28 julio 2010

Las enfermedades crónicas no transmisibles, también llamadas enfermedades crónicas*, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas y la diabetes, tienen un efecto considerable sobre la vida humana y la economía. Estas enfermedades reducen la calidad de vida de los pacientes, provocan la muerte prematura y dan lugar a otras consecuencias adversas. Se han convertido en la principal causa de mortalidad en todo el mundo y se estima que representaron el 60% de las muertes en el mundo (35 millones) en 2005. Actualmente se están convirtiendo rápidamente en una carga de salud importante en los países de ingresos bajos y medianos, en los que se producen el 80% de las muertes por enfermedades crónicas del mundo1. Desafortunadamente, en los países con recursos limitados, los encargados de la adopción de políticas, los donantes y los círculos académicos han prestado menos atención a estas enfermedades que a las enfermedades transmisibles graves2. Sin embargo, el aumento de las enfermedades crónicas en los países de ingresos bajos y medianos es más alarmante que la transición epidemiológica anterior en los países industrializados de altos ingresos. Este marcado aumento en la frecuencia de las enfermedades crónicas en los países en desarrollo se ha producido en un tiempo relativamente breve, y estos países se enfrentan ahora a la carga de las enfermedades crónicas, además de la carga que ya suponen las enfermedades transmisibles graves. El efecto de las enfermedades crónicas en las poblaciones pobres y desfavorecidas de los países en desarrollo es cada vez más preocupante ya que podría, a su vez, hacer que aumentasen las disparidades en materia de salud entre los países y dentro de ellos3 a 6.

Aunque la gestión de las enfermedades crónicas está bien establecida, numerosos pacientes, especialmente los de los países de ingresos bajos y medianos, no tienen acceso a las medidas de tratamiento prescritas. De hecho, el "acceso a la atención" es un concepto complejo, cuya definición y medición son polémicos. Se pensaba que la geografía, la arquitectura, el transporte y las consideraciones financieras, entre otras, eran los principales factores que influían en la capacidad de una persona para acceder a la atención sanitaria. Recientemente, la cobertura de los seguros médicos se ha convertido en otro factor importante. Sin embargo, el mero hecho de residir cerca de centros de atención médica y contar con un seguro de salud no garantiza el acceso a la atención de las enfermedades crónicas. Lo complicado de las enfermedades crónicas es que su tratamiento en la mayoría de los casos es para toda la vida.

* "Enfermedades crónicas", "enfermedades no transmisibles" y "enfermedades relacionadas con el estilo de vida" son conceptos que se superponen, aunque las enfermedades que abarcan no son exactamente las mismas. En este artículo, el término "enfermedades crónicas" se utiliza para centrar la atención en el hecho de que las enfermedades tienen una duración prolongada y requieren atención durante toda la vida.
Estudios sobre el acceso a la atención de la diabetes realizados en Filipinas y Viet Nam revelaron que numerosos pacientes a los que se les había diagnosticado diabetes encontraron una serie de obstáculos a la atención continuada. Incluso en los casos en los que había un médico generalista cerca, la imposibilidad de someterse a pruebas de laboratorio o adquirir medicamentos con receta impedía al paciente acceder a la atención rutinaria. El alto costo de los medicamentos, las prácticas deficientes en relación a su adquisición y otras causas relacionadas entre sí tenían un impacto directo en el mantenimiento de la constancia necesaria de los pacientes para recibir la atención adecuada. Los sistemas de seguridad social, incluido el seguro público de salud, no tenían un mecanismo estable para apoyar a los pacientes en la atención continuada de la diabetes. La falta de un conocimiento adecuado de la enfermedad se debía a factores relacionados con las circunstancias tanto del paciente como del proveedor7, 8.

A la hora de proporcionar acceso a la atención de enfermedades crónicas, deben tenerse en cuenta las dimensiones siguientes:

La accesibilidad física - si los pacientes pueden llegar fácilmente a los proveedores de salud, como hospitales, clínicas, laboratorios y farmacias

La disponibilidad de recursos - si los proveedores de salud cuentan de hecho con los recursos humanos previstos y los materiales en condiciones de funcionar o de ser utilizados

La asequibilidad - si los gastos en los que deben incurrir los propios pacientes están a su alcance

La aceptabilidad - si los pacientes entienden claramente por qué, cuándo y cómo buscar ayuda y si están dispuestos a hacerlo

Los obstáculos a cada elemento están determinados por las partes interesadas a diferentes niveles, como las políticas de salud de los gobiernos, los sistemas de salud, los proveedores de atención médica, así como por los pacientes. En cada país pueden encontrarse diversos obstáculos, como lo demuestran los estudios realizados en Filipinas y Viet Nam.

Es necesario abordar el impacto potencial de la mayor frecuencia de las enfermedades crónicas que afectan a las poblaciones en los países de ingresos bajos y medianos. Estas enfermedades suponen una carga adicional para el sistema de salud, así como para los pacientes afectados y sus familiares, y dificultan el desarrollo general de un país. Todos los gobiernos deberían investigar los obstáculos que impiden el acceso a la atención de las enfermedades crónicas en sus países como un paso crucial en la lucha contra la amenaza emergente que suponen estas enfermedades. Deberían diseñarse y utilizarse estrategias para asegurar la continuidad de los suministros médicos a un precio asequible para todos.
Notas
1. OMS, Preventing chronic diseases: a vital investment (Ginebra, 2005).

2. R. Beaglehole & D. Yach, "Globalisation and the prevention and control of non-communicable disease: the neglected chronic diseases of adults", Lancet 362(9387) (2003), págs. 903 a 908.

3.J. Landers, "Historical epidemiology and the structural analysis of mortality", Health Transition Review, 2(Suppl) (1992), págs. 47 a 75.

4. C. G. Mascie-Taylor, E. Karim, "The burden of chronic disease", Science, 302(5652) (2003), págs. 1921 y 1922.

5. A. Boutayeb, "The double burden of communicable and non-communicable diseases in developing countries", Transactions of the Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene, 100(3) (2006), págs. 191 a 199.

6. J. J. Miranda, et al., "Non-communicable diseases in low- and middle-income countries: context, determinants and health policy", Tropical Medicine & International Health, 13(10) (2008), págs. 1225 a 1234.

7. M. Higuchi, Costs, availability and affordability of diabetes care in the Philippines. Foundation for Advanced Studies on International Development, 2009. http://www.haiweb.org/medicineprices/news/index.html.

8. D. Beran, et al., Report on the Rapid Assessment Protocol for Insulin Access in Vietnam. (Londres: International Insulin Foundation, 2008). http://www.access2insulin.org/.

 

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