– Como Pronunciado-
Intervención de la Presidenta de la Asamblea General de las Naciones Unidas, S.E. Señora María Fernanda Espinosa Garcés
31 Octobre del 2018
Su Excelencia, Embajadora Inga Rhonda King, Presidenta del Consejo Económico y Social,
Su Excelencia, Embajador Sacha LLorenty, Presidente del Consejo de Seguridad,
Señora Karina Gerlach, representante del Centro de Cooperación Internacional de la Universidad de Nueva York.
Excelencias, Queridos amigos,
Deseo agradecer a las Misiones Permanentes de Bolivia, San Vicente y las Granadinas, y del Ecuador, así como a la Universidad de Nueva York por el interés en organizar este importante evento.
Este evento cumple con la decisión de los Estados Miembros de una mayor coordinación entre los tres órganos principales de la Organización de las Naciones Unidas. También cumple con el objetivo de fortalecer el compromiso multilateral.
Es también una ocasión muy especial porque reúne a las tres presidencias -latinoamericanas y caribeñas- de los estos tres órganos, alrededor de un objetivo fundamental: renovar nuestro compromiso con el multilateralismo.
Excelencias,
Los pueblos latinoamericanos y caribeños hemos encontrado en el multilateralismo una herramienta indispensable para la paz y el desarrollo. El multilateralismo nos ha hecho más fuertes; ha sido vital para nuestros pueblos.
América Latina y el Caribe, defiende el derecho internacional y un sistema basado en normas, el diálogo y la cooperación.
Nuestra apuesta por el multilateralismo la compartimos con el resto de Pueblos del mundo, cuando resolvimos, en la Carta de las Naciones Unidas, preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra, y reafirmamos nuestra fe en los derechos fundamentales, en la dignidad de las personas, en la igualdad entre los hombres y las mujeres, entre pueblos y entre naciones.
Quisiera referirme a tres temas en esta intervención: primero al multilateralismo como herramienta para superar los desafíos globales; segundo a la necesidad de coordinación y trabajo alineado de los órganos principales de esta Organización, y tercero, a la contribución específica de la Asamblea General que me corresponde presidir.
Ciertamente nos encontramos hoy en una coyuntura global de alta complejidad, con problemas tan severos como una recuperación económica lenta, dispar e incierta; la inequidad y la desigualdad; el cambio climático; las tensiones geopolíticas; las crisis migratorias y humanitarias. La dimensión que ha tomado la crisis mundial de refugiados se encuentra a un nivel nunca antes visto desde la Segunda Guerra Mundial.
Todo esto demanda nuestra atención continua y la búsqueda de acuerdos y soluciones efectivas. El gran reto es que estos problemas se encuentran interrelacionados. Superarlos exige cada vez más acciones y políticas que trasciendan las fronteras nacionales. Estos problemas demandan, por tanto, soluciones colectivas.
La diversidad de retos globales e interrelacionados que enfrentamos es, quizás, el desafío más complejo para multilateralismo, ya que demanda repotenciar sus formas de trabajo para que seamos más eficientes, con una capacidad de respuesta inmediata y con un radar preventivo permanente.
De ahí también la necesidad de revitalizar nuestra organización. Ahora que avanzamos a la fase de implementación de los procesos de reformas propuestas por el Secretario General, es importante que mantengamos nuestros esfuerzos colectivos para asegurar que la ONU sea cada vez más relevante para todas las personas.
Excelencias,
Todos coincidimos en la necesidad de una Organización más eficiente y adaptada a los retos actuales.
Debemos avanzar hacia un sistema de gobernanza global más democrático y efectivo, y eso demanda también la construcción de un orden mundial más justo y equitativo. Demanda, por tanto, nuestro esfuerzo colectivo para reducir las desigualdades en todas las regiones y países del mundo.
Durante el Debate General, en septiembre pasado, los Jefes de Estado y de Gobierno subrayaron repetidamente la necesidad de cooperar ante los desafíos compartidos. Advirtieron que la búsqueda de soluciones unilaterales para los desafíos de naturaleza universal, exacerba los riesgos de aislamiento y confrontación.
Esto me lleva al segundo punto: debemos continuar fomentando un trabajo alineado y sinérgico entre los órganos principales y subsidiarios de esta Organización, para potenciar y preservar el multilateralismo.
Los órganos de las Naciones Unidas deben trabajar como un reloj de precisión, como piezas de un mismo engranaje, que mueven a esta Organización hacia sus objetivos de desarrollo, paz y seguridad, así como de promoción y protección de los derechos humanos.
La reunión de hoy, la que estamos teniendo esta tarde, es, en sí misma, es una afirmación de nuestro compromiso con la cooperación, el diálogo y el trabajo coordinado. Como Presidenta de su principal órgano representativo, dedico mis esfuerzos cada día a lograr mayor sinergia dentro del Sistema de las Naciones Unidas.
