Un nuevo informe de ONU Mujeres advierte que la mitad de las organizaciones dirigidas por mujeres o que trabajan por la defensa sus derechos en zonas de crisis humanitarias podrían cerrar en un plazo de seis meses por falta de fondos. Esto tendría consecuencias devastadoras para millones de mujeres y familias en países como Myanmar, Palestina, Sudán o Afganistán. De 411 organizaciones encuestadas en 44 países afectados por crisis, el 90% han reportado impactos por la reducción de la ayuda exterior y más del 60% han recortado sus servicios. A nivel global, estas organizaciones recibieron menos del 1% de la financiación humanitaria entre 2021 y 2022.
Paz y seguridad
Como advierte UNICEF, el aumento del 1.000% en la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes en Haití ha convertido sus cuerpos en campos de batalla.
Casi 5,5 millones de personas en Haití – la mitad de la población del país– necesitan asistencia humanitaria para poder sobrevivir. Los años de violencia han desplazado a más de 700.000 personas en este país caribeño. Además de este enorme desafió, el influjo de familias deportadas ha ejercido una enorme presión sobre los escasos recursos. Tan solo en 2024, más de 200.000 haitianos fueron retornados forzosamente a Haití. Muchos llegan apenas con lo puesto.
En 2025 comenzaremos tanto la cuenta atrás para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2030, como la conmemoración del 10º aniversario del Acuerdo de París sobre cambio climático. Además, este noviembre los líderes mundiales se reunirán en la 2ª Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social y tendrá lugar el 69º periodo de la Comisión de la Condición de la Mujer. El hilo conductor de muchos de estos acontecimientos es la igualdad de género, el dinero, la IA y la paz para transformar el mundo.
El femicidio es la consecuencia más extrema de la violencia contra las mujeres: solo en 2023, 250 mujeres fueron asesinadas en Argentina. Un dato que es mucho más que un número: son proyectos truncados, familias destrozadas por el asesinato de hijas, hermanas, madres o abuelas. Niños y niñas que se quedaron sin su mamá.
América Latina y el Caribe es la región más violenta del mundo: registra un 28,9% de los homicidios globales en el 8,3% de la población mundial. Delitos avivados por el tráfico de armas y los recursos ilícitos que afectan a millones de personas. Una publicación coproducida por el PNUD analiza el papel de la seguridad ciudadana en el desarrollo sostenible y en la gobernanza democrática de la región. No hay una fórmula mágica y única para resolver el problema, pero la inseguridad sí tiene remedio.
En 2045, cuando las Naciones Unidas celebren su centenario, ¿habrán abordado sus miembros de forma definitiva los retos de la seguridad mundial, el desarme, el control de armamentos, la prevención del armamentismo digital y la diplomacia?
Inspirados por su afán de superación y guiados por ACNUR, la juventud salvadoreña revitaliza sus comunidades y fomenta la convivencia en espacios públicos.
El 70% de estas personas se beneficiarán de un reciente acuerdo que, según la Misión de Verificación la ONU, ayudará a cerrar brechas y superar estigmas tras el conflicto colombiano.
Con la participación de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, la Feria PaZate en Bogotá comercializa productos y servicios elaborados y ofrecidos por personas en proceso de reincorporación en varias regiones del país. “Como firmante de la paz y líder de un emprendimiento femenino, celebro esta oportunidad que responde a nuestra mayor dificultad como emprendedoras”, afirma Patricia, miembro de una organización que propone moda con mensajes que visibilizan las luchas de género.
“Lo que le falta a Haití es la oferta de un futuro común”, afirma en una entrevista con Noticias ONU Virgina Gamba, representante especial del Secretario General de la ONU para niños y conflictos armados.
Una conversación en la que Gamba aborda la gravedad de la actual situación de violencia, inseguridad y caos que sufre el país caribeño.
“Los niños haitianos nunca han vivido una experiencia de paz”, subraya.
Gamba también advierte que la desigualdad y la pobreza haitianas son la expresión extrema de una realidad común en América Latina. Además, aboga por priorizar la educación y la protección de los niños y los jóvenes de toda la región para poner fin a la violencia que sufren en el mundo.
Unos 60 millones de personas viven con el riesgo de encontrarse con minas y otros artefactos explosivos - ya sea en zonas donde los conflictos terminaron hace años, o décadas, o en regiones donde las guerras aún continúan. La participación de las mujeres es fundamental para afrontar los desafíos de las minas terrestres. Estos son los testimonios de mujeres que limpian minas en Azerbaiyán, Ucrania y Laos tras ser formadas por el PNUD.
Augustin se ganaba la vida cultivando arroz en Artibonite, en el centro de Haití. Pero cuando llegó la temporada de cosechar, unos hombres armados le empezaron a robar la producción. "Corrí por mi vida", recuerda Augustin. Esta traumática experiencia agravó su diabetes, obligando a los médicos a amputarle dos dedos y una pierna. Un análisis de imágenes satelitales realizado por WFP revela que la producción de alimentos ha disminuido en un país que desesperadamente los necesita.
Con el impulso de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, cerca de 70 firmantes de la paz han expuesto sus proyectos de turismo ecológico y comunitario en la feria más importante del sector de Colombia.
“El silencio de los fusiles evidenció que el conflicto no solo consistía en las armas”, afirma Érika. Esta lideresa comunitaria es partícipe del proyecto ‘Cuidados para la paz. Somos para la vida’ impulsado por ONU Mujeres y UNICEF.