18 de septiembre de 2020

 

You may say I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will be as one

                      - John Lennon

¿Es esta solamente una canción o más bien un deseo? ¿Son solo palabras o se trata de una profecía? ¿La humanidad es capaz de lograr una paz sostenible y duradera?

Yo digo que SÍ, y el momento es AHORA.

No podemos decir que hayan faltado declaraciones y resoluciones por la paz:
1948: Declaración Universal de los Derechos Humanos
1978: Declaración sobre la Preparación de las Sociedades para Vivir en Paz
1984: Declaración sobre el Derecho de los Pueblos a la Paz
1999: Declaración y Programa de Acción sobre una Cultura de Paz
2011: Declaración de Bruselas "Compromiso por la Paz"
2016: Anexo a la Declaración sobre el Derecho a la Paz
2018: Resolución Global para el Establecimiento de Infraestructuras en Apoyo de la Cultura de Paz (resolución ajena a las Naciones Unidas)

En 1984, el año en que llegué a Nueva York, la Asamblea General de las Naciones Unidas, a través de la resolución 39/11, adoptó la Declaración sobre el Derecho de los Pueblos a la Paz, en la que los Estados Miembros proclamaban solemnemente que los pueblos de nuestro planeta tenían un derecho sagrado a la paz.

Permítanme que repita esto: Todos nosotros tenemos un derecho sagrado a la paz

Too many leaders, no one to follow
Too many clouds, not enough rain
Too many words and promises, too hard to swallow
Too many innocents died in vain

                                - “I Will Follow You” de Nenad Bach

Los esfuerzos previos por lograr la paz mundial rebosaban buenas intenciones, pero resultaron en demasiadas declaraciones y poca acción. Estamos en un momento histórico y, si no lo aprovechamos, quizás no merezcamos sobrevivir. Al igual que ocurre cuando se lanza un cohete para que alcance la Estación Espacial Internacional en órbita, hay una pequeña ventana de oportunidad para conseguir la paz para el mundo. Proteger la existencia de todas las especies, sostener la vida en la tierra, explorar el espacio exterior, afrontar la enfermedad y la mortalidad, resolver el problema de la contaminación, coexistir con el medio ambiente, elegir a más mujeres para puestos de liderazgo y lograr una libertad real que incluya una verdadera propiedad privada: la paz mundial es un requisito para todos estos objetivos. 

Esta pandemia debería servirnos para abrir los ojos ante el hecho de que la Primera Guerra Mundial terminó con la pandemia de gripe española. Así pues, ¿por qué no utilizar esta misma circunstancia para terminar con todas las guerras actuales ahora? Para este proyecto, no me apoyo exclusivamente en intelectuales, artistas, políticos o activistas por la paz.

Todos estamos en esto; desde camioneros hasta enfermeras, desde presidentes de empresas hasta presidentes de países. Cualquiera que comprenda el plan y los pasos que se deben dar es bienvenido. Solo quiero comunicar la idea a cualquiera a quien le resuene, ya sea el Papa, Paul McCartney, Bono, un vendedor de perritos calientes de la esquina de First Avenue con Houston Street, el Instituto Nobel o cualquier trabajador esencial de la pandemia de COVID-19. Todo estamos en esto. ¿Más fácil decirlo que hacerlo? Escúchenme. Para lograr la estabilidad económica global y el crecimiento sostenible, debemos seguir los siguientes pasos y prever resultados positivos:

1. Los presupuestos militares deben mantenerse como están, en una cantidad de en torno a los 2 billones de dólares a nivel mundial, o quizás aumentar, pero...
2. El 50 % de la producción de nuevas armas debe reorientarse o transformarse hacia la construcción de infraestructuras y al apoyo de la investigación y el desarrollo.
3. Si los países del G20 lo hacen, la estructura y el equilibrio de poder mundiales actuales se mantendrán iguales, porque estos países representan dos tercios de la población global y el 80 % del producto interior bruto de todo el mundo.
4. Equilibrio es igual a paz.
5. La Madre Tierra debe contar con infraestructuras reales: túneles entre continentes, etc.
6. Los virus se controlarán o, aún mejor, se utilizarán como vehículo para lograr algo bueno. Imaginen un virus que propaga conocimientos, inmunidad, larga vida. 
7. Nosotros, como especie, seremos capaces de desbloquear nuestro verdadero potencial humano, respetando a todas las criaturas vivientes.