La semana pasada me reuní con todos los organismos del Sistema de Naciones Unidas con sede en Ginebra: les llevé el mensaje de mayor coordinación y articulación y de renovar nuestro compromiso con el multilateralismo.
En el mes de octubre hemos mantenido reuniones de trabajo, evaluación y coordinación con los Presidentes del ECOSOC, del Consejo de Seguridad, y con el Secretario General António Guterres, y tenemos proyectados este mecanismo de coordinación para todo este período de sesiones. Es decir, cada mes, mantendremos reuniones de coordinación con los principales órganos y el Secretario General.
Uno de los objetivos centrales de esta coordinación es acelerar nuestros esfuerzos para avanzar en la implementación de la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible. Y esa Agenda precisamente es un ejemplo de lo que podemos lograr con el multilateralismo.
Ahora, nuestra capacidad para fomentar su implementación está estrechamente vinculada a nuestra capacidad para cumplir con la promesa del multilateralismo: para cumplir con todas y todos, en particular con los más marginados y los más olvidados.
Desde ya iniciamos la proyección del proceso preparatorio hacia el Foro Político de Alto Nivel que por primera vez se llevará a cabo bajo los auspicios de la Asamblea General -en septiembre de 2019- es decir, en el 74 período de sesiones.
Y por supuesto, estamos desde ya trabajando coordinadamente con mi querida amiga, la Embajadora King, en torno al Foro Político de Alto Nivel que se llevará a cabo bajo los auspicios del ECOSOC, en julio, a fin de guardar coherencia con nuestros trabajos. Queremos fomentar el terreno para lograr una declaración política fuerte, efectiva y orientada a la acción.
De hecho, debo destacar que este viernes 2 de noviembre impulsaremos esta coordinación en un retiro, para potenciar oportunidades en este ámbito. Este retiro es organizado por la Presidencia del ECOSOC.
Nuestra estrecha colaboración se seguirá fortaleciendo y por supuesto, su vigencia depende del apoyo de cada uno de Ustedes, los 193 Estados Miembros de esta organización.
Los órganos de las Naciones Unidas deben trabajar como un reloj de precisión, como piezas de un mismo engranaje, que mueven a esta Organización hacia sus objetivos de desarrollo, paz y seguridad, así como de promoción y protección de los derechos humanos.
Mi tercero y último punto se relaciona con la propia Asamblea General y su rol: ese valioso y único “Parlamento de la Humanidad”. La Asamblea General desempeña un papel de liderazgo en el fortalecimiento del multilateralismo.
Acercar la ONU a la gente implica también un mejor esfuerzo de comunicación. Debemos lograr una narrativa lógica que refleje el trabajo permanente de todas las delegaciones de este órgano.
De la Asamblea General han resultado los instrumentos -de vocación universal- más importantes para la promoción y defensa de los derechos humanos; de los derechos de las personas con discapacidad; de los derechos de los trabajadores migrantes; asimismo los instrumentos contra la tortura; contra las desapariciones forzadas; los instrumentos de lucha contra la discriminación racial; la lucha contra la violencia hacia las mujeres; entre otros tantos resultados de importancia y relevancia para todos. Es la Asamblea la que dio a luz los textos más avanzados del derecho internacional contemporáneo.
El “Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular” es un texto balanceado, que recoge y concilia las perspectivas de los Estados y constituye el aporte reciente más importante de la Asamblea General a la humanidad. Por ello, como he señalado antes, el mejor homenaje que podemos brindar a los 70 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos, en diciembre de este año, será sin lugar a dudas, la adopción precisamente de ese Pacto Mundial de la Migración.
Excelencias,
Para fortalecer las Naciones Unidas debemos avanzar de manera veloz en la revitalización de la Asamblea General. Es mucho lo que ya hemos logrado en los últimos años, pero todavía estamos lejos de lo que verdaderamente necesitamos.
Debemos reconocer igualmente nuestras propias deficiencias y abordarlas con seriedad. Para ello necesitamos liderazgo global y responsabilidades compartidas.
Queridos colegas, amigos e invitados,
Como Presidenta de la Asamblea General tengo la obligación -pero también la convicción- de señalar que el multilateralismo no representa amenaza alguna para la soberanía, menos aún para los intereses nacionales.
Por el contrario, el multilateralismo ofrece la oportunidad a cada Estado soberano de resolver desafíos complejos que ningún país por sí solo podría superarlos.
Por ello, que no nos quede duda: el multilateralismo no es sólo la plataforma más eficaz para la construcción y el mantenimiento de la paz y para el desarrollo sostenible: es la única vía posible. La acción unilateral, la del más fuerte, nunca puede ser eficaz y menos aún sostenible.
Muchas gracias.