Hoy recordamos a los cientos de miles de haitianos que perdieron la vida en el devastador terremoto que asoló su país hace diez años, y a los millones de personas que se vieron gravemente afectadas por esa catástrofe.

También honramos la memoria de los 102 miembros del personal de las Naciones Unidas fallecidos ese día.

Nunca olvidaré la conmoción y la tristeza que experimentó toda la Organización cuando comprendimos la magnitud de la tragedia.

Me solidarizo con todas las personas que perdieron a familiares, amigos y seres queridos.

En el último decenio, Haití ha podido contar con la resiliencia de su pueblo y con el apoyo de sus numerosos amigos para superar este desastre.

Con el apoyo constante de la comunidad internacional, Haití se está esforzando por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre otras cosas fortaleciendo las instituciones que son tan importantes para el bienestar y la prosperidad de su pueblo.

En este día, renuevo el compromiso de las Naciones Unidas de ayudar a Haití y a su pueblo a construir un futuro mejor.

Gracias.