios sociales y de salud, frecuentemente sin el apoyo financiero y social adecuado, y todo esto mientras afrontan el estrés y el trauma del reasentamiento. Por ejemplo, en los Estados Unidos, los refugiados no cuentan con los antecedentes crediticios y el número de seguro social necesario para garantizar una vivienda segura y accesible a su llegada.

La diplomacia juvenil y las actividades de promoción en este ámbito que llevan a cabo organizaciones como las Naciones Unidas han registrado un repunte en el siglo XXI. Las iniciativas que alientan a los/las jóvenes a hacer oír su voz en la esfera de la diplomacia ofrecen a su generación la oportunidad de dejar su impronta en cuestiones que afectan a sus vidas.