“A medida que el mundo define un futuro más sostenible, la interacción esencial entre agua, alimentos y energía es uno de los desafíos más graves que enfrentamos. Sin agua no hay dignidad ni salida de la pobreza”, afirmó el Secretario General Ban Ki-moon en su mensaje en el Día Mundial del Agua.
Más de 850 eventos se organizaron ayer en todo el mundo en la celebración del Día Mundial del Agua. El Consejo de Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DAES), como parte de la ONU-Agua, participó en el evento principal de tres días, coordinado por la ONU-Hábitat, a nombre del sistema de las Naciones Unidas, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. El evento incluyó una conferencia de tres días y una exposición.
El objetivo del Día Mundial del Agua es promover y mejorar el conocimiento de las maneras para responder al reto de mantener y mejorar los servicios de agua en el contexto de la rápida urbanización. El tema de este año “Agua para las Ciudades: Respuesta al Desafío Urbano”, propuso atraer la atención internacional sobre el impacto del rápido crecimiento de la población urbana, la industrialización y la incertidumbre causada por el cambio climático, los conflictos y los desastres naturales, sobre los sistemas urbanos de abastecimiento de agua.
El acceso al agua es vital para la ubicación y el crecimiento de las ciudades, pero más importante, para la supervivencia de sus ciudadanos. Actualmente uno de cada cuatro residentes de las ciudades en todo el mundo, 794 millones de personas, viven sin acceso a instalaciones sanitarias mejoradas. Cada segundo, la población urbana aumenta en dos personas.
En la próxima generación, aproximadamente el 60% de la población mundial vivirá en pueblos y ciudades. El crecimiento de la población, se ha convertido, además de la oferta limitada de agua, en una restricción creciente para el desarrollo urbano.
En una mesa redonda sobre “Agua para la energía, energía para el agua”, organizada por las Misiones Permanentes de los países del “Grupo Verde” en la Sede de la ONU en Nueva York, los panelistas hablaron sobre la interdependencia de la energía y el agua. Brice Lalonde, uno de los Coordinadores Ejecutivos de la Conferencia de la ONU sobre el Desarrollo Sostenible, expuso la importancia de las buenas prácticas y de los problemas relacionados con el agua, que necesitan ser resueltos.
El Secretario General Ban Ki-moon concluyó su mensaje urgiendo a los gobiernos a “reconocer la crisis del agua urbana por lo que es, una crisis de gobernabilidad, políticas débiles y administración deficiente, más que de escasez”. Además dijo: “reafirmemos nuestro compromiso para poner fin a la difícil situación de más de 800 millones de personas que, en un mundo de abundancia, todavía no tienen agua potable ni los servicios sanitarios necesarios para una vida digna y con buena salud”.