11 december 2025

En los tranquilos valles de Uttarakhand, en el norte de la India, el sonido del viento reemplaza la risa de los niños. Las colinas no solo pierden gente; también pierden sus canciones.

De hecho, las colinas de Uttarakhand se están vaciando. En valles que antes estaban llenos de campos en terrazas, festivales y escuelas rurales, las familias se están yendo a las ciudades y las llanuras, no por elección propia, sino porque no tienen otra opción. Las causas son múltiples y están entrelazadas: menor resiliencia climática, medios de vida frágiles, infraestructura educativa deficiente, empleos locales limitados y decisiones políticas que priorizan la infraestructura visible sobre el desarrollo centrado en las personas. Si no se comprenden y abordan conjuntamente estos factores, el éxodo se profundizará, junto con los costos sociales y ecológicos para la región y el país.

Vulnerabilidad climática: el lento desmoronamiento de la vida en las montañas

El paisaje del Himalaya, que sustenta la agricultura de Uttarakhand, así como sus recursos hídricos y su aldea, está experimentando rápidos cambios. Informes estatales y nacionales destacan el retroceso de los glaciares, la formación de peligrosos lagos glaciares y un aumento de fenómenos meteorológicos extremos que provocan deslizamientos de tierra, inundaciones repentinas y erosión. Estos riesgos afectan con mayor intensidad a quienes viven en laderas empinadas con pequeñas propiedades. La Célula Estatal de Cambio Climático de Uttarakhand (SCCC) y el Plan de Acción Estatal sobre Cambio Climático (SAPCC) siguen de cerca estos acontecimientos y advierten que el desarrollo descontrolado de infraestructuras y el turismo podrían agravar la exposición a estos peligros.

Estos cambios ambientales se están traduciendo en desafíos económicos. Los patrones de cultivo están cambiando, los rendimientos están disminuyendo y las oportunidades de empleo estacional se están reduciendo. Cuando los campos ya no pueden satisfacer las necesidades básicas, la migración suele convertirse en una necesidad. Debates recientes con las partes interesadas han puesto de relieve la importante disminución de las reservas glaciares y la urgente necesidad de planes de acción integrales en el Himalaya, y destacan que los impactos del cambio climático ya están impulsando la migración en el Himalaya occidental.

Brechas educativas: falta preparación para el futuro

La educación puede proteger a las personas y abrirles un mundo de oportunidades, siempre que sea accesible, de buena calidad y esté conectada con las economías locales. La situación educativa en muchas aldeas de Uttarakhand —y sin duda en otras regiones montañosas del mundo— se caracteriza por la falta de desarrollo de infraestructuras, la ausencia de docentes, el acceso digital limitado y las escasas oportunidades de formación profesional. Los análisis realizados por el gobierno y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) muestran que un gran número de escuelas rurales en la India carecen de conexión a internet y de materiales educativos básicos, una desventaja que se puso de manifiesto durante la pandemia de COVID-19.

Cuando los niños y jóvenes no ven maneras prácticas de conseguir buenos empleos en las escuelas cercanas, las familias piensan en mudarse a las ciudades, ya sea para la educación de sus hijos o para encontrarles trabajo. Estudios sobre la migración infantil han demostrado que la educación (o su ausencia) es uno de los principales factores que llevan a las familias a mudarse. Los niños que se ven así desplazados se enfrentan a mayores vulnerabilidades a menos que se implementen sistemas que incluyan a los migrantes en los programas de aprendizaje. Para Uttarakhand, esto implica que la política educativa debe ser consciente del clima, incluir a la población móvil y estar conectada con la economía local, en lugar de otorgar credenciales aptas únicamente para el entorno urbano.

Empleos y medios de vida: por qué las carreteras y los hoteles no son suficientes

El principal modelo de desarrollo en muchos distritos montañosos se centra en la construcción de carreteras, la creación de infraestructura turística y el desarrollo inmobiliario. Este modelo muestra cierto crecimiento del producto interior bruto (PIB), pero genera empleos estacionales e inciertos. A menudo, estos empleos benefician más a los inversores externos que a los residentes locales. La agricultura, el pastoreo y la artesanía artesanal, que históricamente han sustentado los medios de vida de las zonas montañosas, se han visto debilitados por el cambio climático, la degradación del suelo y la falta de interés de las generaciones más jóvenes. Estudios que rastrean la migración desde Uttarakhand revelan que muchas aldeas han sido abandonadas parcial o totalmente. Las poblaciones que permanecen suelen ser de mayor tamaño y más pobres.

