Hace ochenta años, en un mundo abrasado por la guerra, los líderes tomaron una decisión: optar por la cooperación en vez del caos; por la ley en vez de la anarquía; y por la paz en vez del conflicto. Esa decisión dio origen a las Naciones Unidas, que no nacieron como un sueño de perfección, sino como una estrategia práctica para la supervivencia de la humanidad... Para no rendirnos frente a ningún reto, frente a ningún obstáculo y en ningún momento. Debemos vencer y venceremos. Porque en un mundo con múltiples opciones, hay una que no tenemos que elegir nunca: la opción de rendirse.