CAMBIO CLIMÁTICO

El cambio climático, uno de los problemas más acuciantes de nuestra época, pone en peligro la vida y los medios de subsistencia de miles de millones de personas. Los desastres naturales, la degradación del medio ambiente y los fenómenos meteorológicos extremos afectan las cosechas, agotan los recursos pesqueros, deterioran los medios de subsistencia y propagan enfermedades infecciosas. La convergencia entre las tendencias demográficas, la migración y la urbanización acelerada y el cambio climático aumenta los riesgos a que se ven expuestos los más vulnerables.

El cambio climático es también un factor «multiplicador de amenazas». La pérdida de tierras y medios de subsistencia en situaciones de pobreza persistente, desplazamiento y otras formas de inseguridad puede desencadenar la competencia por recursos naturales escasos y alimentar las tensiones sociales. Las causas complejas e interrelacionadas del cambio climático y sus consecuencias exigen estrategias amplias e integradas en las que se determinen puntos de partida para la colaboración a fin de mitigar sus efectos en las personas y las comunidades.

REDUCIR EL IMPACTO MEDIANTE MEDIDAS CENTRADAS EN LAS PERSONAS

El enfoque de la seguridad humana, al centrarse en las personas, alienta la participación amplia que aporta conocimientos detallados sobre los diversos desafíos que enfrentan los distintos grupos en las comunidades y las regiones. Ese tipo de enfoque permite encontrar soluciones más específicas y orientadas a la comunidad, que encaran las vulnerabilidades inmediatas y al mismo tiempo crean resiliencia y protegen los medios de subsistencia a largo plazo. Mediante las actividades de apoyo a nivel comunitario, el enfoque de la seguridad humana procura reducir los riesgos de desastre, propiciar el uso sostenible y racional de los recursos ambientales y fomentar sociedades pacíficas y prósperas.

El marco de seguridad humana ayuda a los agentes internacionales, nacionales y locales a coordinar mejor las respuestas al cambio climático. Dado que los factores que lo causan sobrepasan la capacidad de respuesta de los particulares y las comunidades, las alianzas son indispensables para mitigar efectos, reducir vulnerabilidades y mantener el compromiso político. Los planes de adaptación y mitigación de base comunitaria también pueden contribuir decisivamente a las estrategias nacionales e internacionales y apoyar los mecanismos de alerta temprana que permiten adoptar medidas proactivas y preventivas bien fundamentadas.

ADOPCIÓN DEL ENFOQUE DE LA SEGURIDAD HUMANA CON RESPECTO AL CAMBIO CLIMÁTICO

Los programas de seguridad humana realizan análisis profundos del contexto local para entender las consecuencias multidimensionales del cambio climático y sus efectos en la gravedad y la distribución de los riesgos y las vulnerabilidades en los países. Esos programas promueven respuestas integrales dirigidas a arrostrar los efectos sociales, económicos y ambientales, adaptar las estrategias de mitigación de los efectos de los desastres a las capacidades y recursos locales y conseguir la participación a nivel local en los esfuerzos por aumentar la resiliencia.

RECURSOS

Seguridad humana: Fortalecimiento de la resistencia a las amenazas climáticas

La seguridad humana y El Niño / La Niña 

Prevención de episodios de oscilación meridional de El Niño de convertirse en desastres: un «plan de acción»

Artículo destacado

Uzbekistán: mantener los medios de subsistencia afectados por el desastre del mar de Aral

Dos naves se encuentran varadas en un vasto campo. Hay pequeñas casas y líneas eléctricas en el fondo.
Unos barcos oxidados, abandonados en Muynak, Uzbekistán, una antigua ciudad portuaria cuya población ha declinado precipitadamente con la recesión rápida del mar de Aral. Foto de la ONU/Eskinder Debebe

La degradación del mar Aral, que llegó a ser el cuarto lago más grande del mundo, tuvo consecuencias devastadoras para la vida y los medios de subsistencia de las poblaciones locales. La pobreza económica, el aumento de la salinización de la tierra y el agua, la falta de seguridad alimentaria y la exposición a las tormentas de polvo están obligando a muchos a trasladarse. Habida cuenta de que las causas del desastre son complejas y están interconectadas, el programa del FFNUSH contó con la participación de múltiples entidades de las Naciones Unidas y aprovechó los conocimientos de los interesados locales y nacionales. El programa logró promover comunidades más resilientes y mejorar las perspectivas de desarrollo a través de estrategias de mitigación y adaptación acordes a las necesidades locales y relativas al empleo, la gestión ambiental, la seguridad alimentaria y la atención de la salud.