El comenzar el año escolar tarde o interrumpirlo ha alterado por completo la vida de muchos niños, padres y maestros. Pero se puede hacer mucho para al menos reducir este impacto a través de estrategias de aprendizaje remoto.

Los países más ricos están mejor preparados para avanzar hacia estrategias de aprendizaje en línea (aunque con mucho esfuerzo y desafíos para los maestros y los padres). En cambio, en los países de ingresos medios y los más pobres, la situación es muy heterogénea, como informa el Banco Mundial. Muchos niños no tienen un escritorio, libros, material de lectura, conexión a internet o una computadora en casa. Para evitar, o minimizar en la medida de lo posible esas diferencias, la ONU trabaja para expandir esas oportunidades a través de estrategias creativas. 

Para los niños como Tran, de 10 años, con una deficiencia auditiva, la falta de información accesible puede hacerles sentir particularmente aislados durante la crisis del COVID-19, la cual ha alejado de la escuela a cerca de 1.300 millones de niños y niñas.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) presta apoyo al Ministerio de Educación y Capacitación de Vietnam en la elaboración de materiales didácticos tanto en línea como a distancia, entre los que se incluyes clases de gimnasia para ayudar a los jóvenes a mantenerse activos haciendo ejercicio y así fortalecer su salud y bienestestar mental mientras las escuelas permanecen cerradas.

Tran colaboró con UNICEF Vietnam en la interpretación de un vídeo sobre cómo evitar la transmisión de COVID-19 para poder llegar a otros niños con problemas auditivos.

“Es preciso que nos unamos y exploremos todas las vías posibles para que los niños sigan aprendiendo y para ayudarles a superar este momento tan difícil" - Directora Ejecutiva de UNICEF

Mohammed Lutfi, de 39 años y padre de cuatro en el territorio palestino ocupado, cuenta cómo estar encerrado ha supuesto un duro ajuste para la familia. Cuando tienes cuatro niños y ves que tu rutina cambia de repente del día a la mañana, puede llegar a ser realmente difícil acostumbrarse, especialmente en lo que se refiere al estudio y al aprendizaje a distancia.

Una mujer y un niños comunicándose en la lengua de signos a través de un móvil.

Los dos hijos mayores de Lufti, Dalia de siete años y Ahmad de seis, están matriculados en la escuela de niños y niñas en el campamento de Aida, gestionado por el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS).

Si no fuera por los educadores de la agencia, Lufti afirma que no sabría cómo se las hubiera arreglado. "Sus profesores han sido increíbles durante este tiempo...Nos envían las tareas y las lecciones que tienen que hacer los niños por mensaje en Facebook, y están continuamente en contacto en caso de que a los niños les surja alguna duda". 

En Siria, incluso antes de la llegada del COVID-19, millones de niños no estaban escolarizados o corrían el riesgo de abandonar la escuela cuando el país entraba en su décimo año de conflicto. La suspensión de las clases a mediados de marzo como medida de precaución ha añadido aún más incertidumbre en la vida de millones de niños y niñas.

"No me lo creía cuando me enteré que el colegio se iba a cerrar", dice Maram, de 12 años, desde su casa en Raqqa. Maran cuenta a UNICEF que sigue un curso de autoaprendizaje gracias a unos libros que recibió hace unos meses, y que le han permitido continuar su educación en materias troncales, como son el árabe, el inglés, las matemáticas y las ciencia. 

En Ruanda, más de 3 millones de estudiantes no van a la escuela desde que el gobierno recomendó que las escuelas se cerraran para ayudar a prevenir la propagación de COVID-19. Para que los niños sigan aprendiendo, el país ha recurrido a uno de sus medios más accesibles: la radio.

UNICEF identificó más de 100 guiones de radio de todo el mundo centrados en la alfabetización y la aritmética básica que podrían adaptarse para alinearse con el programa escolar de Ruanda. Con los programas listos, UNICEF trabajó en colaboración con asociados, entre ellos la Agencia de Radiodifusión de Ruanda para producir y emitir las clases en todo el país.

