Los Estados Miembros alcanzaron un acuerdo el pasado viernes sobre un plan que mejoraría significativamente las perspectivas de futuro de los bosques al incluir un objetivo que expandiría en 120 millones de hectáreas la superficie cubierta por estos mismos para el 2030, área que equivaldría de forma aproximada al territorio ocupado por Sudáfrica.
El acuerdo sobre el primer Plan Estratégico Forestal se forjó en una sesión especial del Foro de las Naciones Unidas sobres bosques y comporta una ambiciosa visión de futuro en esta materia para el 2030. El plan se compone de un conjunto de seis Objetivos Forestales Mundiales y sus metas asociadas a alcanzar en el 2030; tanto los objetivos como las metas son de carácter voluntario y universal.
Actualmente, un 30% de la superficie de la Tierra se halla cubierta por bosques; es decir, aproximadamente 4 mil millones de hectáreas. Aquellos bosques que son gestionados de forma sostenible resultan en ecosistemas sanos, productivos, resistentes y renovables capaces de proporcionar en todo el mundo los bienes y servicios esenciales a su población. Se estima que 1600 millones de personas, un 25% de la población mundial, depende de los bosques para su subsistencia así como para la generación de empleo e ingresos.
“En reconocimiento de la importancia fundamental que revisten los bosques para las personas, el planeta y su prosperidad, el Plan Estratégico establece el objetivo de incrementar el área forestal en un 3% para el 2030, lo cual implica un incremento de 120 millones de hectáreas, que equivaldría a una superficie dos veces superior al tamaño de Francia”, como expresó Hans Hoogeveen, Co-Presidente del Grupo de Trabajo que desarrolló el Plan Estratégico Forestal para el periodo comprendido entre los años 2017-2030.
Ya desde 1992, los bosques han ocupado un primer plano en las agendas políticas internacionales y hasta la fecha, el objetivo de la comunidad internacional ha consistido en revertir y reducir el proceso de deforestación y degradación forestal.
“El presente acuerdo sobre el establecimiento de un objetivo mundial para incrementar el área cubierta por bosques para el 2030 constituye una firme e inusitada decisión por parte de los 197 Estados Miembros del Foro de Naciones Unidas sobre Bosques”, dijo Manoel Sobral Filho, Director de la Secretaría del Foro de Naciones Unidas sobre Bosques. El Plan Estratégico Forestal de Naciones Unidas se basa en el enfoque adoptado en la Agenda 2030 y parte de la premisa de que para que se produzca un avance real se requiere de una decisiva actuación colectiva dentro y fuera del seno de Naciones Unidas.
Asimismo, añadió que el Plan se hace eco de una visión del mundo en la que los bosques “son gestionados de forma sostenible contribuyendo con ello a un desarrollo sostenible y proporcionando de este modo un beneficio económico, social, medioambiental y cultural para las generaciones presentes y futuras”.
Los bosques proporcionan bienes tales como: madera, alimentos, combustible, forraje y otros productos no madereros. Asimismo, proporcionan una serie de servicios ecosistémicos: desde el suelo, la tierra y el agua y la conservación de la biodiversidad hasta la atenuación del cambio climático y la adaptación al mismo; y, desde un aire limpio hasta la reducción del riesgo de desastres naturales como inundaciones, desprendimientos, sequías o tormentas de arena y polvo.
El Plan establece un marco de actuación para la salvaguarda de los ecosistemas terrestres más productivos y aborda los principales desafíos y amenazas. La labor fundamental del Plan consiste en promocionar una gestión forestal sostenible y resaltar el importante papel otorgado a los bosques en la Agenda 2030 para un Desarrollo Sostenible así como el fortalecimiento de la cooperación y la asunción de un compromiso político a todos los niveles.