"Un momento decisivo: soluciones transformadoras para desafíos interrelacionados" es el tema para el septuagésimo séptimo período de sesiones, que dará comienzo el 13 de septiembre de 2022.

Csaba Kőrösi at podium briefing reporters outside the General Assembly Hall.
Csaba Kőrösi (en el podio) informa a los periodistas en la sede de la ONU tras ser elegido presidente del 77º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU. Foto ONU/Manuel Elías

Elección del 77º Presidente de la Asamblea General

El Embajador Csaba Kőrösi, Director de Sostenibilidad Ambiental de la Oficina del Presidente de la República de Hungría, fue elegido Presidente del septuagésimo séptimo período de sesiones de la Asamblea General. La elección tuvo lugar en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, el 7 de junio de 2022.

En su resolución “Revitalización de la labor de la Asamblea General” (A/RES/71/323), la Asamblea decidió pedir a las personas candidatas a la presidencia de la Asamblea General que presentaran sus visiones estratégicas y celebraran diálogos interactivos oficiosos con los Estados Miembros, para contribuir así a la transparencia e inclusividad del proceso.

Durante un diálogo interactivo oficioso, celebrado el 5 de mayo de 2022, el candidato al puesto de Presidente de la 77ª Asamblea General presentó su declaración de visión y respondió a las preguntas de los Estados miembros, los representantes de la sociedad civil y diversas partes interesadas.

Comunicado de prensa / Noticias ONU

Video: Diálogo interactivo oficioso (2 hrs 55 min) / Encuentro con los medios de comunicación (9 min)

Csaba Kőrösi, Director de Sostenibilidad Ambiental (Oficina del Presidente de la República de Hungría)

Presidente del 77º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas

Retrato de Csaba Kőrösi
Foto ONU/Manuel Elías

Como diplomático de carrera, he pasado toda mi vida profesional en la función pública, combinando los deberes nacionales con las asignaciones recibidas de diversas comunidades internacionales. Tuve el privilegio de ser Embajador y Representante Permanente de Hungría ante las Naciones Unidas y Jefe de Misión en Grecia y en los Emiratos Árabes Unidos.

En varios cargos de la administración pública de mi país, fui responsable de la política de seguridad, la diplomacia multilateral y la cooperación en materia de derechos humanos.

Durante mi mandato en Nueva York, tuve el honor de copresidir el proceso intergubernamental (Grupo de Trabajo Abierto de la Asamblea General sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible) encargado de elaborar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Agradezco la experiencia adquirida como Vicepresidente de la Asamblea General en su sexagésimo sexto período de sesiones.

Como Director (Secretario de Estado) de la Oficina del Presidente de Hungría, tuve el deber y el privilegio de trabajar junto al Presidente de la República en el desempeño de sus funciones como miembro del Grupo de Alto Nivel sobre el Agua, convocado por el Secretario General y el Presidente Grupo Banco Mundial. Desempeñé una función similar en el panel de líderes de la Coalición para el Agua y el Clima, convocado por el Secretario General de la Organización Meteorológica Mundial y el Presidente de ONU-Agua.

Soy miembro fundador del Grupo Científico Húngaro sobre el Cambio Climático e invitado permanente del Comité Presidencial sobre Desarrollo Sostenible de la Academia Húngara de Ciencias y del Consejo Nacional de Desarrollo Sostenible de la Asamblea Nacional de Hungría.

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Un momento decisivo: soluciones transformadoras para desafíos interrelacionados

Csaba Kőrösi en el podio informa a los periodistas
Foto ONU/Manuel Elías

I. Las soluciones

Hoy más que nunca, en un momento en que siguen ampliándose las divisiones geopolíticas y surgen crisis complejas y prolongadas, el mundo debe avanzar para cumplir los objetivos compartidos. Si no hay confianza, resulta más difícil resolver los problemas de gran magnitud. Nuestra misión consiste en promover soluciones concretas que tengan efectos directos en la vida de las personas y en el planeta. Cada vez queda menos tiempo y el costo de los retrasos sigue en aumento. En el marco de la Asamblea General y en las conferencias temáticas celebradas bajo sus auspicios, las deliberaciones deben continuar dando prioridad a los efectos que se pretende lograr y dar a conocer resultados concretos.

