Fortalecimiento de la resiliencia contra el extremismo violento en Asia

Contribuir a la lucha contra el extremismo violento y su prevención en Asia Central, Meridional y Sudoriental a través de un enfoque de múltiples partes interesadas, entre ellas los Gobiernos, los agentes de la seguridad, la sociedad civil y las entidades del sector privado.

Fortalecimiento de la resiliencia contra el extremismo violento en Asia

El Programa de Fortalecimiento de la Resiliencia contra el Extremismo Violento en Asia (STRIVE Asia), que es una alianza conjunta de la Unión Europea y las Naciones Unidas, contribuye a prevenir y luchar contra el extremismo violento en Asia Central, Meridional y Sudoriental, dado que la propagación del extremismo violento supone una amenaza importante a las actividades de promoción de paz y seguridad por la comunidad internacional. La propagación del extremismo violento en la región también socava el progreso logrado hacia el fomento del desarrollo sostenible y la defensa de los derechos humanos.

El aumento de los grupos extremistas violentos y la proliferación de sus mensajes de intolerancia han profundizado las preocupaciones de los encargados de elaborar las políticas y quienes las ponen en práctica y dejan en evidencia la importancia de la lucha contra el extremismo violento y su prevención. Para muchos países de todo el mundo se está convirtiendo en una alta prioridad mitigar la magnitud de la creciente amenaza planteada por los grupos de odio y reconocer los efectos del extremismo violento en las comunidades y los grupos vulnerables, en particular las mujeres y la juventud.

Mandato

La Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo y el Programa Mundial de Políticas de Combate y Prevención del Terrorismo, gestionados por la OLCT, proporcionan a los Estados Miembros y las organizaciones regionales asistencia técnica, a petición de estos, en la elaboración y aplicación de Planes de Acción Nacionales y Regionales para Prevenir el Extremismo Violento, de conformidad con las resoluciones de la Asamblea General 70/291 y 72/284. En la Estrategia, así como en el Programa, también se pide a los Estados Miembros que examinen las recomendaciones formuladas en el Plan de Acción de las Naciones Unidas para Prevenir el Extremismo Violento (A/70/674). El programa STRIVE Asia, tal como se ha propuesto, tratará de complementar esos planes de acción nacionales y contribuirá a las iniciativas existentes del PNUD y la ONUDD en las regiones del Asia Central y el Pacífico.  

Programas

Con el objetivo general de aumentar la capacidad de prevenir y contrarrestar el extremismo violento en el Asia Central, Meridional y Sudoriental, el programa se estructura en torno a tres productos principales:

  • Producto 1: Mejora de la capacidad de las autoridades nacionales y locales, los órganos legislativos, la sociedad civil y el sector privado para la formulación de políticas relativas a la prevención y lucha contra el extremismo violento, en particular la capacidad de elaborar y aplicar planes de acción nacionales de lucha contra el extremismo violento y su prevención.
  • Producto 2: Refuerzo del papel de los agentes encargados de hacer cumplir la ley en la prevención del extremismo violento en estrecha colaboración con agentes no gubernamentales,
  • Producto 3: Fortalecimiento de la resiliencia local de las comunidades en situación de riesgo mediante el apoyo a iniciativas dirigidas por la comunidad en cuestiones relacionadas con la lucha contra el extremismo violento y su prevención.

Coordinación

Bajo la coordinación general de la OLCT, STRIVE Asia tiene tres asociados en la ejecución: la Oficina de las Naciones Unidas de Lucha Contra el Terrorismo para el Producto 1, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito para el producto 2 y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo para el Producto 3.

Efectos

El efecto previsto de la iniciativa STRIVE Asia es contribuir a la lucha contra el extremismo violento y su prevención en Asia Central, Meridional y Sudoriental a través de un enfoque de múltiples partes interesadas, entre ellas los Gobiernos, los agentes de la seguridad, la sociedad civil y las entidades del sector privado. Esta iniciativa ya está en su fase de puesta en marcha, que consiste principalmente en una serie de visitas de estudio a las regiones seleccionadas con el fin de determinar los países beneficiarios directos del programa.