Hoy rendimos homenaje a las víctimas de la trata transatlántica de esclavos.

La empresa abominable de la esclavitud duró más de 400 años.

Millones de niños, mujeres y hombres africanos fueron objeto de trata a través del Atlántico y arrancados de sus familias y patrias: sus comunidades fueron desgarradas, sus cuerpos quedaron reducidos a mercancía y su humanidad fue negada.

La historia de la esclavitud es una historia de sufrimiento y barbarie que muestra lo peor de la humanidad.

Pero también es una historia de asombrosa valentía que ejemplifica lo mejor del ser humano y abarca desde las personas esclavizadas que se alzaron contra lo que parecía imposible hasta los abolicionistas que denunciaron este crimen atroz.

Y sin embargo, el legado de la trata transatlántica de esclavos aún nos persigue hoy día.

Se puede trazar una línea recta que une los siglos de explotación colonial y las desigualdades sociales y económicas actuales.

Y los clichés racistas popularizados para racionalizar la inhumanidad de la trata de esclavos se pueden reconocer en el odio supremacista blanco que resurge hoy en día.

Nos corresponde a todos luchar contra el legado racista de la esclavitud.

El arma más poderosa de nuestro arsenal es la educación, tema de la conmemoración de este año.

Enseñando la historia de la esclavitud, ayudamos a protegernos de los impulsos más atroces de la humanidad.

Estudiando los supuestos y creencias que permitieron que la práctica floreciera durante siglos, contribuimos a desenmascarar el racismo de nuestra propia época.

Y honrando a las víctimas de la esclavitud, devolvemos algo de dignidad a quienes fueron tan despiadadamente despojados de ella.

Hoy y todos los días, permanezcamos unidos contra el racismo y construyamos juntos un mundo en el que todos, en todas partes, podamos vivir una vida donde imperen la libertad, la dignidad y los derechos humanos.

Puede ver el vídeo en el Canal de YouTube de Naciones Unidas.