II. La solidaridad

Hemos asumido el compromiso de no dejar a nadie atrás. La pandemia ha demostrado que la solidaridad dentro de las sociedades y entre los países influye en la estabilidad y la seguridad sociales y económicas. En tiempos de crisis, es más importante que nunca cumplir el compromiso de mejorar la seguridad de nuestro mundo.

III. La sostenibilidad

Los Estados Miembros han decidido comenzar a actuar para satisfacer las necesidades de desarrollo de la generación actual y cuidar las oportunidades para las generaciones futuras, decisión que se basa en la convicción compartida de que el desarrollo debe ser sostenible. Es hora de ver cómo se refleja esa visión de futuro en las decisiones cotidianas. La paz, el desarrollo económico, la sostenibilidad ambiental y la inclusión social son aspectos inseparables de la existencia humana segura y sostenible en este planeta.

IV. La ciencia

Las medidas que aplicamos para hacer frente a retos mundiales como el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) y la revolución digital han aportado pruebas convincentes del papel que desempeña la ciencia a la hora de tomar decisiones sobre cuestiones complejas. Esta agenda transformadora debe basarse en pruebas científicas y en la sabiduría política quienes la negocien.

El septuagésimo séptimo período de sesiones de la Asamblea General y el mundo en el que vivimos

Durante el último año y medio, el mundo padeció la peor pandemia de los últimos 100 años. La pandemia ha hecho patentes las vulnerabilidades de las sociedades, los atascos en la cooperación internacional y la necesidad de fortalecer la resiliencia económica y social. Es probable que el mundo nunca vuelva a ser lo que era antes de la pandemia. Tendremos que hacer enormes esfuerzos para dejar atrás esta compleja crisis y reconstruir nuestra vida de la forma sostenible que habíamos previsto antes de la pandemia.

V. Las características de la crisis a la que nos enfrentamos

Un gran número de resoluciones de la Asamblea General, del Consejo Económico y Social, del foro político de alto nivel sobre el desarrollo sostenible y del Consejo de Derechos Humanos, así como un gran número de pruebas científicas, dejan claro que la crisis actual no tiene precedentes. La advertencia que recibimos durante la pandemia podría considerarse una postal de un futuro posible.

Somos testigos del surgimiento de una amenaza letal y una sucesión de procesos interconectados que representan el principal reto para el desarrollo social y económico, la estabilidad ambiental y la seguridad internacional. Además de la carga sin precedentes que debieron soportar los sistemas de salud, resultan alarmantes la rapidez con la que se interrumpieron las cadenas de suministro, la contracción de las economías, el aumento de la tasa de desempleo, la mayor escasez de alimentos en varias regiones, el aumento vertiginoso de los déficits presupuestarios y los precios de la energía, la acumulación de deuda nacional y empresarial y la propagación de la inestabilidad política y social. La inseguridad es desfavorable para la promoción y la protección de los derechos humanos básicos. En algunos lugares, diversas minorías étnicas, lingüísticas y religiosas están expuestas a una presión particular, y el número de inmigrantes y refugiados va en aumento.

Debemos aprovechar la oportunidad de la crisis actual para aprender de la experiencia y construir un mundo más sostenible y resiliente para la humanidad.

VI. Riesgos interconectados en materia de seguridad y prosperidad humanas

La percepción tradicional de las amenazas siempre ha estado influida por factores de riesgo de carácter geopolítico. Si bien es probable que las divisiones geopolíticas se mantengan, o incluso que se amplíen, las consecuencias del desarrollo insostenible cada vez afectan más a la vida humana. Los riesgos geopolíticos y de desarrollo conforman un conjunto peligroso de retos que socavan la estabilidad de los países y las comunidades más vulnerables y ponen en peligro las perspectivas de progreso de los más prósperos. No podemos permitirnos el lujo de que colapse el mundo.

VII. La transformación necesaria

Aún es posible mejorar el equilibrio entre la supervivencia a corto plazo y la estabilidad a largo plazo. Debemos actuar con urgencia y coherencia, dejándonos guiar por objetivos compartidos y una transformación sustentada por el desarrollo científico, tecnológico y económico y la cooperación internacional. No debemos quedarnos de brazos cruzados.

La historia nos juzgará no solo en función de los objetivos que nos fijemos, sino también de la forma en que elijamos cumplirlos y el tiempo que tardemos en alcanzarlos.

