Según las estimaciones de la UNESCO, más de 1.500 millones de estudiantes de 165 países no pueden asistir a los centros de enseñanza debido a la COVID-19. La pandemia ha obligado a la comunidad académica internacional a explorar nuevas formas de enseñar y aprender, incluida la educación a distancia y en línea. Esta situación ha resultado difícil tanto para los estudiantes como para los docentes, que tienen que enfrentarse a los problemas emocionales, físicos y económicos provocados por la enfermedad al tiempo que cumplen la parte que les corresponde para contribuir a frenar la propagación del virus. El futuro es incierto para todos, y en particular para los millones de estudiantes que tenían que graduarse este año, los cuales se van a enfrentar a un mundo con la economía paralizada por la pandemia. 

En la serie de articulos sobre la COVID-19 y la educación superior, la iniciativa Impacto Académico de las Naciones Unidas (UNAI, por sus siglas en inglés) habla con estudiantes, profesores e investigadores de diferentes partes del mundo para averiguar qué efectos ha tenido en sus vidas la COVID-19 y cómo están haciendo frente a los cambios. La serie también hace hincapié en las lecciones aprendidas y en los resultados positivos que puede tener el confinamiento mundial para la educación superior.

Marina Romanova estudia Relaciones Internacionales en la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú en Rusia. El brote de COVID-19 comenzó en la mitad del período de su programa de intercambio en Suiza y se vio obligada a marcharse del país y regresar a Rusia debido a la incertidumbre de la situación.

A pesar del estrés generado por la pandemia, Marina da gracias porque tanto ella como sus padres tienen buena salud y ella cuenta con las herramientas necesarias para continuar sus estudios de manera remota. Sus compañeros en Moscú pasaron por unos momentos mucho más difíciles, dado que la universidad no disponía de plataformas de aprendizaje en línea antes del confinamiento. Sin embargo, la situación está mejorando y se están desarrollando nuevas herramientas para los estudiantes.

Marina tiene previsto graduarse el próximo año, pero la pandemia ha llenado de incertidumbre su futuro, ya que ahora es más difícil viajar al extranjero y hacer una pasantía o una maestría. Marina ha logrado encontrar los aspectos positivos de la pandemia y afirma que la cuarentena ha mejorado sus hábitos de estudio y le ha permitido adquirir una comprensión más profunda acerca de la interconexión del mundo y la importancia de los sistemas sanitarios de calidad para los ciudadanos. Escuche la entrevista completa con Marina aquí.

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