Los estudios recientes del Informe Mundial sobre la Discapacidad, muestran que las personas con discapacidad tienden a vivir en círculos viciosos de bajo nivel de educación y, posteriormente, en la pobreza. Más de 200 millonesde personas con discapacidades viven en países en desarrollo con obstáculos que todavía no son claros; como las leyes y la falta de educación. Un estudio realizado en Nepal reveló que el retorno de la inversión en la educación fue muy alto entre las personas con discapacidad y que la educación ha jugado un papel importante.

La mesa redonda "La discapacidad y la economía: El nexo entre la discapacidad, la educación y el empleo", que tuvo lugar el 1 de julio y que fue moderado por Akiko Ito, Jefa de la Secretaría de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, puso de relieve los imperativos morales, sociales y la rentabilidad económica que implica el incluir personas con discapacidad en el mercado laboral, con Nepal como ejemplo de fondo.

Michael Morris, JD, Director Ejecutivo de Burton Blatt Institute (BBI) en la Universidad de Siracusa, hizo hincapié en que la mayoría de los problemas de las personas con discapacidad se encuentra en el mercado informal, donde hay una falta de soluciones.

"En muchos países, las personas con discapacidad a menudo trabajan principalmente de forma no contractual, incluyendo el trabajo en el hogar, auto-empleo y el trabajo informal", dijo Morris. Destacando la importancia de acciones afirmativas y  las cuotas que deberían tener las compañías para incluir a las personas con discapacidad.

Akihiko Matsui del Proyecto LEA de la Universidad de Tokio, presentó una propuesta para lograr una forma qu, utilizando la teoría de juegos, que cuando las personas con discapacidad son más incluidas en el mercado y la sociedad, el beneficio supere el costo.

“La mala situación económica y política de segregación de las personas con discapacidad puede inducir a prejuicios, que a su vez evitan que la sociedad les de caída como parte de ella”, dijo Matsui

El debate concluyó con recomendaciones sobre la necesidad de una mejora en la educación como una oportunidad, la inversión en el desarrollo de la economía inclusiva, y la protección contra la discriminación.

La importancia de promover incentivos para el empleador, de servicios financieros inclusivos y de dar a conocer los mapas  de salida de la pobreza, también se destacaron. El estudio de Nepal fue puesto como ejemplo hacia una mejora en la recopilación de datos de los gobiernos en diseñar políticas apropiadas para aliviar la pobreza entre las personas con discapacidad.