Mensaje del Presidente de la Asamblea General con motivo del Día Internacional contra los Ensayos Nucleares
29 de agosto de 2014
El 29 de agosto de 1949, se detonó el primer dispositivo nuclear en el polígono de ensayos de Semipalatinsk, en Kazajstán. Sesenta años después, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 64/35, declaró el 29 de agosto Día Internacional contra los Ensayos Nucleares, dedicado a aumentar la conciencia y los conocimientos del público sobre los efectos de las explosiones de ensayo de armas nucleares y cualquier otro tipo de explosión nuclear y la necesidad de ponerles fin como uno de los medios de lograr el objetivo de un mundo libre de armas nucleares.
Debido a su enorme poder de destrucción, la utilización de armas nucleares tendría consecuencias catastróficas a nivel mundial y causaría situaciones de emergencia graves y duraderas, relacionadas con las cuestiones humanitarias, la salud mundial, el clima, el orden social, el desarrollo humano y la economía. El acceso a los bienes y servicios sociales se fundamenta en la existencia de la paz y la seguridad. Los objetivos de desarrollo solo pueden lograrse si prevenimos que en nuestro planeta se produzcan catástrofes de este tipo. Este empeño debe ser colectivo, dado que nos enfrentamos a los riesgos que entrañan estas armas de forma colectiva, y no como Estados con intereses limitados a la seguridad nacional.
Como Presidente del sexagésimo octavo período de sesiones de la Asamblea General, celebraré este importante día internacional convocando una reunión oficiosa del pleno de la Asamblea General, que tendrá lugar el 10 de septiembre de 2014. Los invito a que conmemoremos juntos el Día Internacional contra los Ensayos Nucleares a fin de renovar nuestro compromiso de promover la paz y la seguridad, uno de los principales propósitos y principios de las Naciones Unidas.
