Según las estimaciones de la UNESCO, más de 1.500 millones de estudiantes de 165 países no pueden asistir a los centros de enseñanza debido a la COVID-19. La pandemia ha obligado a la comunidad académica internacional a explorar nuevas formas de enseñar y aprender, incluida la educación a distancia y en línea. Esta situación ha resultado difícil tanto para los estudiantes como para los docentes, que tienen que enfrentarse a los problemas emocionales, físicos y económicos provocados por la enfermedad al tiempo que cumplen la parte que les corresponde para contribuir a frenar la propagación del virus. El futuro es incierto para todos, y en particular para los millones de estudiantes que tenían que graduarse este año, los cuales se van a enfrentar a un mundo con la economía paralizada por la pandemia.
En la serie de articulos sobre la COVID-19 y la educación superior, la iniciativa Impacto Académico de las Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en inglés) habla con estudiantes, profesores e investigadores de diferentes partes del mundo para averiguar qué efectos ha tenido en sus vidas la COVID-19 y cómo están haciendo frente a los cambios. La serie también hace hincapié en las lecciones aprendidas y en los resultados positivos que puede tener el confinamiento mundial para la educación superior.
En esta entrevista hablamos con Madalitso Kamenya, un estudiante que cursa una maestría en Economía Agrícola en la Universidad de Pretoria (Sudáfrica).
El confinamiento debido a la COVID-19 ha sido muy problemático para Madalitso. Encerrado en su habitación de la residencia de estudiantes de su universidad, ha intentado mantener una rutina diaria que incluye ejercicio físico, conversaciones con su familia y sus amigos de Malawi, su país natal, y las tareas académicas. Para él, estar solo y aislado ha sido uno de los efectos más difíciles de soportar de esta pandemia, pero la tecnología ha sido una gran ayuda, ya que le ha permitido mantenerse en contacto con otras personas.
Madalitso es optimista y cree que el mundo será un lugar mejor después de la COVID-19, pero no cree que esta sea la última pandemia a la que tendremos que enfrentarnos. Piensa que esta situación nos brinda oportunidades para cambiar nuestra manera de hacer las cosas; por ejemplo, las universidades deberían seguir explorando nuevas formas de enseñar de modo que dispongamos de sistemas adecuados en caso de que se produzca otra pandemia. Escuche la entrevista completa con Madalitso Kamenya aquí.
Recursos adicionales:
- Naciones Unidas: Respuesta ante la COVID-19
- UNESCO: COVID-19 - Respuesta y recursos
- UNESCO: Coalición para la Educación Mundial
- Organización Mundial de las Salud (OMS): Pandemia de la enfermedad del Coronavirus (COVID-19)
- Organización Internacional del Trabajo (OIT): COVID-19 y el mundo del trabajo
- Voluntarios de las Naciones Unidas: Respuesta del voluntariado ante la pandemia de la COVID-19
