ONU Bienvenidos a las Naciones Unidas. Son su mundo.

Consejo de Seguridad 2006: Recapitulación

Las Américas

Haití

El 22 de febrero el Primer Ministro interino Gérard Latortue dijo al Consejo de Seguridad que después de un agitado período de transición de dos años que había culminado con elecciones exitosas el 7 de febrero, los haitianos y sus dirigentes recién elegidos ahora enfrentaban un momento decisivo. La comunidad internacional tendría que manifestar el mismo grado de determinación que estos dirigentes, ahora que se estaban preparando para alcanzar una democracia plena y el desarrollo socioeconómico.

También dijo que «para sorpresa del mundo, los haitianos habían mostrado su confianza en el proceso democrático» y manifestó su agradecimiento al Consejo por su continuo apoyo a Haití y a los países que habían enviado tropas y policía. El Gobierno de Transición había cumplido con la misión de organizar elecciones libres, honestas, democráticas, transparentes y generales. Aunque la celebración de las elecciones se había visto amenazada por numerosos problemas organizativos, institucionales, de seguridad y otros, la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) había realizado una labor extraordinaria.

El Consejo inició el examen de la situación de Haití con una declaración de la Presidencia del 6 de enero en la que el órgano de 15 países se comprometió a apoyar el restablecimiento de la democracia y la estabilidad en el país. Tras una demora en la celebración de las elecciones, el Consejo instó al Gobierno de Transición y al Consejo Electoral Provisional a anunciar con prontitud las fechas definitivas de las elecciones, cuya primera vuelta debía celebrarse a más tardar el 7 de febrero.

Después de que esas expectativas se realizaran en la fecha prevista, el Consejo, a través de una declaración de la Presidencia del 9 de febrero, felicitó a Haití por la exitosa primera vuelta de las elecciones, a la que definió como «un paso fundamental» hacia el restablecimiento de la democracia. El 27 de marzo elogió a los haitianos por la satisfactoria conclusión de la primera vuelta del proceso electoral, felicitó a René García Préval por su elección como Presidente, y añadió que el proceso daría al país «una oportunidad única de acabar con la violencia y la inestabilidad política del pasado».

En una declaración que leyó Jorge Taiana, Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, cuyo país asumió la presidencia del Consejo durante marzo, el Consejo también acogió con beneplácito el anuncio de las autoridades de Haití de su intención de llevar a cabo la segunda vuelta de las elecciones parlamentarias el 21 de abril, lo que permitiría una rápida investidura del Presidente Electo. El Consejo también subrayó la necesidad de garantizar un entorno seguro y estable en Haití, entre otras prioridades, y expresó su apoyo a los continuos esfuerzos de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití por prestar asistencia a las autoridades del país.

Los miembros del Consejo reiteraron que el establecimiento del estado de derecho, la protección de los derechos humanos, el fortalecimiento de la capacidad institucional y el rápido progreso en el desarme, la desmovilización y la reintegración, serían asuntos cruciales para el futuro de Haití de los próximos años. Para conseguirlo, era esencial un constante compromiso político y una visión estratégica común de las autoridades de Haití y la comunidad internacional. Urgía una reforma profunda y global de la policía y del sistema de justicia de Haití, crear puestos de trabajo y asegurar la prestación de servicios sociales básicos.

Ese mismo día, el Presidente Electo René García Préval describió la asistencia masiva de votantes como una manifestación elocuente del deseo del pueblo haitiano de vivir en paz y participar en la reconstrucción nacional. Era un testimonio de sus legítimas aspiraciones de mejorar sus condiciones materiales, un paso positivo hacia la estabilización. Al describir los retos que tendría que afrontar el próximo Gobierno, mencionó la pobreza generalizada, el desempleo, la infraestructura dilapidada y la inseguridad crónica. En estas circunstancias, la asistencia internacional era indispensable para la consolidación del proceso democrático y para el establecimiento de una base socioeconómica para el desarrollo duradero de Haití.

El Secretario General, Kofi Annan, al subrayar que Haití estaba comenzando apenas el largo viaje hacia un futuro estable y democrático, pidió a la comunidad internacional que reforzara los esfuerzos del Presidente Electo Préval por promover una amplia reconciliación política. Las instituciones de gobierno y el pueblo de Haití, que había soportado una cantidad inaceptable de privaciones cotidianas y de inseguridad, requerían un apoyo generoso.

El Representante Especial del Secretario General en Haití fue uno de los aproximadamente 30 oradores de la reunión, así como el Ministro de Relaciones Exteriores de Grecia, el Viceministro y Secretario General de Relaciones Exteriores del Perú, el Viceministro de Relaciones Exteriores de Chile y el Subsecretario General de Asuntos Políticos de Brasil.

Finalmente, en una declaración de la Presidencia del 15 de mayo, el Consejo pudo felicitar al señor Préval por su investidura como Presidente de Haití y pidió a los parlamentarios recién elegidos que trabajasen de forma constructiva para cimentar un futuro mejor para su país. El Consejo también subrayó que aún existían muchos desafíos y que celebrar a tiempo las elecciones municipales, locales y parlamentarias era fundamental para la gobernanza democrática.

Además, el Consejo hizo hincapié en la necesidad de reformar y fortalecer la policía, el sistema judicial y el sistema correccional de Haití y señaló que esperaba con interés los resultados de las conversaciones entre la MINUSTAH y las nuevas autoridades sobre cómo encarar estos y otros asuntos relacionados con la seguridad. El Consejo también pidió a los donantes y principales interesados que continuaran evaluando y coordinando las prioridades en materia de asistencia, en estrecha colaboración con el nuevo Gobierno.

Durante el año el Consejo también prolongó dos veces el mandato de la Misión en Haití, primero mediante la resolución 1658 del 14 de febrero y después mediante la resolución 1702 del 15 de agosto. Ambos textos se aprobaron por unanimidad.

Al prolongar el mandato de la Misión hasta el 15 de febrero de 2007, el Consejo, en virtud de la resolución 1702 Documento PDF, también instó a las autoridades de Haití a finalizar tan pronto como fuera posible las últimas vueltas electorales en los lugares donde el proceso electoral se había interrumpido o donde se habían aceptado las impugnaciones. Se pidió a la Misión que proporcionara toda la asistencia adecuada para ese fin. También se pidió a la Misión que reorientara las labores de desarme, desmovilización y reintegración hacia un programa de reducción de la violencia comunitaria, con el que podría asistir al Gobierno de Haití y a la comunidad de los donantes en las iniciativas para dar oportunidades de empleo a los antiguos miembros de las pandillas y a los jóvenes en peligro. La MINUSTAH tendría que ayudar además a las autoridades de Haití a reestructurar y a fortalecer el sector de la justicia, mediante la revisión de la legislación e identificando mecanismos para tratar el hacinamiento en las prisiones, entre otros asuntos.

Para la aplicación de este mandato el Consejo decidió que la MINUSTAH tendría un componente militar de hasta 7.200 soldados y un componente policial de 1.951 oficiales. Además, instó a los Estados Miembros a proporcionar policías cualificados, en especial francófonos, a candidatos con experiencia en operaciones destinadas al desmantelamiento de las pandillas, entre otras cosas.


El contenido de esta página es una traducción no oficial, elaborada con la participación de la Facultad de Traducción de la Universidad de Salamanca.