Transcripción del discurso pronunciado

 

Declaración del Excmo. Sr. Tijjani Muhammad Bande, Presidente del septuagésimo cuarto período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas

 

27 de marzo de 2020

 

Excelencias:

Les doy la bienvenida a esta histórica sesión informativa conjunta con el Presidente del Consejo de Seguridad, la Presidenta del Consejo Económico y Social y el Secretario General.

Aunque no nos sentemos juntos, tengan la seguridad de que estamos juntos en esto. La solidaridad es nuestra primera línea de defensa contra la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19). Debemos armarnos de información para detener la propagación del miedo y el odio en nuestro esfuerzo por derrotar a la COVID-19, nuestro más reciente desafío.

 Las Naciones Unidas están en la mejor posición para dirigir la respuesta multilateral y lo han hecho desde la aparición de este desafío mundial. 

Excelencias:

Juntos seguiremos velando por que la Asamblea General continúe su vital labor y desempeñe funciones esenciales en estas extraordinarias circunstancias. Todos los facilitadores han estado ocupados con sus importantes tareas. Sabemos, por ejemplo, que la Asamblea General debe tomar medidas sobre las decisiones presupuestarias. En este sentido, felicitamos a la Quinta Comisión por utilizar eficazmente la tecnología para garantizar que se puedan tomar decisiones urgentes sobre el presupuesto.

La Organización Mundial de la Salud ha estado muy atenta a esta pandemia desde el comienzo de este brote, ofreciendo información fiable y asegurándonos constantemente que podemos derrotar este virus. No solo debemos derrotar la propagación del virus, sino también mitigar el impacto social y económico de esta catástrofe.

Me complace la creación del plan de respuesta humanitaria global de las Naciones Unidas COVID-19, que coordinará la respuesta de los principales organismos de las Naciones Unidas para ayudar a las personas en los contextos más frágiles. Además, aplaudo el llamamiento del Secretario General en favor de un alto el fuego a nivel mundial.

Los Estados Miembros han demostrado un liderazgo encomiable trabajando incesantemente en iniciativas de las Naciones Unidas para ayudar a los países en desarrollo a abordar la cuestión de la COVID-19.

Exhorto a los Estados Miembros a que cumplan los compromisos contraídos en el marco de la Agenda de Acción de Addis Abeba de la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo para generar resiliencia y evitar que se agudicen las desigualdades. 

Excelencias: 

La primera reunión de alto nivel del 74º período de sesiones de la Asamblea General se centró en la salud mundial. En una histórica declaración política sobre la cobertura sanitaria universal, los Jefes y las Jefas de Estado y de Gobierno se comprometieron a intensificar los esfuerzos nacionales y mundiales para construir un mundo más sano para todos.

Las comunidades de todo el mundo están experimentando ahora a un nivel más profundo el mensaje expresado por los líderes mundiales en septiembre: que la salud supone una inversión en el desarrollo del capital humano, y el desarrollo social y económico, con miras a la plena realización del potencial de las personas.

De hecho, el nuevo coronavirus es un recordatorio de que la humanidad solo está a salvo si lo están sus grupos más vulnerables. Las consecuencias sociales y económicas de la COVID-19 amenazan con sumir aún más a las personas en la pobreza.

Es necesario impulsar ahora la acción multilateral para proteger los logros alcanzados en la erradicación de la pobreza y el hambre cero, ya que esta crisis ejerce presión sobre la producción de alimentos y las cadenas de suministro, entre otras cosas.

También debemos aplicar una respuesta específica para salvaguardar el futuro de esta generación que cuya educación se ha visto alterada, con las escuelas cerradas en más de 130 Estados Miembros; muchos carecen de la conectividad necesaria para continuar la educación a distancia utilizando las tecnologías de la información y las comunicaciones.

Excelencias:

La lucha contra la COVID-19 es una responsabilidad colectiva. Por nuestras acciones nos conocerán, ya sean individuales o colectivas. Debemos predicar con el ejemplo. Debemos quedarnos en casa, cumplir con las recomendaciones de distanciamiento social, lavarnos las manos y cuidarnos unos a otros. Rindo homenaje a nuestros trabajadores sanitarios y a los que están en primera línea combatiendo esta enfermedad.

El nuevo coronavirus no reconoce las fronteras, por lo que debemos enfrentarnos a este desafío como naciones, unidas. Saldremos de esta.

Excelencias:

En este septuagésimo quinto año de las Naciones Unidas, los pueblos a los que servimos confían en nosotros, quizás ahora más que nunca. Luchemos juntos por superar el último desafío de la humanidad. Estoy seguro de que podemos hacerlo.

Muchas gracias.

 

Puede descargarse la declaración en formato PDF .