26 de abril de 2022

Todos los años, casi tres millones de personas mueren por exposición a factores de riesgo comunes en el lugar de trabajo. En 2016, las enfermedades laborales estuvieron detrás del 81 % de todas las muertes relacionadas con el trabajo y se estima que 745.000 fallecimientos se atribuyen a dolencias provocadas por largas jornadas de trabajo.

Desde los años 80, el mundo celebra el Día de los Trabajadores, que conmemora a aquellas personas que han fallecido o han sufrido alguna lesión o discapacidad en el trabajo. Desde 2003, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo el día 28 de abril de cada año, que busca promover buenas prácticas en materia de seguridad y salud ocupacionales (SSO) y arrojar luz sobre los principales problemas relacionados con estas cuestiones.

Durante la pandemia de COVID-19, el mundo ha ido tomando conciencia de la importancia de contar con un sólido sistema de SSO en el que se asegure una importante participación de los gobiernos, los empleadores, los trabajadores, los actores del ámbito de la salud pública y otras partes relevantes, con el fin de proteger el entorno laboral, así como la seguridad y la salud de los trabajadores.

La conmemoración de este año del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo girará en torno al tema de actuar juntos para construir una cultura de seguridad y salud positiva. A nivel del lugar de trabajo, una robusta cultura de SSO se basa en la valoración y la promoción, tanto por parte de los órganos de administración como de los trabajadores, del derecho a un entorno de trabajo seguro y saludable. Una cultura positiva de SSO se construye sobre la inclusión mediante una implicación activa de todas las partes en la continua mejora de la seguridad y la salud en el trabajo. Cuando esta cultura está implantada, los trabajadores se sienten cómodos planteando sus inquietudes sobre posibles riesgos o peligros relacionados con SSO, y los órganos de administración se muestran proactivos a colaborar con los trabajadores para encontrar soluciones apropiadas, efectivas y sostenibles. Para ello se necesita una comunicación y un diálogo abiertos basados en la confianza y el respeto mutuo.

Los gobiernos y los interlocutores sociales pueden participar de manera activa en todas las fases de los procesos de toma de decisiones sobre SSO mediante un diálogo social efectivo. Esto resulta importante desde el desarrollo y la revisión de la política de SSO y los marcos normativos para abordar nuevos y persistentes desafíos en materia de SSO, hasta la aplicación real a nivel del lugar del trabajo. El diálogo social no solo contribuye a mejorar las políticas y las estrategias de SSO, sino que también es esencial para crear un sentimiento de apropiación y compromiso, así como para facilitar una implementación rápida y más eficaz.

Durante la pandemia, los gobiernos que priorizaron la participación activa de organizaciones de empleadores y trabajadores en la gobernanza en materia de SSO pudieron desarrollar y aplicar leyes, políticas e intervenciones de emergencia de manera eficiente. 

La colaboración entre actores del mundo del trabajo ha resultado primordial para garantizar que las medidas implantadas fueran aceptables para empleadores y trabajadores y recibieran su apoyo, y, por tanto, para que se implementaran efectivamente en la práctica con mayor probabilidad. En muchos países, esto derivó en la adopción de requisitos legales que abarcaban diferentes áreas: desde medidas para prevenir y abordar casos de COVID-19 en el lugar de trabajo, hasta acuerdos de teletrabajo.

En Austria, por ejemplo, los interlocutores sociales negociaron un acuerdo para realizar test sistemáticos en el lugar de trabajo para sectores concretos que debían enfrentarse a un mayor riesgo de trasmisión viral, como el sector del comercio. En Singapur, tras consultas y negociaciones con los socios tripartitos (gobiernos, empleadores y trabajadores), se produjeron cambios en las normas de vacunación. En Sudáfrica se celebraron charlas tripartitas para modificar las medidas orientadas a evitar la propagación de la COVID-19 en los lugares de trabajo.

El diálogo tripartito a nivel nacional en ocasiones vino seguido de otras consultas a nivel regional o sectorial, de forma que las medidas adoptadas para hacer frente a las consecuencias de la pandemia se pudieron adaptar a un contexto específico. En Finlandia, por ejemplo, organizaciones sindicales y de empleadores trabajaron conjuntamente con el gobierno para implementar medidas específicas para los sectores del turismo y la restauración. En Italia, interlocutores sociales del sector bancario crearon normas detalladas sobre el teletrabajo, en las que se hizo hincapié en el derecho a la privacidad y a la desconexión.

La creación de una cultura de seguridad y salud positiva en el lugar de trabajo garantiza que los trabajadores se sientan cómodos planteando sus inquietudes sobre posibles riesgos o peligros relacionados con SSO, y que los órganos de administración colaboren proactivamente con ellos para encontrar soluciones apropiadas, efectivas y sostenibles. Según una investigación reciente, más de 300 millones de trabajadores de 142 países sienten que no pueden comunicar problemas relacionados con la seguridad a sus empleadores por temor a represalias. Esta ausencia de diálogo puede llevar a serios riesgos de seguridad y salud, pues la probabilidad de que los empleados sufran lesiones graves en el trabajo está fuertemente relacionada con su opinión de que no pueden comunicar problemas de seguridad. En lugares de trabajo con una mayor implicación de los trabajadores se registra un 64 % menos de incidentes de seguridad y un 58 % menos de hospitalizaciones.   

Implantar una cultura positiva de seguridad y salud en el lugar de trabajo no solo previene el sufrimiento humano y la mala salud, sino que también beneficia a los trabajadores y a los empleadores en igual medida. Unas condiciones de trabajo seguras y saludables contribuyen a una mayor productividad y satisfacción laboral de los trabajadores. Así pues, crear una sólida cultura de SSO fomenta el éxito a todos los niveles dentro de la empresa, lo que, a su vez, redunda en resultados positivos para el conjunto de la sociedad.

La celebración del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo de 2022 contará con un seminario web global y se pondrán a disposición un informe, un póster y otros materiales promocionales. Para más información, visite la página web de la OIT especializada aquí.
 

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