La Asamblea General en una época de cambios transformadores

Los retos a los que nos enfrentamos exigen respuestas coherentes cuya aplicación abarca decenios, de modo que trasciende considerablemente lo que puede gestionar la Asamblea General en un año.

VIII. Soluciones desde la solidaridad, la sostenibilidad y la ciencia

La pandemia ha vuelto a confirmar que ningún país está a salvo hasta que todos estén fuera de peligro. La mayor parte de las actividades que ponemos en marcha para mejorar la estabilidad y la prosperidad son locales y nacionales, pero es posible prevenir o aliviar las crisis futuras cooperando desde la solidaridad y la responsabilidad compartida, con arreglo a la Carta de las Naciones Unidas.

Sería difícil resolver las crisis actuales y prevenir nuevas con la misma mentalidad y lógica que las originó. No cabe duda de que los retos que se nos presentan se potencian unos a otros, de modo que la mejor forma de resolverlos sería buscar soluciones sistémicas y actuar de manera intersectorial. El Secretario General ha presentado una serie de sugerencias inspiradoras en su informe titulado “Nuestra Agenda Común”, algunas de las cuales exigen que la Asamblea General tome decisiones y actúe con determinación.

La Asamblea General siempre ha sido el principal foro donde se toman decisiones políticas multilaterales y se definen normas, y seguirá siendo un órgano esencial para alcanzar objetivos políticos. Sin embargo, antes de cada conferencia que se convoque bajo los auspicios de la Asamblea, también deberíamos examinar lo que ofrece la ciencia.

Es fundamental que, al aplicar soluciones integradas, la labor de la Asamblea General sea coherente. Debemos fortalecer la coordinación estratégica de sus actividades junto con la Mesa y con el apoyo de la Oficina de la Presidencia de la Asamblea.

Grandes oportunidades durante el septuagésimo séptimo período de sesiones de la Asamblea General

Habrá momentos cruciales que deberá aprovechar la Asamblea General durante el septuagésimo séptimo período de sesiones.

IX. Derechos humanos y estabilidad política y social

Es necesario continuar incorporando en las decisiones de la Asamblea la protección de los derechos humanos y la lucha contra todas las formas de discriminación. La promoción y protección de los derechos de las personas que pertenecen a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas contribuyen a la paz y la estabilidad política y social y a la prevención y la solución pacífica de conflictos. Por ello, la Asamblea General ha dispuesto que se convoque una reunión de alto nivel al comienzo de su septuagésimo séptimo período de sesiones para conmemorar el trigésimo aniversario de la Declaración sobre los Derechos de las Personas Pertenecientes a Minorías Nacionales o Étnicas, Religiosas y Lingüísticas.

Durante siglos, la mitad de la humanidad ha sufrido injusticias históricas. El empoderamiento de las mujeres y las niñas debe ser una prioridad en la agenda de la Asamblea General y de las Naciones Unidas en general.

X. Desarrollo sostenible, gestión hídrica sostenible, lucha contra el cambio climático, protección de la biodiversidad y seguridad alimentaria

Estamos a un paso de llegar a la mitad del período previsto para implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Al iniciar la segunda mitad de esta iniciativa colectiva, debemos pasar revista de nuestro desempeño con honestidad y profundidad y sacar conclusiones aleccionadoras.

En 2023, tras el acto preparatorio de alto nivel celebrado en 2022, tendrá lugar la primera conferencia general de las Naciones Unidas sobre el agua desde 1977. El mejor momento para detener las crisis polifacéticas sucesivas relativas al agua fue ayer, pero hoy tenemos una segunda oportunidad de importancia casi equivalente. Hagamos todo lo posible por que estos años nos permitan lograr avances significativos. El Decenio Internacional para la Acción “Agua para el Desarrollo Sostenible” (2018-2028), que cumplirá la mitad de su recorrido, ofrece la oportunidad perfecta para que analicemos las opciones, combinemos la agenda sobre el agua con la agenda climática y nos aseguremos de que los avances significativos logren un desarrollo más predecible y seguro, y mejoren la confianza y la seguridad internacionales.