Para lograr empleos locales sostenibles, necesitamos invertir en agricultura resiliente al clima, mejorar las cadenas de valor mediante el procesamiento de productos locales, apoyar las energías renovables descentralizadas, promover modelos de turismo de montaña gestionados por cooperativas locales y proporcionar las competencias digitales necesarias para el teletrabajo. Si no implementamos estas estrategias específicas, los empleos creados seguirán siendo temporales, con bajos salarios y resultarán insuficientes para frenar la marcha de la gente.

Negligencia política e indicadores de progreso erróneos

Las decisiones de desarrollo se ven influenciadas por motivaciones políticas. En comparación con inversiones más lentas y menos visibles en formación docente, salud comunitaria, rehabilitación de cuencas hidrográficas o reubicación de aldeas vulnerables al riesgo, proyectos grandes y visibles como carreteras, complejos hoteleros y turismo urbano reciben reconocimiento político con mayor rapidez. Como resultado, la medición del "progreso" es sesgada y se basa más en kilómetros de carreteras que en los años que los niños pasan en la escuela o en la resiliencia ante desastres que los hogares contribuyen a desarrollar.

Además, las respuestas políticas suelen carecer de integración: los programas de medios de vida, las políticas educativas y la planificación climática se crean de forma independiente, con escasa participación de la comunidad. Debido a esta desconexión, las intervenciones son menos eficaces y las prioridades locales, como la protección de la agrobiodiversidad o el restablecimiento de los sistemas hídricos tradicionales, reciben financiación insuficiente.

Cómo es una respuesta centrada en las personas y apropiada para la montaña

Para revertir o estabilizar la migración desde Uttarakhand se necesita una estrategia multifacética y sensible a cada lugar:

  1. Planificación sensible al clima y reducción de riesgos. Se deben ampliar los sistemas de vigilancia de lagos glaciares, de alerta temprana, de preparación para desastres basada en la comunidad y de normas de uso de la tierra basadas en riesgos para que las personas no se vean obligadas a irse debido a desastres recurrentes.
  2. Educación que prepara para la localidad. Se deben fortalecer los centros de aprendizaje comunitarios y las formaciones profesionales vinculadas a las economías de montaña (por ejemplo, horticultura, procesamiento de valor añadido, ecoturismo gestionado por la población local) y garantizar el acceso digital para la formación combinada. Las iniciativas de alfabetización y aprendizaje de la UNESCO y la evidencia sobre el acceso escolar sugieren modelos que pueden adaptarse a los contextos de montaña.
  3. Diversificación de los medios de vida basada en los recursos locales. Se deben apoyar las cooperativas, las microempresas y las prácticas agrícolas resilientes al clima, junto con la inversión en acceso descentralizado a la energía y la conectividad para generar fuentes de ingresos remotas sin desarraigar a las comunidades.
  4. Coherencia de políticas y gobernanza participativa. Las políticas climáticas, educativas y de empleo deben estar alineadas con los planes distritales de montaña, con una sólida representación local; y el progreso debe evaluarse mediante indicadores sociales y ecológicos (resultados de aprendizaje, tasas de empleo juvenil y resiliencia de los hogares), en lugar de basarse únicamente en el número de proyectos de infraestructura.
  5. Incentivos específicos para retener a los jóvenes. Se deben establecer becas para centros de formación profesional locales y apoyo al desarrollo de jóvenes emprendedores, y los programas de empleo público deben adaptarse a las limitaciones del terreno para retener a los jóvenes cualificados a nivel local.

Muchas de estas medidas podrían aplicarse a otras regiones montañosas que enfrentan desafíos similares.

Un llamado a la atención integrada

La crisis migratoria en Uttarakhand es resultado de una combinación de presiones ecológicas y decisiones políticas que han erosionado la vida de las aldeas con el tiempo. Para abordar el problema, es necesario tener la humildad de escuchar a las comunidades de montaña, valorar sus conocimientos y apoyar inversiones en pilares comunitarios menos glamorosos pero más sólidos: buenas escuelas, medios de vida resilientes, planificación basada en el riesgo y gobernanza local responsable. El progreso no es progreso si deja las montañas vacías. Repensar el desarrollo del Himalaya implica priorizar a las personas y al medio ambiente, haciendo de la vida en la montaña una opción respetable y viable en lugar de un sacrificio forzado.

 

Este artículo se ha publicado con la ayuda de traducción automática; se han hecho esfuerzos razonables para garantizar su precisión. Las Naciones Unidas no se responsabilizan de las traducciones incorrectas o inexactas ni de otros problemas que puedan derivarse de la traducción automática. Si surgen preguntas relacionadas con la exactitud de la información contenida en esta traducción, consulte la versión original del artículo en inglés.

 

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