Memoria del Secretario General sobre la labor de la Organización: IV. Conclusión

La bandera de la ONU. © ONU/JC McIlwaine

Doy así por concluida mi última memoria anual sobre la labor de la Organización. He hecho lo posible por dejar a las Naciones Unidas en mejores condiciones de afrontar los inmensos desafíos que tienen ante sí y de servir a todos sus miembros y a «nosotros los pueblos» en todos los rincones del mundo. De esta memoria se desprende claramente que las Naciones Unidas son ahora más necesarias que nunca y que es probable que en el futuro lo sean cada vez más. La Organización interviene en todas las cuestiones urgentes de interés mundial que se plantean en todo el planeta. El próximo decenio resultará crucial para hacer realidad nuestras promesas de asegurar una vida digna a todos los seres humanos y de librar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra y la amenaza del cambio climático irreversible. Aunque debemos llevar adelante la larga serie de reformas en marcha en relación con los tres pilares de la Organización, no debemos limitarnos a las reformas en curso. Necesitamos innovación, apertura y creatividad constantes a fin de lograr que las Naciones Unidas se mantengan en la vanguardia del cambiante panorama mundial y sigan siendo un foro para la acción colectiva basada en principios. Aliento a los Estados Miembros a que usen con responsabilidad esta institución indispensable, de composición universal y alcance mundial. Seguiré colaborando con ellos hasta el último día de mi mandato.