El 27º período de sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se celebrará en Egipto, será un foro en el que reevaluar el cumplimiento de los compromisos asumidos y ampliar los objetivos ambiciosos anunciados en el 26º período de sesiones. El 27º período de sesiones debería prestar la debida atención a los retos que presentan la adaptación y la cooperación para acelerar la resiliencia a los efectos inevitables del cambio climático.

El septuagésimo séptimo período de sesiones de la Asamblea General debería ayudar a llevar a la práctica el ambicioso objetivo de proteger la biodiversidad, algo que será importante no solo para las especies en peligro de extinción y sus hábitats, sino, sobre todo, para la seguridad de todas las sociedades y economías.

El foro de la Evaluación Internacional sobre Seguridad Alimentaria será de crucial importancia dadas las tendencias preocupantes que han surgido durante la pandemia. Hay soluciones prometedoras y respetuosas con la naturaleza al alcance de la mano, pero seguimos corriendo contra el tiempo para eliminar el hambre de la faz de la Tierra.

XI. Ciberseguridad

Las reflexiones sobre el comportamiento responsable de los Estados en el ciberespacio en el contexto de la seguridad internacional nos ofrecerán una oportunidad única para abordar la combinación de los factores tradicionales relativos a la seguridad y los originados en el ciberespacio que repercuten en la vida cotidiana.

Revitalizar las Naciones Unidas y la Asamblea General

Aprovecharé los resultados obtenidos con el liderazgo de mis excelentes predecesores y trabajaré con los Estados Miembros durante el septuagésimo séptimo período de sesiones para cumplir esos mandatos.

Las reformas que está poniendo en marcha el Secretario General tienen por objeto mejorar la capacidad institucional general para hacer realidad una agenda integrada ayudando a los Estados Miembros a atravesar las agitadas aguas de un mundo que cambia con rapidez.

A fin de promover las reformas sugeridas por el Secretario General en Nuestra Agenda Común, la Asamblea General deberá tomar más medidas para que las Naciones Unidas puedan afrontar los retos del presente y del futuro.

Las resoluciones de la Asamblea General sobre la revitalización de sus actividades proporcionan un mandato claro sobre la forma de mejorar su labor y dedicar más atención a aplicar las iniciativas y resoluciones acordadas, sin dejar de armonizar su labor cotidiana con la declaración sobre la conmemoración del 75º aniversario de las Naciones Unidas y la Agenda 2030.

Principios rectores de las operaciones de la Oficina de la Presidencia de la Asamblea General

La mejor manera de adquirir una percepción integrada de los retos y de seguir adaptando las actividades al cambiante entorno, económico, social, natural y de seguridad consiste en dar el ejemplo desde la Oficina de la Presidencia de la Asamblea General.

Al igual que mis predecesores, trabajaré con un equipo multinacional seleccionado en función de su profesionalidad y experiencia y conforme a un equilibrio regional y de género. Aunque mantendré la estructura tradicional de la Oficina, que responde a los principales ámbitos de actuación de la Asamblea General, haré especial hincapié en la capacidad de trabajar en un sistema de equipos de tareas que permita adoptar una perspectiva interdisciplinaria e intersectorial al ejecutar las operaciones.

La labor de la Oficina se basará en la imparcialidad y en la intención de tender puentes entre las naciones para buscar soluciones comunes de conformidad con los objetivos acordados y el espíritu de la Carta de las Naciones Unidas.

La Oficina, que cuenta con una plantilla bastante pequeña pero especializada, llevará a cabo sus operaciones con total transparencia, rendición de cuentas y eficiencia.

Será mi prioridad coordinar debidamente las actividades con el Secretario General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social y todos los demás órganos pertinentes de las Naciones Unidas.

Tengo la intención de celebrar consultas orientadas a los resultados con organizaciones de la sociedad civil, representantes de la juventud, centros de información científica y representantes de comunidades empresariales, instituciones financieras importantes y organizaciones confesionales. Espero animar a todas estas entidades a que colaboren con la Asamblea General teniendo en cuenta que los factores de riesgo a los que nos enfrentamos están interconectados y las soluciones que necesitamos deben ser integradas.

