Tras llegar de Venezuela, y gracias al apoyo de ACNUR, Andrew Castro creo una fundación que gestiona un centro digital. Un lugar donde ya se han capacitado más de 500 refugiados y ecuatorianos en herramientas tecnológicas productivas.
ACNUR
Una década después de llegar al Reino Unido como joven refugiada, la Embajadora de Buena Voluntad de ACNUR Maya Ghazal, se ha convertido en la primera mujer siria refugiada en obtener la licencia de piloto comercial, tras recibir oficialmente sus “alas” para pilotar aviones Boeing 737 como copiloto. Para cualquier joven, la formación de vuelo es un proceso exigente y competitivo; solo el 5 % de los pilotos del mundo son mujeres.
Junto a varias organizaciones de la sociedad civil argentina, ACNUR en Buenos Aires ha entregado ayuda a más de 1.700 personas refugiadas y migrantes para que puedan sobrellevar las frías temperaturas del invierno.
Cuando Juan David y su familia llegaron a Bolivia desde Venezuela, lucharon por subsistir. “Con perseverancia pudimos salir adelante”, recuerdan. Hoy Juan David mira al futuro soñando ser estudiante de ingeniería en sistemas.
ACNUR y el FC Barcelona han lanzado un documental sobre historias de refugiados que han encontrado protección en Uganda; testimonio vivo del papel del deporte en el apoyo a las personas refugiadas.
La crisis global de refugiados también afecta a las Américas. En la región, la población desplazada por la fuerza y asistida o protegida por ACNUR a finales de 2024 superó los 21 millones de personas; el 17,6 % del total mundial.
En Yemen, tras una década de guerra, la ciudad de Taiz resiste, pero necesita ayuda para su reconstrucción. ACNUR y otros asociados ayudan a sus habitantes en esa tarea.
Tras una larga e incierta travesía desde Haití, Giovanni llegó a México sin hablar español y sin conocer a nadie. No obstante, recibió apoyo para poder reconstruir su vida e integrarse en la comunidad a través de ACNUR.
El bisabuelo Jassim es uno de los más de 500.000 refugiados sirios que han retornado de los países vecinos desde la caída del régimen de Assad con la esperanza de reconstruir su hogar y su país, a pesar de los muchos desafíos. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) está prestando apoyo para ayudar a los retornados con alojamiento, documentos legales e iniciativas de subsistencia.
El cruce fronterizo de Torkham entre Pakistán y Afganistán suele estar repleto de comerciantes y viajeros, pero en las últimas semanas ha sido testigo de una oleada de familias afganas que regresan a sus hogares, empujadas por un plan de repatriación de Pakistán. En abril regresaron unos 144.000 afganos; casi 30.000 deportados. Muchos, como Ezatullah y sus siete hijos, llegaron con escasas pertenencias, tras haber vivido en Pakistán durante décadas. Ezatullah teme por el futuro de su familia. Las deportaciones también se están produciendo en Irán. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ofrece asistencia de emergencia, y solicita 71 millones de dólares para ayudar a los retornados, especialmente a mujeres y niños, ya que los recortes en la financiación limitan gravemente su capacidad de ayuda.
Ayudados por ONU Refugiados, el 15 de abril más de 80 residentes del campo de desplazados internos de Areesha, en el noreste de Siria, emprendieron el regreso voluntario después de más de siete años lejos de casa. ONU Refugiados, que tiene previsto apoyar el retorno de unos 3,5 millones de refugiados y desplazados internos sirios en 2025, se enfrenta a drásticos recortes de la financiación humanitaria.
El mar que una vez asombró a Edwin ahora amenaza con devorar su hogar, obligándole a huir una vez más. Tenía solo 10 años cuando grupos criminales entraron en su casa y mataron a sus padres, forzándole a huir de Tegucigalpa. Tras 20 años, el aumento del nivel del mar y las frecuentes marejadas están borrando casas enteras de su pequeño pueblo pesquero en Honduras.
En Colombia viven más de 7 millones de desplazados internos, casi 3 millones de venezolanos, y más de 500.000 colombianos retornados. Su protección e integración se pueden ver afectadas por los recortes presupuestarios.
Khadija Amin se vio forzada a huir de Afganistán, donde trabajaba como periodista. Hoy, refugiada en España, lucha para que el mundo no se olvide de las mujeres afganas.
Cuando estalla una guerra, se reaviva un conflicto latente o se desata una catástrofe, las personas se ven forzadas a abandonar sus hogares y pertenencias. La labor de ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, es estar a su lado y asegurarse de que reciben la protección y asistencia vital que necesitan. Descubre cómo hace ACNUR su trabajo.