Three students smile in schoolyard
 ©UNICEF/UN0655840

Acerca de la Cumbre sobre la Transformación de la Educación

La educación actual es un caos. Más del 90 % de los niños en todo el mundo han visto interrumpida su educación por la pandemia del COVID-19, la mayor interrupción en los sistemas educativos de la historia. Para muchos estudiantes, especialmente las niñas y las jóvenes, la disrupción podría ser permanente y podría afectar a sus derechos, comprometiendo la igualdad y el desarrollo de las generaciones futuras. La pandemia también ha puesto de manifiesto las grandes disparidades existentes no solo entre los países, sino también entre los distintos grupos de alumnos dentro de los propios países.

La Cumbre sobre la Transformación de la Educación se convoca como respuesta a la crisis mundial de la educación en materia de igualdad, inclusión, calidad y relevancia. A menudo lenta e imperceptible, la crisis está trayendo consecuencias devastadoras para el futuro de los niños y los jóvenes de todo el mundo.

La Cumbre para la Transformación de la Educación es una iniciativa clave de Nuestra Agenda Común presentada por el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, en septiembre de 2021. La cumbre tendrá lugar durante la 77ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas y ha sido convocada por el secretario general con el fin de situar a la educación en lo más alto de la agenda política mundial y movilizar a la acción, a la solidaridad y a la búsqueda de soluciones, con el fin recuperar el terreno perdido en la enseñanza como consecuencia de la pandemia y transformar la educación en un mundo en constante evolución.

Los sistemas educativos se deben adaptar al cambio de acuerdo con las competencias exigidas en el ámbito profesional. El aprendizaje se debe centrar en el estudiante y debe ser dinámico, inclusivo y colaborativo, permitiendo que florezca la creatividad. Los recursos para el aprendizaje deben evolucionar y reflejar las transformaciones que tienen lugar en las formas de enseñar y aprender.

Se deben desarrollar alternativas de modo que aquellos que hayan quedado excluidos del sistema educativo convencional puedan adquirir habilidades básicas para la vida, así como nuevas competencias, y mejorar las que poseen en continua formación. En el contexto actual de crisis climática global, rápida transformación tecnológica, profundos cambios en el mundo del trabajo, disminución de los niveles de confianza en las instituciones públicas, erosión de los valores democráticos y aumento de la desinformación, la intolerancia y la incitación al odio... los actuales sistemas de enseñanza están fallando a los niños, a los jóvenes y a los estudiantes de todas las edades.

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¿Por qué necesitamos transformar la educación?

La educación es un derecho humano.

Debemos transformar la educación para que, sin importar el lugar, ninguna niña, ningún niño, ningún joven o no tan joven se vea privado de su derecho a una educación de calidad. No se acepta ninguna exclusión.

Las escuelas deben ser inclusivas, seguras y saludables.

Las escuelas no deben excluir a nadie, deben aceptar a todas las niñas, los niños y los jóvenes y acogerlos, atenderlos, protegerlos, estimularlos y apoyarlos.

El aprendizaje básico es fundamental.

Una buena educación desarrolla la capacidad de los alumnos a la hora de aprender los fundamentos básicos del conocimiento: la alfabetización, el cálculo y el pensamiento científico. También incluye habilidades socioemocionales básicas.

El aprendizaje es permanente.

Una buena educación también estimula la capacidad de aprender (y seguir haciéndolo a lo largo de la vida) las habilidades necesarias para adaptarse al cambiante mundo laboral.

La educación debe promover el desarrollo sostenible.

Es fundamental que una buena educación desarrolle los valores humanos y la capacidad de convivir en paz; de respetar y apreciar la diversidad humana, la igualdad de género y los derechos humanos; así como ejercer un compromiso activo con el desarrollo sostenible.

La enseñanza se debe transformar.

Los profesores necesitan las condiciones, los salarios, los recursos, la autonomía y el respeto que merecen para poder transformar la educación.

La revolución digital es clave para la transformación.

Aprovechados adecuadamente, la conectividad y los recursos digitales de enseñanza y aprendizaje de libre acceso pueden contribuir a la transformación y democratización de la educación.

La educación requiere una inversión pública.

La financiación pública de la educación es la inversión más eficiente y socialmente responsable que pueden realizar los países. Cada dólar invertido en educación produce un mayor rendimiento para los individuos, y aún más para la sociedad, que cualquier otra inversión.

Lograr el ODS 4 en educación de calidad

logo del ODS 4: Educación de calidad

Adoptado en 2015 como un aspecto integral de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el conjunto de 17 objetivos transformadores, el Objetivo 4 pretende garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos.

El progreso hacia el Objetivo 4 se basa en diez metas específicas que se centran en una amplia variedad de cuestiones relacionadas con la educación como, por ejemplo, la equidad y el acceso, el desarrollo de habilidades, la alfabetización y la aritmética universales, las instalaciones, el profesorado y la financiación. A pesar del progreso realizado en las últimas décadas, la comunidad internacional se está retrasando en sus compromisos. De hecho, el mundo está experimentando una crisis educativa global cada vez mayor, exacerbada por la pandemia del COVID-19, que ha privado a cientos de millones de niños y jóvenes de su derecho a una educación de calidad.

Urge recuperar el terreno perdido en el aprendizaje, reavivar el compromiso político y financiero internacional con la educación como bien público mundial y acelerar el progreso hacia la consecución del ODS 4. Pero urge igualmente reflexionar de forma colectiva sobre el modo en que los sistemas educativos pueden evolucionar para ir a la par y respaldar la transformación de las sociedades antes del año 2030.

Liderazgo

Vicesecretaria General de la ONU, Amina Mohammed
Amina J. Mohammed es la vicesecretaria general de las Naciones Unidas y presidenta del Grupo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Está supervisando los preparativos de la cumbre.

Leonardo Garnier, asesor especial del secretario general para la Cumbre sobre la Transformación de la Educación
Como asesor especial del secretario general para la Cumbre sobre la Transformación de la Educación, Leonardo Garnier proporciona asesoramiento estratégico sobre cuestiones relativas a la transformación de la educación y trabaja bajo la dirección de la vicesecretaria general/presidenta del Grupo de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Está en estrecho contacto con la Secretaría de la Cumbre para promover la cumbre. También apoyará al secretario general en la consulta a los gobiernos y la participación de las partes interesadas con el fin de perfilar los resultados concretos y ambiciosos que se presentarán en la cumbre.

El Sr. Garnier es profesor de la Universidad de Costa Rica, donde ha trabajado en la Escuela de Economía y como investigador en el Instituto de Investigación en Ciencias Económicas. Fue ministro de Planificación y Política Económica de Costa Rica de 1994 a 1998 y ministro de Educación durante otras dos legislaturas, de 2006 a 2014, durante las cuales impulsó importantes reformas en el sector educativo, tanto en lo que respecta a las competencias básicas como a la alfabetización, las matemáticas y las ciencias, así como desde la perspectiva de la introducción de una visión «ética, estética y ciudadana» de la educación. Logró un aumento significativo de la tasa de escolarización con importantes inversiones en la educación rural e indígena.

Apoyo

La Cumbre sobre la Transformación de la Educación cuenta con el apoyo de la Comisión Europea, así como de Dubai Cares, Lego Foundation y Qatar Fund.