Los países han comenzado hoy la última ronda de conversaciones para alcanzar un acuerdo sobre el borrador de documento final sobre los asuntos medioambientales, económicos y sociales que componen el núcleo de la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20). Brice Lalonde, Coordinador Ejecutivo de Río+20, ha dicho en una entrevista: “Estos últimos tres días van a ser absolutamente cruciales para los diplomáticos”.

“Las delegaciones van a trabajar día y noche, dividiéndose en grupos para trabajar cada cuestión en mayor profundidad, algo que solo han aceptado hacer durante los últimos días".

Las conversaciones constituyen la tercera y última sesión del Comité Preparatorio de Río+20, cuyas deliberaciones se prolongarán hasta el viernes. Los diversos grupos del Comité discutirán temas como la gestión de aguas, la educación, la sanidad, el transporte sostenible, la desertificación y el cambio climático, entre otros.

Se espera que más de 100 Jefes de Estado y de Gobierno asistan a Río+20 entre los días 20 y 22 de junio, junto con miles de parlamentarios, alcaldes, funcionarios de Naciones Unidas, directores generales y líderes de la sociedad civil, para dar forma a las nuevas políticas de promoción de la prosperidad, reducción de la pobreza y avance de la equidad social y la protección medioambiental.

El Sr. Lalonde destacó que los grupos van a acelerar las negociaciones sobre el documento final, pero advirtió que ello puede hacer más difícil que las delegaciones pequeñas compuestas por pocos miembros puedan seguir el ritmo.

Dijo: “Esto requiere mucha confianza para poder conceder a tu grupo un mandato que le permita negociar en tu nombre”.

El Sr. Lalonde subrayó que, a pesar de las actuales incertidumbres económicas y políticas que atraviesa el mundo, los países deben pensar a largo plazo cuando estén negociado el acuerdo, ya que su efecto se dejará sentir en las generaciones venideras.

Añadió: “Estamos viviendo una crisis muy complicada, pero esta conferencia consiste en hablar sobre los próximos 20-30 años, y no solo sobre la crisis. Debemos alcanzar un punto en el que todos los países acepten discutir los medios de ejecución para ayudar a que los países en desarrollo sigan una vía de desarrollo sostenible aunque ello conlleve ciertos costes”.

En el transcurso de la inauguración de la sesión del Comité Preparatorio, Sha Zukang, Secretario General de Río+20, instó a los países a aprovechar la ocasión para progresar en las negociaciones.

El Sr. Sha dijo a los miembros del Comité Preparatorio: “Necesitamos tener una perspectiva amplia. El mundo entero tiene la mirada puesta en nosotros y no podemos titubear".

El Sr. Sha destacó que el documento debe reflejar la importancia del papel de las organizaciones no gubernamentales y las empresas privadas a la hora de alcanzar un desarrollo sostenible, así como la importancia de transferir tecnología e impulsar la creación de capacidad en los países en desarrollo para que puedan dar un giro hacia una economía verde.

El Sr. Sha añadió: “Los gobiernos tienen la responsabilidad, pero no pueden hacerlo solos”.

La anterior ronda de charlas preparatorias para Río+20, centrada en el documento final de la Conferencia, terminó en Nueva York a principios de junio habiéndose alcanzado un acuerdo en más del 20% del documento y dejando muchos otros párrafos muy cercanos a un acuerdo.

El Secretario General Ban Ki-moon ha dicho que a pesar de que queda mucho trabajo por delante, se han sentado las bases para un acuerdo sobre el resto del texto que se está negociando y que se espera que acabe siendo el producto final de la Conferencia.

“Espero que los negociadores alcancen este objetivo en los días previos a la llegada a Río de ministros y líderes mundiales. Los líderes deberán trabajar entonces para resolver todas las cuestiones pendientes”, dijo la semana pasada en una conferencia de prensa. “Su trabajo es conseguir un compromiso político renovado con el desarrollo sostenible. Aspiramos a conseguir nada menos que un movimiento mundial para el cambio generacional".

Río+20 toma el testigo de la Cumbre de la Tierra de 1992, celebrada también en Río de Janeiro, en el transcurso de la cual los países adoptaron la Agenda 21, un anteproyecto para replantear el crecimiento económico, avanzar en equidad social y garantizar la protección del medio ambiente.

Fuente: Servicio de Noticias de la ONU