27 de septiembre de 2021

El día 28 de septiembre de cada año, se celebra el Día Internacional del Acceso Universal a la Información. En un momento en el que todos estamos intentando encontrar soluciones eficientes para recuperarnos de la pandemia de COVID-19, resulta más esencial que nunca presentar el acceso universal a la información como pilar fundamental para reconstruir mejor con sociedades de conocimiento resilientes e inclusivas capaces de lograr un desarrollo sostenible.

El tema del Día Internacional de este año es «Derecho a Saber: Reconstruir mejor con el acceso a la información». El Día Internacional del Acceso a la Información representa una oportunidad para señalar la importancia del desarrollo de las leyes relativas al acceso a la información y su aplicación efectiva en todo el mundo, con el objetivo de promover la visión de la información como un bien público universal.

Datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) muestran que 132 Estados Miembros de las Naciones Unidas, que representan casi el 70 %, habían adoptado en agosto de 2021 garantías constitucionales para el acceso a la información o habían promulgado leyes para ello. No obstante, este mismo dato muestra que aún falta trabajo por hacer para asegurar que todo el mundo disfruta de este derecho fundamental. 

La legislación en materia de acceso a la información, cuando se adopta y aplica de manera efectiva, desempeña un papel importante en la protección de los derechos públicos, especialmente en tiempos de crisis o de emergencia. La publicación de información precisa y verificada de manera dinámica resulta vital para fomentar comportamientos sanos, gestionar respuestas eficientes y, en última instancia, salvar vidas. Algunos ejemplos son la publicación de conocimientos científicos, la puesta a disposición de datos sobre cuestiones sanitarias, vacunas y vacunación, o la justificación de los gastos incurridos en dar respuesta a la pandemia y los fondos de recuperación. Este tipo de información ayuda a construir la confianza pública en políticas basadas en evidencias, incluso en las formuladas en respuesta a la pandemia. 

Lo mismo ocurre con el cambio climático y las respuestas a esta emergencia global que sigue amenazando a las generaciones actuales y futuras. Es necesario contar con una población bien informada y empoderada para poder hacer frente a este desafío urgente de manera eficaz.

Una mayor transparencia no solo beneficia a los ciudadanos, sino también a los gobiernos. Por ejemplo, un acceso abierto a la información puede impulsar una mejor gestión de archivos, ayudar a los gobiernos a tomar decisiones informadas y a prestar servicios más eficientes. También sirve de salvaguarda contra el desgobierno y la corrupción. Para luchar contra esta última, resultan útiles medidas específicas, como las que fomentan la transparencia en la gestión de las finanzas públicas o la creación de registros públicos de cabilderos y grupos de interés.

Los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas que han adoptado la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible han reconocido el derecho a la información como requisito y factor clave para conseguir un desarrollo sostenible.  

Se han hecho progresos, pero aún son necesarios más para asegurar que todas las mujeres y niñas, así como los grupos o las personas marginadas, incluidas las personas con discapacidades y los pueblos indígenas, tienen acceso a la información. También debemos hacer mayores esfuerzos para luchar contra las persistentes desigualdades socioeconómicas o por razón de género y para reducir la brecha en el acceso, las competencias y la alfabetización digitales.

En este contexto, la UNESCO sirve de agencia custodia de las Naciones Unidas del indicador 16.10.2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en aquellos países que adoptan e implantan garantías constitucionales, legales o políticas para el acceso público a la información. La organización contribuye a que estos países garanticen el acceso público a la información y protejan las libertades fundamentales, de conformidad con la legislación nacional y los acuerdos internacionales. 

Banner del Día del Acceso Universal a la Información de 2021.

El año pasado, la UNESCO realizó un estudio sobre el acceso público a la información y el indicador 16.10.2 de los ODS. Participaron 102 países en la investigación, frente a los 69 que lo hicieron en 2020. Se observa pues un progreso alentador, y la UNESCO seguirá supervisando este aspecto de la ejecución de los ODS. Del mismo modo, la agencia también lleva a cabo iniciativas de capacitación y concienciación sobre la importancia del acceso a la información.

Los hallazgos del estudio de este año muestran lo siguiente:

  • Contar con personal específico dentro de las entidades públicas mejora el acceso a la información.
  • Los países que cuentan con un organismo de control especializado tienen mejores resultados que aquellos que no lo tienen.
  • Una de las principales áreas de mejora para estos organismos en el mantenimiento de registros.
  • Las redes de los organismos de control desempeñan un papel fundamental en la defensa del acceso a la información en el marco de los ODS.  

Al adoptar un enfoque multidisciplinario e inclusivo, la UNESCO trabaja tanto con los garantes de derechos como con los titulares de derechos de todo el mundo para desarrollar y llevar a cabo acciones específicas que surgen de las necesidades locales. De esta forma, se asegura en última instancia un enfoque basado en resultados para un cambio sostenible. Por otra parte, la organización también colabora con las partes interesadas en finalizar la actualización del documento Policy Guidelines for the Development and Promotion of Governmental Public Domain Information (Directrices de la Política para el Desarrollo y la Promoción de la Información de Dominio Público Gubernamental), que ha sido formulado para motivar a la acción.

Con vistas al futuro, la UNESCO seguirá fomentando el multilingüismo y la diversidad lingüística como pilar fundamental del acceso universal a la información. Como organismo coordinador de las Naciones Unidas del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (2022-2032), en colaboración con el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, seguiremos movilizando a las partes interesadas sobre la importancia de preservar estas lenguas, con miras a construir sociedades de conocimiento verdaderamente inclusivas.

A día de hoy, apelamos a todos los Estados Miembros e interlocutores a que se unan a nosotros y apoyen nuestras acciones para asegurar que la información se presenta como bien público y como piedra angular de las sociedades sanas y democráticas, de forma que todo el mundo pueda tomar decisiones informadas hoy y en el futuro.


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