En medio de las medidas impuestas por la pandemia de la COVID-19, un grupo de académicos del Instituto Universitario Kristu Jayanti (India), una institución miembro de la iniciativa UNAI que también funciona como centro para el Objetivo 1: Fin de la pobreza, visitó a los pequeños agricultores del estado de Karnataka para analizar el impacto de la pandemia en sus medios de subsistencia y otros problemas de esta zona.

Los agricultores se enfrentan a la falta de riego y a cambios meteorológicos imprevisibles, así como al aumento de los gastos en los insumos agrícolas y a la disminución de la fertilidad del suelo. Sharadamma, un residente de 66 años del poblado de Nelamangala, se quejaba de que antes cultivaba frutas y verduras, pero debido a la falta de mano de obra y al aumento de los gastos, la tierra terminó en manos de grandes productores así que, en la actualidad, tanto él y su familia sobreviven con el alquiler y su pensión.

"En la mayoría de los poblados que visitamos solo los ancianos cultivan la tierra, mientras que la mayoría de los jóvenes se están yendo en busca de pastos más verdes o para trabajar en las zonas urbanas. Por eso queremos formar a los jóvenes acerca de la necesidad de la agricultura y ofrecerles soluciones alternativas", afirma la Dra. Juby Thomas, quien dirigió el equipo del Instituto.

Dayanand Swami, de 30 años, que se dedica a la agricultura desde temprana edad, ha conseguido capear la pandemia después de plantar de manera sistemática nueces de areca y mijo, además de crear una pequeña granja lechera que proporciona ingresos diarios a la familia. Sin embargo, tanto él como muchos de los habitantes del poblado siguen teniendo problemas. "Incluso con algunas soluciones, después de las cosechas estacionales y durante casi seis meses, nuestras tierras prácticamente no se trabajan", explica Shankarayya, un cultivador de mijo de 74 años del pueblo de Kammasandra. Añade que, debido a la falta de tierra fértil, la calidad y la cantidad de las cosechas se han visto muy reducidas, por lo que acaban consumiendo la mayor parte de lo que se cultiva y no consiguen vender.

Para la Dra. Thomas, algunas de las medidas aplicadas tendrán efectos negativos para los habitantes de los pueblos. "Las soluciones fáciles, como las subvenciones, para resolver los problemas de la pérdida de fertilidad de la tierra y de agua provocarán a la larga una crisis importante. Los agricultores reciben subvenciones para construir pozos de sondeo, y como resultado aumenta el número de construcciones de este tipo, lo que puede llevar a que toda el agua subterránea de la zona se agote para siempre", advirtió la profesora.

Los investigadores del Instituto también han detectado que los agricultores, muchos de los cuales viven en la pobreza, desconocen los programas gubernamentales de los que se pueden beneficiar y que podrían mejorar su situación. "Estamos preparando estrategias eficaces para aumentar la concientización de los agricultores sobre los diversos programas gubernamentales para que pueda inscribirse el mayor número de agricultores y así beneficiarse de esas ventajas. También haremos todo lo posible para llamar la atención de las autoridades competentes", dijo el Dr. Augustine George, director del Instituto.

Aquí puedes encontrar más información sobre lo que se está haciendo desde el Instituto Universitario Kristu Jayanti como centro de la UNAI para el Objetivo 1. La lista completa de centros de la UNAI para los ODS puedes verla aquí.