Durante la pandemia de COVID-19, las universidades han procurado que los estudiantes sigan vinculados a distancia y en la Universidad Lynn, una institución miembro de la iniciativa Impacto Académico de las Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, a través de su Laboratorio de Impacto Social los estudiantes han continuado ayudando a sus comunidades mientras estudiaban fuera del recinto universitario.

En asociación con Women Forward International (WFI) y a través de su Plan de Investigación e Implementación basado en el cliente universitario, la Universidad Lynn se involucró en un proyecto con el Instituto Afgano de Educación (AIL, por sus siglas en inglés) para diseñar un plan de estudios universitario exclusivo para mujeres en Afganistán.

El equipo de estudiantes de Lynn lo conforman tres alumnos(as) que están ayudando a desarrollar un plan de estudios con visión de futuro que situará a las mujeres afganas en la primera línea del cambio.

El equipo de estudiantes trabaja en estrecha colaboración con un equipo de investigación en Afganistán compuesto por doctorandos, todos ellos bajo la dirección de la Dra. Sakena Yacoobi, activista de los derechos de la mujer desde hace mucho tiempo y fundadora del Instituto Afgano de Educación. Sus voces y experiencias son fundamentales para desarrollar un plan de estudios holístico que atienda las necesidades cotidianas de las mujeres afganas.

En la investigación de los estudiantes se tiene en cuenta el cambiante panorama político, social y económico del país y se examina lo que depara el futuro para el desarrollo personal y profesional de las mujeres. Su objetivo es desarrollar resultados de aprendizaje basados en habilidades que proporcionen a las mujeres los conocimientos necesarios para ocupar puestos de trabajo en diversos campos en Afganistán. "Queremos ofrecer una educación de calidad que no solo transforme a las mujeres sino que las empodere", comenta la Dra. Yacoobi. "Las mujeres que se gradúen en nuestra universidad no solo podrán servir directamente a su comunidad, sino también conseguir un empleo en campos de los que se beneficiarán enormemente", añade.

En la actualidad, los estudiantes se encuentran en la fase de investigación recopilando datos sobre los futuros empleos para las mujeres en Afganistán, así como información sobre los planes de estudio existentes en las universidades afganas. Una vez concluida la fase de investigación, los estudiantes de Estados Unidos podrán elaborar un plan de estudios creativo, innovador y con sentido gracias a la colaboración del equipo de investigación afgano. Lima Sarhadi, al frente del equipo de estudiantes de la Universidad Lynn, es una mujer afgana y comenta que este es un proyecto importante porque "pretende cambiar la mentalidad cultural y empoderar a las mujeres afganas a través de la educación de calidad".

Según el programa conceptual del Proyecto de Desarrollo de la Enseñanza Superior en Afganistán que lleva a cabo el Banco Mundial, en este país "el conflicto y el consiguiente entorno político y cultural tuvieron un impacto negativo en el nivel de estudios superiores de las mujeres (...) en consecuencia, la tasa de matriculación de mujeres en la enseñanza superior en Afganistán, que solo alcanza el 1% de la cohorte de edad, es el porcentaje más bajo de todos los países".

"Tiene que aumentar el número de mujeres graduadas en el país en aras de la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres", se añade en el documento. La Dra. Antonella Regueiro, miembro del Laboratorio de Impacto Social de Universidad Linn, destacó que este proyecto "proporciona experiencias reales y prácticas a los estudiantes, que podrán decir que han contribuido a desarrollar una universidad para mujeres en Afganistán, algo inestimable para ellos".