Una madre y una hija tienen una expresión seria. Las palabras "Tengo derecho, los derechos de las víctimas primero" están junto a ellos.

Antecedentes

Con el objetivo de abordar las conductas sexuales indebidas en el seno de las Naciones Unidas, el Secretario General presentó en 2017 una estrategia en cuatro partes centrada en la víctima. Tomando como base esfuerzos previos de la Organización, esta estrategia pretende abordar las conductas sexuales indebidas de una manera más coordinada dentro del sistema de las Naciones Unidas.

La aplicación de esta estrategia en todo el sistema de la ONU cuenta con el apoyo del Coordinador Especial para la mejora de la respuesta de las Naciones Unidas a la explotación y los abusos sexuales y de la Defensora de los Derechos de las Víctimas, que fue nombrada por el Secretario General en 2017.

La inmensa mayoría de las más de 100.000 personas que componen la plantilla de las Naciones Unidas y el personal asociado realiza su trabajo de manera íntegra. Pero esta magnífica labor se ve socavada por las acusaciones ‒muchas de ellas con fundamento‒ de explotación y abusos sexuales por parte del personal de mantenimiento de la paz, de labores humanitarias y de desarrollo, y por parte de miembros del personal en la Sede y sobre el terreno.

Las causas principales

Entre las causas que se hallan en la raíz de la explotación y los abusos sexuales y del acoso sexual nos encontramos con una cultura de discriminación, privilegios y poder; con la tolerancia ante los abusos, basada en la desigualdad en las relaciones de género; así como con otras dinámicas de poder y expectativas de impunidad.

Pero la explotación y los abusos sexuales y el acoso sexual también se ven favorecidos por unos marcos políticos y legislativos negativos y discriminatorios, así como por determinadas prácticas nocivas.

Los transgresores suelen elegir a personas que se hallan en situación de extrema pobreza y/o sufren algún tipo de discriminación interseccional o múltiple (por motivos de raza, tono de la piel, pertenencia a una minoría étnica, por su origen nacional o social, idioma, por orientación sexual diversa o identidad/expresión de género, por edad, clase social, casta, religión, creencia, opinión política, residencia, propiedades, desplazamiento, nacimiento, salud u otra condición, o cualquier otro motivo).

Repercusiones y obstáculos

Estas transgresiones sexuales pueden provocar en las víctimas daños y sufrimientos duraderos que les pueden cambiar la vida, con consecuencias adversas para su salud mental y física, como trastorno de estrés postraumático (TEPT), vergüenza, culpabilidad, depresión, autolesiones y una mayor exposición a infecciones de transmisión sexual. Por otra parte, muchas de las víctimas tienen hijos como consecuencia del delito sexual.

Las víctimas también suelen enfrentarse a obstáculos sistémicos y estructurales, como la persistencia, la prevalencia y los efectos del estigma, estereotipos y actitudes estereotípicas, y discriminación sexual y de género, que sitúan en una posición de mayor riesgo a las mujeres, a las personas LGBTQI+ y a aquéllas que sufren de discriminación por causa de su orientación sexual, identidad de género, expresión de género o por sus características sexuales (colectivo SOGIESC, por sus siglas en inglés).

Las conductas sexuales indebidas tienen unas repercusiones negativas profundas a corto y largo plazo en las comunidades, pues defraudan la confianza en las Naciones Unidas entre la población y socavan su legitimidad y credibilidad, comprometiendo, y en ocasiones frustrando por completo, labores esenciales.

El acoso sexual es el resultado de una cultura de discriminación y privilegios, y se basa en determinadas dinámicas de poder y en la desigualdad en las relaciones de género. Esto no debería tener cabida en el sistema de las Naciones Unidas."

Junta de Jefes Ejecutivos (JJE) del Sistema de las Naciones Unidas para la Coordinación
Declaración sobre el acoso sexual dentro de las Organizaciones del Sistema de las Naciones Unidas