Las Naciones Unidas deben “servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar [sus] propósitos comunes.”
– Carta de las Naciones Unidas

Descargar la Declaración sobre la visión de futuro PDF

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Discurso de aceptación (7 de junio de 2022)

Csaba Kőrösi se dirige a la Asamblea General
Csaba Kőrösi se dirige a la Asamblea General. Foto ONU/Eskinder Debebe

Me siento honrado por la confianza que la Asamblea General ha depositado en mí al elegirme por aclamación para ocupar el cargo de Presidente de la Asamblea General en su septuagésimo séptimo período de sesiones. Es un privilegio tener la oportunidad de servir a la comunidad de Estados Miembros y de trabajar con otras partes interesadas en el próximo período de sesiones.

Agradezco especialmente a los Estados Miembros que integran el Grupo de los Estados de Europa Oriental por haber apoyado mi propuesta de nombramiento, al Presidente y al Gobierno de Hungría por su valioso apoyo a mi candidatura, a mi equipo y a la Misión Permanente de Hungría, que han trabajado sin descanso durante los preparativos de este proceso, pero muy especialmente, sobre todo, a mi paciente familia, que me ha acompañado en esta empresa.

Quiero aprovechar esta oportunidad para encomiar a Abdulla Shahid por su extraordinaria labor como Presidente de la Asamblea General en el septuagésimo sexto período de sesiones y felicitarlo por sus incansables esfuerzos para guiar la labor de la Asamblea. Su valioso apoyo fue esencial para que mi equipo y yo nos familiarizáramos con la forma en que se gestionan las actividades de la Asamblea General y aprendiéramos sus buenas prácticas.

También agradezco al Secretario General su liderazgo y la dedicación con que guía a las Naciones Unidas para que estén a la altura de los retos del siglo XXI.

Estamos atravesando múltiples crisis mundiales interconectadas, como la de los alimentos, la energía y la deuda, y todo indica que la próxima crisis que deberemos afrontar será la del agua. Ya hay 49 millones de personas de 43 países que están en emergencia alimentaria debido al desabastecimiento y el aumento de los precios.

Como consecuencia de la emergencia climática persistente, los océanos nunca antes tuvieron la acidez y la temperatura registradas en 2022, además de que el nivel del mar ha alcanzado cifras sin precedentes, al igual que la pérdida de la biodiversidad.

Desde finales del siglo pasado que los conflictos mundiales no son tan encarnizados. Hay 303 millones de personas que necesitan asistencia humanitaria y protección urgentes en 69 países de todo el mundo, lo que supone un aumento de más del 10 % desde diciembre de 2021.

La cruel guerra que se libra en Ucrania añade nuevas dimensiones a estos hechos aciagos.

La Oficina de la Presidencia de la Asamblea General en el septuagésimo séptimo período de sesiones tendrá entre sus propósitos cumplir una agenda integrada de paz, prosperidad y sostenibilidad y promoverá el multilateralismo, el multiculturalismo y el multilingüismo.

Las puertas de mi oficina siempre estarán abiertas para ustedes. La imparcialidad será el principio que guiará nuestra labor con el propósito de tender puentes entre las partes.

Coordinaré las actividades con el Secretario General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social y todos los demás órganos pertinentes de las Naciones Unidas.

Dedicaré especial atención a celebrar consultas periódicas orientadas a los resultados con organizaciones de la sociedad civil, representantes de la juventud, instituciones científicas, centros de información, organizaciones confesionales, representantes de comunidades empresariales e instituciones financieras importantes.

Vivimos tiempos que hacen tambalear los cimientos de esta Organización. En el contexto de las múltiples crisis inminentes, está en juego nada menos que la credibilidad de las Naciones Unidas. Hace 77 años, los Estados Miembros demostraron que era posible consolidar una paz duradera sobre las cenizas de la guerra. Hoy debemos tener la misma determinación para hacer frente a los retos que ponen en peligro la paz y la seguridad internacionales y el futuro sostenible de la humanidad en este planeta.

Durante mis rondas de consultas, la mayor parte de las delegaciones manifestaron preocupación por la desconfianza cada vez mayor y el espíritu de cooperación cada vez menor. Aunque podemos tener distintas opiniones sobre las causas de la situación actual, coincidimos en que solo si aunamos esfuerzos superaremos los retos mundiales, tanto actuales como futuros.

Permítanme recordar una cita atribuida al empresario industrial Henry Ford: “Juntarse es el comienzo; mantenerse juntos es el progreso y trabajar juntos es lograr el cometido”.

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