"Es ahora el momento de invertir en una agenda de cohesión social. Existen muchos países que tienen mayores recursos, a pesar de que el panorama económico general es oscuro y se está volviendo más incierto y complicado", explica el Dr. Johannes Jütting, director del Equipo para el Desarrollo Social y la Reducción de la Pobreza de la OCDE el 27 de enero en Nueva York.

El seminario "Cohesión social en un mundo cambiante", presidido por Rob Vos, miembro de la División de Análisis de Políticas para el Desarrollo de DAES y por Eva Jespersen, miembro del PNUD, presentó una descripción general del informe "Perspectivas de desarrollo mundial 2012: cohesión social en un mundo cambiante", publicado por la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

Las Perspectivas de Desarrollo Mundial de la OCDE son parte de una nueva serie de publicaciones del Centro de Desarrollo de la OCDE. Cada edición identifica, analiza y proporciona políticas viables que representan soluciones para un desafío de desarrollo mundial apremiante. La edición anterior publicada en 2010, "La riqueza cambiante", examinó el impacto del surgimiento de grandes economías emergentes en el desarrollo, la desigualdad y la pobreza. La riqueza cambiante y la movilización generalizada alrededor del mundo de ciudadanos pidiendo justicia en 2011 crean oportunidades para discutir la importancia de la cohesión social en los países en vías de desarrollo con un crecimiento rápido.

Una sociedad cohesiva es aquella donde las personas están protegidas contra los riesgos para la vida, confían en sus vecinos y en las instituciones estatales y pueden trabajar para alcanzar un futuro mejor para ellos mismos y sus familias. Fomentar la cohesión social significa luchar por una mayor inclusión y más participación ciudadana, y crear oportunidades para la movilidad ascendente. Es el pegamento que mantiene unida a la sociedad.

Para el análisis, la cohesión social se construye sobre tres valores fundamentales: inclusión social, capital social y movilidad social. La inclusión social se refiere al nivel en el que todos los ciudadanos pueden participar en igualdad de condiciones de la vida económica, social y política, incluyendo la posibilidad de que las personas estén protegidas cuando más lo necesitan. El capital social se refiere a la confianza entre las personas y en las instituciones, además del sentido de pertenencia a una sociedad. La movilidad social se refiere a la igualdad de oportunidades para progresar.

¿Cómo pueden los gobiernos promover la cohesión social? La transformación estructural de las economías producida por una integración en la economía mundial ofrece varias oportunidades sin precedente para fomentar la cohesión social.

"La políticas pueden hacer la diferencia," explica el Dr. Jütting. Hoy en día hay nuevos recursos disponibles y podrían ser invertidos en el desarrollo social por medio de una mejor atención médica, educación, protección social y otros servicios. Los gobiernos deben repensar sus políticas sociales y económicas para asegurar que todos los ciudadanos tengan voz, fomentando la participación ciudadana y fortaleciendo las instituciones democráticas.

Asimismo, promover la cohesión social requiere de la participación conjunta y la colaboración activa de todos los partícipes de una sociedad: el gobierno, las empresas y la sociedad civil, para juntos emprender una acción colectiva. "La cohesión social es un fin, pero también, un medio útil. Avanzar tanto sin cohesión social implicaría una gran dificultad para mantener el proceso de crecimiento a largo plazo", explica el Dr. Jütting.

En sus comentarios de cierre, el Sr. Vos subraya: "La verdadera pregunta es cómo deberíamos avanzar y qué representa esto para la cohesión social alrededor del mundo. El informe es oportuno ya que comenzamos a discutir la Agenda de Desarrollo pos-2015, donde tenemos que tener en cuenta las tendencias cambiantes en la economía mundial y de qué manera tratarlas como parte de nuestra agenda de desarrollo".