Mujer hablando frente a un micrófono en un estudio de radio

Las lecciones ya se escuchan en Radio Ruanda. Los estudiantes pueden sintonizar sus emisoras cada día de 8:30 a 14:00 para escuchar las clases como si estuvieran en la misma aula tomando apuntes del segundo trimestre del programa nacional.

En Kenia, el Ministerio de Educación se ha asociado con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y otras entidades para idear nuevas y creativas metodologías de estudio en casa.

Amina, una maestra de Kenia, retransmite sus clases a sus alumnos de quinto grado a través de Radio Gargaar, una estación comunitaria. "Me hace muy feliz poder estar en contacto con mis alumnos a través de la radio. A veces me llaman al estudio para hacerme preguntas", nos cuenta. "Creo que están aprendiendo a pesar de que no los pueda ver".

Las lecciones de radio ayudan a Amina y a otros maestros en Dadaab a apoyar a más de 100.000 estudiantes que asisten a las 22 escuelas primarias y nueve secundarias del campamento.

“Estamos buscando formas de adaptar los programas de aprendizaje a las redes existentes en el campamento”, dijo Alan Mwika, un oficial de educación del ACNUR en Dadaab, quien enfatiza que las condiciones para la educación eran difíciles incluso antes de la pandemia.

"Debemos encontrar formas innovadoras para garantizar que la educación continúe a pesar de la difícil situación". 

"Los refugiados son muy respetuosos y están muy interesados en la educación porque saben que les empodera", recalcó. 

 

Acceso a materiales educativos gratuitos

Mientras los países se enfrentan a una importante interrupción de la enseñanza causada por el COVID-19, la UNESCO ha hecho un llamamiento para facilitar el aprendizaje y el intercambio de conocimientos mediante recursos educativos abiertos. Siendo estos, materiales didácticos, de aprendizaje o investigación — en cualquier formato o medio — que se encuentren en el dominio público o que se publiquen con licencias de propiedad intelectual que faciliten su uso, adaptación y distribución gratuitos.

Una niña estudiando en el suelo de su habitación.

"La crisis del COVID-19 ha provocado un cambio de paradigma en la forma en la que los estudiantes de todas las edades, de cualquier parte del mundo, acceden a la educación", dice la UNESCO. "Por lo tanto, es más esencial que nunca que la comunidad mundial se una ahora para fomentar el acceso universal a la información y el conocimiento a través de recursos educativos abiertos".

 

Escuela de la Tierra

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y TED-Ed ha lanzado Earth School (Escuela de la Tierra), una plataforma que proporciona contenido educativo gratuito y de alta calidad para estudiantes, padres y maestros que se encuentran actualmente en casa debido a la pandemia de COVID-19. Esta iniciativa lleva a los estudiantes por una "aventura" de 30 días a través del mundo natural. El contenido incluye videos, materiales de lectura y actividades que se traducirán a 10 idiomas para ayudar a niños y jóvenes en todo el mundo a comprender el medio ambiente y cómo pueden contribuir a su protección. 

"Este virus nos ha revelado cuán profundamente interconectada está toda la vida en el planeta ", dijo la directora ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen.

Por otro lado, UNICEF y Microsoft Corp. anunciaron la ampliación de una plataforma mundial de aprendizaje para ayudar a los niños y los jóvenes afectados por el COVID-19 a continuar su educación en el hogar.

El Pasaporte para el Aprendizaje proporciona educación a los niños desplazados y refugiados a través de una plataforma digital de enseñanza a distancia. El objetivo ahora es facilitar y ampliar un plan de estudios a nivel nacional para los niños y los jóvenes cuyas escuelas han tenido que cerrar debido a la COVID-19. La plataforma también ofrece recursos fundamentales a los maestros y los educadores. 

“Desde el cierre de las escuelas, que fue seguido por el confinamiento y después por la sensación persistente de miedo y ansiedad, los efectos de esta pandemia están afectando a los niños de todo el mundo”, dijo Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Es preciso que nos unamos y exploremos todas las vías posibles para que los niños sigan aprendiendo y para ayudarles a superar este momento tan difícil.