Hechos
1. Twitter atraviesa el mundo en un segundo. El número de teléfonos inteligentes y cámaras digitales globales alcanza la cifra de 4.000 millones aproximadamente. La violencia ya no se puede esconder tan fácilmente. La tecnología está de nuestro lado.
2. Durante el siglo XX, se estima que hasta 200 millones de personas fueron asesinadas por causa de guerras, opresión y otras atrocidades. En los 20 primeros años de este siglo se han producido algo más de 1 millón de muertes debido a los conflictos. Si esta tendencia continúa en los próximos 80 años, resultará en un descenso de 40 veces esos fallecimientos.
3. El hemisferio norte lleva sin guerras desde el final del conflicto de Colombia en 2016.
4. Se estima que hay 110 millones de minas terrestres activas y una cantidad similar almacenada
5. Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, el recuento estimado de ojivas nucleares de los cinco países con más armas nucleares en 2020, en base a la información disponible, es el siguiente:
Rusia, 6.375
Estados Unidos, 5.800
China, 320 
Francia, 290
Reino Unido, 215

Las estimaciones aproximadas del coste de construir y mantener estas terribles armas ronda los billones de dólares. Reducir estos costes a la mitad disiparía mucha ansiedad y liberaría mucho dinero. Y, una vez más, la estructura y el equilibrio de poder se mantendrían tal cual.

6. Los Acuerdos de Abraham entre Israel, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein, firmados el 15 de septiembre de 2020, nos acercan un poco más a la paz mundial en 2021. Ya no son solo palabras, y el planeta está más que preparado.

El Memorial de John Lennon en Central Park, Nueva York, 1 de septiembre de 2018. Foto: Ogutier de Pixabay

Estoy muy impresionado por la humanidad; los líderes mundiales detuvieron la vida cotidiana de la Tierra en un esfuerzo por salvar a nuestros hermanos y hermanas de la COVID-19. Por muy cínicos que seamos, debemos reconocer que nadie podía haber predicho esta situación, lo que demuestra que el pasado no equivale al futuro. Un día, todas las guerras terminarán para siempre. Sabiéndolo, debemos sacar el máximo partido emocionalmente de la fuente ilimitada de creatividad humana y potenciarla. Hace unos días me enteré de que ya existen empresas para hacer minería en asteroides. Si esto está ocurriendo ahora, imaginen lo que podría generar en el futuro cercano un flujo libre de creatividad.

Ya había habido pandemias en el pasado, pero nunca estuvimos tan conectados como ahora. Buena o mala, pero no indiferente: nuestra estructura de redes sociales debería utilizarse no solo para compartir lo que hemos desayunado esta mañana, sino como potente vehículo para impulsar la paz mundial. Sí, podría ocurrir en una hora. Si ponemos a los líderes de los países del G20 en una sala o en Zoom y no les damos de comer, puede que solo tarden 45 minutos. Y sí, intento darle un toque de humor, pero, en realidad, con la preparación adecuada, creo que ocurrirá bastante rápidamente. En la situación de guerra actual, podríamos aventurarnos en intentos por resolver los misterios de la vida en los próximos mil años, o podríamos proclamar la paz y avanzar en todos los frentes en los próximos cien. ¿Se preguntan cómo? Basta con preguntar a Elon Musk y preparará el plan en dos semanas.

“You may say I'm a dreamer/But I'm not the only one/I hope someday...” y marquemos el 21 de septiembre de 2021 como el día en cuestión, en la Sede de las Naciones Unidas de Nueva York: la firma de una declaración mundial de paz. Y si me permiten soñar otro minuto más, dos días antes, se celebrará un torneo de pimpón en Nueva York entre todos los presidentes, primeros ministros y otros líderes mundiales en el Javits Convention Center de Manhattan. El pimpón se ha considerado siempre como una muestra de diplomacia. Y, tras la ceremonia de firmas, la World Peace in One Hour Orchestra, con todos los instrumentos del mundo, interpretará "Everything Is Forever" y "Stand by Me", y cerrará con "Imagine" de John Lennon.

Con nuestra actual esperanza de vida, no podemos viajar más allá de nuestro sistema solar, y mucho menos explorar la Vía Láctea. ¡Así que venga, humanidad, hay muchas cosas creativas que hacer! Primera parada: la luna; siguiente: Marte; y después, las estrellas, para descubrir quiénes somos y cuándo y cómo empezó todo. No hay tiempo que perder, y como dice la canción "Time is all we have" y "Love is all we need". 

Para más información sobre World Peace in One Hour, visite https://worldpeaceinonehour.com/history.

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