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Un mundo más seguro: nuestra responsabilidad que compartimos -
Informe del Grupo de Alto Nivel sobre las amenazas, los desafíos y el cambio
Comunicado de prensa
El Secretario General acoge complacido las recomendaciones sobre un mundo más seguro y unas Naciones Unidas más fuertes
(Nueva York, 2 de diciembre) El Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, dio un sólido respaldo al tan esperado informe sobre los medios de conjurar las nuevas amenazas que pueden cernirse sobre la seguridad del mundo, que le fue presentado en la mañana de hoy por el ex Primer Ministro de Tailandia Anand Panyarachun, Presidente de un grupo independiente.
«Hago totalmente mío su llamamiento a la adopción de un concepto más amplio de la seguridad colectiva, que encare tanto las amenazas nuevas como las antiguas y que atienda a las preocupaciones de seguridad de todos los Estados, ricos y pobres, débiles y fuertes» dijo el Secretario General en la carta en que transmite el informe titulado «Un mundo más seguro: la responsabilidad que compartimos» a la Asamblea General de las Naciones Unidas para que lo examine y tome medidas al respecto.
«El informe ofrece a las Naciones Unidas una oportunidad singular de rees-tructurar y renovar nuestras instituciones», dice el Secretario General en su carta y promete estudiar y llevar a la práctica con rapidez las recomendaciones concretas que son del ámbito en su competencia. El Secretario General insta a otros órganos de las Naciones Unidas a que hagan lo propio.
En particular, el Secretario General se compromete a encabezar la promoción de una nueva y completa estrategia contra el terrorismo y a enunciar el año venidero una visión de esa estrategia para su consideración por los gobiernos.
El Grupo, integrado por 16 ex Jefes de Estado, Ministros de Relaciones Exte-riores y personalidades en los campos de seguridad, militar, diplomático y desarrollo, reafirma el derecho de los Estados a defenderse e incluso actuar por anticipado en caso de un ataque inminente y dice que, en el caso de «visiones apocalípticas», en las que se aúnan terroristas y armas de destrucción masiva, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tendrá que actuar antes y en forma más proactiva y resuelta que en el pasado.
En cuanto a las cuestiones, como las normas que rigen el uso de la fuerza, «que atañen a la esencia de las Naciones Unidas y de los principios que éstas representan», el Secretario General señala que las decisiones tendrían que ser tomadas por líderes mundiales en una cumbre extraordinaria de las Naciones Unidas que se celebrará en septiembre próximo. «Es imposible exagerar la importancia que el logro de un nuevo consenso al respecto tiene para la renovación del sistema de seguridad colectiva», agrega.
El Sr. Annan se propone presentar un informe suyo en marzo en el que incorporará las recomendaciones del Grupo. Este documento serviría para establecer el programa de la cumbre de 2005 sobre la puesta en práctica de la Declaración del Milenio.
Amenazas interconectadas en un mundo peligroso
«Particularmente importante es la insistencia del Grupo en que debemos comprender la relación que existe entre las diversas amenazas contemporáneas a nuestra seguridad», dice el Secretario General en su carta. «No podemos encarar de manera aislada cuestiones como el terrorismo o las guerras civiles o la pobreza extrema».
El Secretario General hace suya también la opinión de los integrantes del Grupo de que el desarrollo es «el fundamento indispensable» de la seguridad colectiva y que la erradicación de la pobreza y las enfermedades constituye parte esencial del empeño en lograr un mundo más seguro. «Para poder proteger mejor la seguridad de nuestros ciudadanos, es esencial dedicar la debida atención y los recursos necesarios al logro de los objetivos de desarrollo del Milenio», dice el Secretario General.
Entre otras conclusiones que extrae el Secretario General del informe del Grupo de Alto Nivel sobre las amenazas, los desafíos y el cambio, cabe mencionar las siguientes:
- Las Naciones Unidas tienen que hacer más para propiciar una estrategia contra el terrorismo eficaz y basada en principios que respete los derechos humanos y el Estado de derecho. Uno de los obstáculos que hasta la fecha se han opuesto a ello es que los Estados Miembros no han podido llegar a un acuerdo sobre una definición del terrorismo; la definición formulada por los integrantes del Grupo ayudará a formar el consenso que se necesita.
- La importante iniciativa para reconstruir el sistema de salud pública en todos los planos, desde el mundial hasta el local, que propone el Grupo no sólo serviría para controlar las enfermedades y las epidemias sino que constituiría también una defensa eficaz contra el bioterrorismo.
- Se alienta a los Estados Miembros a que consideren positivamente las recomendaciones del Grupo sobre la manera de mejorar las sanciones y la mediación en los casos en que las medidas preventivas no detengan el estallido de un conflicto armado.
- Como indica el Grupo, el régimen de no proliferación nuclear está en situación precaria. Las recomendaciones del Grupo permitirían reducir la posibilidad de un ataque nuclear por actores estatales o no estatales y exigen la adopción urgente de medidas.
- El Grupo ofrece una visión de unas Naciones Unidas para el siglo XXI y recomienda reformas en cada uno de sus órganos principales. Se trata de cuestiones que han también formado parte de los intentos de reforma propiciados por el Secretario General, incluida la necesidad de un Consejo de Seguridad más representativo. Las fórmulas alternativas para la ampliación del Consejo que enuncia el Grupo deberían facilitar el debate y la adopción de una decisión en 2005.
El Sr. Annan, al encomiar el informe del Grupo a la Asamblea General, expresa la esperanza de que «permita acercarnos mucho más a una respuesta a algunas de las cuestiones más candentes del nuevo siglo».
Además del Presidente, integran el Grupo de Alto Nivel sobre las amenazas, los desafíos y el cambio los miembros siguientes: Robert Badinter (Francia), Gro Harlem Brundtland (Noruega), Mary Chinery-Hesse (Ghana), Gareth Evans (Australia), David Hannay (Reino Unido), Enrique Iglesias (Uruguay), Amr Moussa (Egipto), Satish Nambiar (India), Sadako Ogata (Japón), Yevgeny M. Primakov (Federación de Rusia), Qian Qichen (China), Nafis Sadik (Pakistán), Salim Ahmed Salim (República Unida de Tanzanía), Brent Scowcroft (Estados Unidos de América) y João Baena Soares (Brasil). El profesor Stephen Stedman, de la Universidad de Stanford, dirigió la investigación y recopiló el informe.